Buscando "casa de correos"

Correos estrena casa

El 15 de junio de 1958,  el servicio de Correos y Telégrafos de Granada comenzó a prestarse desde el flamante edificio alzado en Puerta Real.

Antigua Casa de Correos en Reyes Católicos
Antigua Casa de Correos en Reyes Católicos. Torres Molina/Archivo de IDEAL

 

Atrás quedó el viejo y angosto inmueble de la calle Reyes Católicos, frente a la Gran Vía, que había prestado este servicio desde hacía más de cincuenta años, cuando se trasladó desde la plaza del Carmen esquina con la calle Navas. En 1908 el gobierno de Antonio Maura formuló un ambicioso proyecto de reorganización del servicio de Correos en el que se planteaba la necesidad de la construcción de nuevos edificios.

Vallado del solar donde se construirá la Casa de Correos y Telégrafos en Puerta Real. 20/07/1949 Torres Molina/Archivo de IDEAL
Vallado del solar donde se construirá la Casa de Correos y Telégrafos en Puerta Real. 20/07/1949 Torres Molina/Archivo de IDEAL

 

 

Obras de construcción  Casa de Correos y Telégrafos de Granada en Puerta Real. Fecha desconocida. Torres Molina/Archivo de IDEAL
Obras de construcción Casa de Correos y Telégrafos de Granada en Puerta Real. Fecha desconocida. Torres Molina/Archivo de IDEAL

Las Juntas locales constituidas a tal efecto en todas las capitales de provincia, mandaron al gobierno las propuestas de solares donde podrían ser levantados. En Granada se ofrecieron dos solares, uno, en la esquina de Zacatín, donde se estableció más tarde el Banco Hispano, el segundo, donde se alzó el Instituto Nacional de Previsión. Entonces se calculó que el coste de la nueva sede, incluida el solar, sería de unas 400.000 pesetas. El proyecto se fue abandonando hasta que años después compró un edificio de la calle Duquesa que nunca llegó a ocupar y que más tarde sería la Comisaría. Años estuvo dando vueltas la búsqueda de una nueva ‘casa’. Hasta se le dedicó una caroca:

“Por fin se pudo encontrar

Solares que no son feos

Muy cerquita de Alfacar,

Para poder instalar

Nuestra casa de Correos”

Como los servicios que ofrecían iban en aumento, los departamentos de Giro y Caja Postal de Ahorros pasaron a los bajos del Banco de Bilbao, y más tarde, a un piso del edificio del Instituto Nacional de Previsión. El negociado de Impresos, con paquetes postales, paquetes-muestra, etc… que por el volumen de envíos no cabían en el viejo local de Reyes Católicos (además, una plaga de ratas provocó importantes daños en los paquetes), pasó a la calle Ballesteros, esquina a la Plaza de los Tiros.

Por último, recuerda IDEAL en su ejemplar del 15 de junio de 1968, antes de decantarse por la ubicación que ahora ocupa, se presentó un proyecto para que el edificio fuese erigido en la calle Reyes Católicos, a continuación de Telefónica.

Obras de reforma de la Plaza Isabel la Católica de Granada. 13/02/1964 Torres Molina/Archivo de IDEAL
Obras de reforma de la Plaza Isabel la Católica de Granada. 13/02/1964 Torres Molina/Archivo de IDEAL

 

La Gran Vía desaparecida

El siglo XX ha sido un siglo de obras ininterrumpidas en la Gran Vía. Desde que los jesuitas colocaran la primera piedra de la Iglesia del Sagrado Corazón el 4 de mayo de 1897, que fue el primer edificio que se construyó en la emblemática calle granadina,  se sucedieron el Hotel París (1907), el Colón (1909), el Coliseo Olimpia (1921), el Banco Matritense (1924), el palacete de los Müller, la Casa de la Perra Gorda o el edificio del Banco de España que se levantó en el año 1932, con lo que se remataba por completo la avenida. Durante más 35 años se sucederían los golpes de piqueta para levantar una vía al estilo de los bulevares de París, que permitiera a la flamante burguesía de abogados, industriales o catedráticos, pasear por amplias y luminosas calles de arboladas aceras.

La Gran Vía, con sus edificios modernistas de fachadas inspiradas en el estilo Gaudí, en consonancia con los nuevos gustos de la época, más ancha que las demás calles de la ciudad y mejor preparada para el tráfico rodado, terminaba, en un extremo, en el Campo del Triunfo, con el edificio de la Escuela Normal (obra del arquitecto Antonio Flores 1923-1933). Al otro lado, el cuello de botella formado en su confluencia con Reyes Católicos. En 1951, se elaboró un proyecto para prolongar la calle. En un principio se planteó continuar la Gran Vía hasta el Paseo de la Bomba, pero se topó con un primer obstáculo: la vieja casa de Correos.

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Colón rodeado por semáforos

En los primeros años de la década de los 60, los semáforos ‘crecían’ en la ciudad como setas de temporada. Comenzaron a instalarse en abril de 1958: «durante todo el día se trabajó en la apertura de las zanjas para la instalación eléctrica que partirán desde la acera del hotel Victoria, para cruzar hasta la ‘isla’ del refugio de tranvías en el centro del Embovedado; de allí partirá otro indicador hasta la altura de la nueva casa de Correos; otro para el cruce de Ganivet; una red que servirá para regular el cruce de Reyes Católicos, a la altura de Costales, y un último para el paso de Mesones, a la altura del café Granada» (IDEAL 17/4/58). En Reyes Católicos se instaló uno junto al Bernina, otro a la altura del edificio antiguo de Correos y el último en Gran Vía, al nivel de la calle Cárcel.

Artículo publicado en IDEAL el 17 de abril de 1958
Artículo publicado en IDEAL el 17 de abril de 1958

Contentaron a pocos, porque nadie entendía muy bien su funcionamiento (IDEAL incluso publicó en varias ocasiones el significado del color de las luces), y era divertido escuchar a los animados peatones decir a coro ‘¡Ahora!’ cuando se encendía la luz amarilla.

 

Siluetas animadas. Publicado en IDEAL el 10 de mayo de 1958
Siluetas animadas. Publicado en IDEAL el 10 de mayo de 1958

Así comenzó la historia… los semáforos funcionaban… cuando querían (en marzo de 1960, se adjudicó al contratista Roldán Girón, las obras de adaptación de un local que sirviera como taller de reparación de estos aparatos), pero poco a poco los ciudadanos se iban acostumbrando a ellos, e incluso los reclamaban. Por ejemplo, este periódico publicó una carta al director solicitando indicadores luminosos para la calle Calvo Sotelo (la actual avenida de la Constitución) tras el accidente que costó la vida a un niño.
También costó un poco ganarse el respeto de los ciudadanos y no eran pocas las crónicas que denunciaban lo costoso de la instalación para el poco caso que se les hacía.

Puerta Real. Publicado en IDEAL el 19 de abril de 1961
Puerta Real. Publicado en IDEAL el 19 de abril de 1961
14 de junio de 1962
14 de junio de 1962

El 17 de octubre de 1959 el pleno del ayuntamiento aprueba el proyecto para la instalación de la red de semáforos de la calle Recogidas por valor de 234.754 pesetas.

En el cruce de Calvo Sotelo con Gran Vía, otro de los primeros semáforos que se instalaron en la ciudad. Fecha desconocida. Torres Molina/Archivo de IDEAL
En el cruce de Calvo Sotelo con Gran Vía, otro de los primeros semáforos que se instalaron en la ciudad. Fecha desconocida. Torres Molina/Archivo de IDEAL

En aquel noviembre de 1964, por centrar esta historia en la efeméride que hoy ocupa esta sección, la reforma de la plaza Isabel la Católica plantó otros tantos, hasta el punto de que circular era complicadísimo. Las crónicas contaba que ‘crecieron’ doce semáforos en el cruce de la nueva plaza y decían que estaban tan cerca unos de otros que a los conductores les daba tiempo a memorizar los letreritos del monumento en su intento por girar de Reyes Católicos a Gran Vía. Nunca hicieron tanta falta los guardias urbanos, aquellos a los que el nuevo invento había desahuciado.

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Publicado en IDEAL el 17 de noviembre de 1964
Publicado en IDEAL el 17 de noviembre de 1964

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Granada se construye

«Granada crece por días», cuenta una información de IDEAL publicada el 17 de septiembre de 1947. Sus edificios se han quedado muy pequeños y estrechos y hacen falta unas 6.000 viviendas en la capital. Leído con la distancia de los años, parece que se trata del principio de la construcción desmedida, del fin de algunos edificios que eran patrimonio de la ciudad y de las aberraciones urbanísticas que han dado lugar a algunas barriadas que todos tenemos en mente. Había algo bueno: el redactor destaca que el paro en la albañilería era nulo. En la Acera del Casino se estaba construyendo el teatro Isabel la Católica y, junto a él, faltaban por terminar dos edificios de nueve plantas. A la entrada del Camino de la Sierra, se edificaba un bloque de viviendas de «tipo económico» con cabida para 100 familias. Los dos últimos solares que quedaban libres de la calle Ganivet se habían vendido y se preveía que en un plazo no superior a dos años, a falta de la Casa de Correos, sus vecinos estuvieran instalados y los negocios funcionando. Hasta IDEAL estaba construyendo su casa en la calle San Juan de Dios.

La tarea de ensanchar las calles era prioritaria y, sigue contando el redactor, «es mucha la necesidad de viviendas. Quienes a ello se dediquen hacen una obra social al tiempo que procuran una buena inversión para su dinero». Es cierto que el estado adelantaba hasta el 60 por 100 del valor de la obra en las llamadas viviendas de «clase media» y eximía del pago de impuestos, pero había otros problemas que afectaban a la construcción, como la escasez de hierro y cemento. Por doquier, desde el centro a las afueras, se veían, entre «modernas» obras de hormigón armado, trabajar a los albañiles «artífices encargados de vestir de ciudad lo que hasta hace poco fueron huertas y campos». A finales de los cuarenta todos lo celebraban, pronto, cuando la ciudad casi no se reconocía, los mismos cambiarían de opinión.

Isabel y Colón se mudan

Tengo una duda, queridos lectores, ayúdenme. El 22 de febrero de 1947 la portada de IDEAL informa: «Colón va a ser trasladado». El pie de foto del monumento dice que en la sesión municipal del viernes 21 de febrero de 1947 se aprobó el traslado de la estatua de Isabel la Católica y Colón que «en adelante, se colocaría formando eje con la Carrera del Genil». El traslado, según el primer presupuesto presentado, costaría unas 217.697 pesetas y, por supuesto, llevó consigo la polémica de si era o no necesario gastarse este pastizal en esta mudanza.  La obra se encargó con motivo del cuarto centenario del descubrimiento de América en 1892.

Y aquí está mi duda: yo siempre pensé que era esa su ubicación original hasta 1963, cuando el monumento llegó a la nueva plaza Isabel la Católica (en el solar de la vieja casa de Correos y el teatro de verano Gran Capitán), pero por la lectura de este texto parece que ocupó un emplazamiento anterior. ¿No les parece?

Juan Bustos contó en IDEAL la historia de la escultura obra de Mariano Benlliure. Decía que el célebre escultor valenciano lo realizó en su estudio de Roma y lo envió a Granada, vía Génova-Málaga.

¿A qué traslado se referirá el artículo publicado hace 65 años? Les agradezco su ayuda.