Granada celebra esta semana su primer seminario internacional Con Paz. Se trata de combatir la violencia sin violencia. Quieren compartir sus experiencias para ayudar a los vecinos de Granada que viven en los barrios de la Zona Norte, un distrito en el que el año pasado sucedieron tres asesinatos y donde las mafias de la marihuana han creado un problema de salud pública donde los cortes de electricidad son solamente uno de los efectos colaterales perjudiciales.
Su forma de trabajar nace de «la percepción de que los espacios públicos y las calles de nuestras ciudades pueden ser valiosos espacios de encuentro, de convivencia ciudadana intercultural. Pero también pueden convertirse en espacios de hostilidad, donde los conflictos no son regulados e impera el recelo y la desconfianza. Las comunidades, las ciudades y sus barrios son por tanto espacios privilegiados para construir una cultura de paz, para alcanzar una paz positiva que, como propone Vicent Martínez Guzmán, se sustente en la justicia social, el cuidado de las personas y en los Derechos Humanos».
Como nos recuerda la Carta de Maré – Manifiesto de las Periferias, las periferias son elementos centrales de la ciudad en tanto que “le proporcionan identidad, sentido y humanidad”. “Entender la ciudad en su pluralidad es reconocer la especificidad de cada territorio y al mismo tiempo afirmar la condición ciudadana y el protagonismo de todos sus residentes”. La construcción de ciudades de paz implica la realización del derecho a la ciudad para toda la ciudadanía y la colaboración multinivel de las administraciones públicas, profesionales y ciudadanos/as en el desarrollo de las políticas públicas. Con este seminario se busca conocer experiencias internacionales en el abordaje de las violencias y la construcción de espacios de paz en contextos de exclusión.
La presentación de este seminario fue el miércoles en el Ayuntamiento de Granada, donde conocimos a expertos venidos de Colombia y México, que compartirán aquí en Granada su experiencia en formar territorios de paz gracias a la cohesión social en su lucha contra el Narco.
También ha venido un profesor de la Universidad de Birmingham que documenta en el Gran Manchester los casos de violencia y abuso policial contra las minorías.
Por la noche, llegaron los brasileños, los que trabajan en las favelas. Tuve la suerte de conocerles y sumarme a la tertulia que siguió a la cena celebrada en un bonito restaurante de Granada. Me encantaron, su acento y su compromiso, sus ganas de trabajar y de ayudar, su absoluto convencimiento en la necesidad de encontrar soluciones para la gente que las necesita. Ella se llama Raquel Villadino, y es la directora del Observatorio de las Favelas de Rio de Janeiro. Nos dimos las buenas noches y nos citamos para seguir hoy.
Esta mañana, las sonrisas han sido lágrimas. Marielle Franco, ha sido asesinada a sangre fría. «Mujer feminista, negra e hija de la favela. Así se definía Marielle Franco, la quinta concejala más votada en las pasadas elecciones municipales de Río de Janeiro (Brasil), celebradas en 2016. Este miércoles, Franco fue asesinada en el centro de la ciudad tras participar en el debate Mujeres negras moviendo estructuras», escribe en La Marea Luna Gámez.
Los expertos nacionales e internacionales, los trabajadores sociales, los técnicos municipales, los miembros de Anaquerando, los de ICI, todos los participantes, han guardado est amañana un minuto de silencio en recuerdo de Marielle Franco, víctima de la violencia en su lucha por la paz. Las favelas han llorado en Granada. Y las lágrimas de Raquel Willadino, directora del Observatorio de las Favelas de Río de Janeiro son la prueba de que hay que luchar, de que todo el camino está por recorrer. De que el mundo es de los valientes, que pagan con su propia vida su lucha por un mundo mejor.
Comunicado del Seminario Internacional Con Paz