Debe ser que el personal anda al tanto de mis avatares con el colesterol, que han pensado que lo más aconsejable era no agasajarme en estas fiestas con cajas de vino y otros detalles culinarios. Así que uno -que es propenso al vino y al soborno, no necesariamente por ese orden- despedirá el año irremediablemente independiente.
No me queda otra que seguir ejerciendo en 2013 de periodista justiciero, con lo poco me gusta.
Así que continuaré escribiendo rumores con la pretensión de que incomoden cuánto más mejor. Y no lo hago por joder, sino porque soy periodista de los que todavía se cree este oficio. Seguiremos enredando, aunque a algunos politicos, banqueros -o ambas cosas al mismo tiempo-, les fastidien los comentarios a contracorriente.
Como a una destacada militante socialista le han molestado, no solo los nuestros, sino hasta los comentarios recientes de algunos de sus compañeros de partido. Tanto que en la asamblea del pasado sábado echó en cara que no le hayan respaldado en las últimas semanas. También el sábado contó con el apoyo del único que la ha respaldado públicamente con énfasis, más allá de lo protocolario.
Es aconsejable que a algunos políticos les suceda como a mí, que dejen de regalarles cosas para que, cuando no tengan que agradecer nada, puedan opinar libremente.
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