No lloréis mucho y bebéroslo todo esta noche, el último punk de Granada está ahora mismo sonriendo mientras todos nosotros estamos desangelados.
Está en el Parnaso de honor que se ha ganado a pulso junto su viejo amigo Strummer, Joe Strummer, al que tanto estaba echando de menos.
Está con todos los Janis, Lenon, Allman, Hendrix, Bolan, Bonhan, Brian y Moon, que cantaba Barón Rojo en su mítica cnación ‘Concierto para Ellos’. Con un poco de suerte, se habrán ya despertado Kurt y Amy y andarán todos tramando algo realmente envidiable.
Jesús Arias está en ese sitio entre el Cielo y la Tierra que ideó en esta vida a la derecha de Strummer y junto a Enrique Morente. No lloréis mucho. Es un privilegiado. Se están fumando unos cigarritos en un murete desde el que se ve la Alhambra y cantan bajito London Calling, los tres, mientras alguien aparece con una buena botella de whiski de al menos ocho años.
Jesús Arias se merece recordarle como a Sinatra afinando el piano en Las Vegas, es decir, en su salsa, en su mejor momento, en su etapa de máxima creatividad, esplendor, juventud y futuro.
Yo diría que ese momento fue aquel concierto del Festival de Rock del Zaidín de 1990, cuando tocaron una versión del inenarrable Johnny B. Goode de Chuck Berry que desbordaba electricidad, carisma y una energía incontrolable.
Lo recordaba al menos con nosotros cada dos por tres, entrecerraba entonces esos ojos listos y rápidos de uno que había visto ya la Puerta esa de Tanhausser y te contaba alguna historia. En mi particular caso, le escuchaba embobado sus historias sobre Joe Strummer. Me sabía de memoria su gira por aquella Euskadi ochentera preñada de odio y rock radikal vasko donde ellos sobrevivieron.
Y también recuerdo nuestra última conversación, cuando se inauguró la plaza dedicada al bueno de Joe Strummer. Me entró al día siguiente por el chat de Facebook para decirme que había decidido no ir. Y de hecho, no asistió. Pensaba que al propio Joe no le gustaría ese rollo de una plaza.
Sin embargo, me siguió escribiendo por el chat, a medianoche se puso a llover. Así que me dio como algo por dentro, me pillé la guitarra y unas birras y me fui de madrugada a la Plaza de Joe Strummer. Y allí estuve tocando, cantando, echando unas birras y unos cigarrillos, recordando los viejos tiempos para, al final, pensar que lo de la Plaza era una muy buena idea y que a Joe sí le hubiera gustado. me contó.
Así que, hoy, esta noche, le recordaremos con honor y una gran sonrisa, nos comeremos los mocos y las lágrimas y brindaremos por el último punk de Granada, un tipo entrañable, cariñoso y genial al que os aseguro, echaremos enormemente de menos.
Te queremos. Todos
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Juan Jesús García, crítico musical del periódico IDEAL, nos ha comunicado la noticia del fallecimiento de Jesús Arias, que le ha llegado a través de su hermano.
Crónica de su fallecimiento en este link