Según la página de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del ONU-HABITAT, la ciudad de Medellín (Colombia) y el Programa de Asentamientos Humanos de las Naciones Unidas (ONU-Habitat) han puesto en marcha un innovador programa para mejorar los procesos de renovación urbana, que tiene como objetivo ayudar a la ciudad a realizar procesos más participativos e inclusivos en la renovación de sus barrios a través de la reparcelación.
El reajuste de suelo convencional utilizado en países desarrollados es una técnica mediante la cual un grupo de propietarios de tierras vecinas se asocian para la planificación unificada, la prestación de servicios y la subdivisión de la tierra siendo los costos del proyecto y los beneficios compartidos entre los propietarios y las autoridades públicas. Pero en los países en desarrollo los mercados formales de suelo y los métodos de expropiación de suelo no funcionan eficientemente, por lo que es necesario implantar nuevos programas como el PILaR.
Esta iniciativa tiene como objetivo ayudar a las ciudades a utilizar una herramienta de gestión del suelo convencional, el reajuste de suelo, de una manera más participativa y en favor de los más vulnerables, donde todos las personas en el sector acordado – incluyendo los más pobres – tiene un papel que desempeñar, son tratados con dignidad y pueden permanecer en el sector una vez que éste se haya reconstruido.
Por tanto, se trata de una herramienta fundamental y muy necesaria para la adecuada expansión y densificación de las ciudades, que se espera que ayude a los países en desarrollo a acarrear una expansión urbana, así como su relleno y renovación urbana, de manera ordenada y proactiva.
La iniciativa se va a poner en práctica en Medellín por la dilatada experiencia que ésta tiene en la mejora de barrios, así como por el compromiso que sus dirigentes y ciudadanos han adquirido para lograr el denominado “milagro de Medellín”, pues baste recordar que hasta hace muy pocos años esta ciudad era una de las más conflictivas del mundo.
Así, cuando el programa se haya completado, Medellín tendrá una mayor oferta de suelo urbano con servicios para densificarse, proveerá más servicios de manera incremental y, en lo posible, será capaz de autofinanciar la mayor parte de su desarrollo urbano. Y lo que es más importante, la ciudad será capaz de impulsar una gobernanza urbana más fuerte, más inclusiva y participativa en la que la transparencia y la inclusión guíen sus planes de desarrollo urbano.
Juan Garrido Clavero, Geógrafo, Politólogo y Antropólogo de GRarquitectos
Una vez más, desde Medellín, Colombia, nos muestran sus buenas prácticas para la regeneración urbana y social… Por eso solo hacemos justicia al presentaros este artículo de hoy. Como tambien quiero aprovechar para invitarlos a leer otro que publicamos en La Ciudad Comprometida dibre esta ciudad. Este es el enlace:
http://granadablogs.com/gr-arquitectos/2011/12/30/%c2%bfvivirias-en-una-ciudad-donde/
Una iniciativa bastante importante para poblaciones como las latinoamericanas, tan diversas, y por aplicarse en Medellín, ciudad que hace honor a la frase compromiso que sus dirigentes y sus ciudadanos han adquirido, creo que es importantisimo rescatar estas palabras, palabras que ayudarán a todos a mejorar nuestras ciudades porque el compromiso para desarrollarlas depende de todos, autoridades, profesionales y ciudadanos que juntos planifiquen con el único fin de mejorar la calidad de vida, habitabilidad y poder vivir feliz en comunidad conociendo nuestra identidad.