Autor: Javier F. Barrera

31 días de Agosto: Son como hormigas

(Agosto Día 1)

El ruido que surge cuando aprietas el pulsador del bote de insecticida es un siseo de muerte. Como el de la serpiente que te aterroriza en sueños susurrando su beso letal de veneno y dolor. Te levantas por la mañana en tu colchón, tendido en el suelo por el azote de una noche de pasión que te dejó sin vergüenza y sin camastro, desvencijado como el amor que te dio, y te encuentras rodeado de hormigas. Ni siquiera llegas a ser un digno protagonista de una novela de Kafka -«Una mañana, tras un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se despertó convertido en un monstruoso insecto-. Pero siguen ahí. Recorren cada rincón de tu habitáculo como tú hiciste aquella noche con su cuerpo. No hay lugar negro y sin luz que no encuentren. De ahí el siseo que surge del bote de insecticida, que utilizas para perseguir las malditas hormigas que te recuerdan aquella noche de amor. Buscas una canción dentro de tu cráneo que acompañe por fuera la matanza de estas estúpidas hormigas y por dentro los recuerdos que te queman, más estúpidos todavía. No está mal para comenzar el primer día de agosto.

 
RECOMENDACIONES
-La metamorfosis o La transformación (Die Verwandlung, en su título original en alemán) es un relato de Franz Kafka publicado en 1915 que narra la historia de Gregorio Samsa, un comerciante de telas que vive con su familia a la que él mantiene con su sueldo, quien un día amanece convertido en un enorme insecto. Fue incluida en la serie Great Books of the 20th Century (Grandes libros del siglo XX), publicada por Penguin Books.
Barón Rojo. Su elepé Volumen Brutal, de principios de la década de los ochenta, es un soplo intenso de aire fresco que te congela las venas y te da sopores. Así, al mismo tiempo.
-Los tebeos protagonizados por El Hombre Hormiga, de la Marvel, que también tiene una peli genial, así como una intervención gigantesca en la gran batalla de Civil War, entre los dos grupos de Vengadores creados ante una ley un tanto fascistoide

NUEVA SERIE DE VERANO:
-31 días de Agosto / #31diasdeagosto
-La idea es recomendar rodeado de palabras con algún que otro sentido las canciones, textos, lecturas, libros, poemas, cómics, paisajes, palabras mientras agosto sigue pasando las hojas del calendario.
-Puedes participar con tus recomendaciones a través de los comentarios, con la etiqueta #31diasdeagosto en Twitter y Facebook

UNO A UNO
Son como hormigas (Agosto Día 1)

Día del Orgullo Gay: Ana estaría orgullosa


 

Ana Munain lo fue todo en mi vida.
Ana se murió hace ya mucho con treinta añitos y, me pesa tanto todavía que se me han vuelto a saltar las lágrimas.
Cada mes de junio, cualquier noche de entre semana, vuelvo a ir al Candela por si aparece.
En 2002, antes de partir, leyó unas palabras increíbles de esas que solo ella sabía encontrar.
Este es el texto que leyó tras la manifestación del Orgullo Gay en la Plaza del Carmen, bajo la bandera arco iris:

 

La doble oscuridad

Llegué a Granada en 1992, justo un día antes de que se muriera Camarón de la Isla. Tenía 24 años, llegaba desde Bilbao, era licenciada en Filología, Master en Periodismo y lesbiana. De esas lesbianas que van un poco a su aire. Me explicaré: la norma burguesa dice que una puede ser lo que quiera mientras sea discreta. Es decir, que sólo en el ámbito privado se puede expresar la diferencia, cualquier diferencia, en este caso la sexual. Es una norma cruel, pero a las sociedades conservadoras les parece que es incluso un gesto democrático, un gesto tolerante y magnánimo. Así que llegué a Granada con la lección muy bien aprendida. Si has nacido en el epicentro de un barrio burgués, y tu familia es de Bilbao de toda la vida, algo te dice que lo mejor es que pongas pies en polvorosa si quieres vivir libremente tu sexualidad. Supongo que, entre otras cosas, eso me dije al llegar a Granada. Nunca había militado en ninguna asociación, ni me había manifestado y ni siquiera frecuentaba los cafés y locales de la ruta gay, que en Bilbao son cuantiosos y veteranos. Mi corta experiencia asociativa se limita al carné de fútbol del Athletic de Bilbao y al Círculo de Lectores. En Granada encontré una ciudad curiosa: profundamente conservadora, hasta tocar la ranciedad, pero poseía (y posee) una capa de población de artistas tan numerosa, de estudiantes de paso, de extranjeros residentes, etc, etc, que dentro de la ciudad podías encontrar otra más abierta, más relajada, incluso más extravagante y loca. Si a eso unimos esa capacidad de Granada para el ‘dolce far niente’, parecía un sitio muy recomendable para sentar los reales. Se oía hablar de la mafia rosa en el mundillo cultural, una logia de homosexuales que controlaba la vida cultural de Granada; trabajé en la sección de cultura del periódico y les juro que nunca me tropecé con tal mafia. Pero también es cierto que todos los homosexuales que conocí eran hombres y si tenían algo de influencia, si se buscaba su opinión o si cortaban el bacalao de la cultura, siempre eran hombres. De las mujeres, lesbianas o no, no había ni rastro. De vez en cuando te cruzabas con alguna por la calle, había un par de bares de cierta tradición (La Sabanilla y La Sal), pero me llevó cerca de cuatro años en Granada encontrar mujeres lesbianas.La realidad diaria de una mujer lesbiana es dura, en Bilbao, Granada o Pernambuco. ¿Cómo seguir el filo delgado del lema ‘ni me escondo ni me expongo’? Creo que es una actitud bastante generalizada, sobre todo en el caso del lesbianismo. Nadie nos ve, hay encima una doble oscuridad que hace que el colectivo lésbico (si la palabra colectivo es pertinente) sea bastante opaco. Nuestra primera oscuridad es ser mujeres; la segunda, ser lesbianas. Es decir, que no pintamos nada. Ni siquiera tenemos el glamour, las lentejuelas y los tacones de plataforma de los homosexuales masculinos más osados y lúdicos. Ni siquiera somos un sector de consumo tan poderoso como el gay. Pero ¿se imaginan un mundo donde las mujeres no sean definidas en función de los hombres? Probablemente esto es lo más divertido del lesbianismo, la posibilidad de fraguarte un mundo a medida. Cada vez que regreso a Granada encuentro a la ciudad revolucionada, para después verificar que sigue fiel a su estatismo. Recuerdo noches muy divertidas en los pubs Fondo Reservado, en el Local y en Al Pie de la Vela, que es lo más kitsch que conozco, pantera con diamantes incluida. También recuerdo que en esta ciudad se fraguó mi identidad como mujer lesbiana; aquí empecé a reconocerme y conocí a mujeres con mejor información que yo, planteamientos inteligentes que me dieron esa llave hacia la habitación propia que Virginia Woolf recomienda a toda mujer. Sigo sin asociarme a nada y ya no me pregunto a mí misma si me escondo, me expongo, voy, vengo, subo o bajo. Una tiene la certeza de quién es y sobre todo, quién desea ser. Esa certeza me la regaló Granada y es una forma hermosa de descanso. Lo demás esta aún por hacer. Pagamos impuestos y seguros sociales, como todo el mundo. No sé por qué tenemos que exigir que contemplen nuestros derechos cívicos básicos, ni por qué la orientación sexual te deja fuera de un sistema que sí te tiene en cuenta a la hora de recaudar. Ningún gobierno laico debería tener dudas sobre la total equiparación de derechos, sobre todo porque ningún gobierno laico debería poseer el derecho a censurar por cuestión de orientación sexual. Lo recoge la Constitución. En Bilbao, en Granada y en Pernambuco.

 

Spiriman Ye-Yé: Yeah & Ya

Spiriman se ha vuelto Ye-Yé. Sí, por las yes o íesgriegas de sus dos reivindicaciones: Yeah, sí; pero también y ahora más que nunca, dice, ya.  El primer Yeah es el ya histórico «Dos hospitales completos». Pero ahora, tras alcanzar las plataformas por la sanidad pública e Granada el acuerdo con la Junta de Andalucía para le proceso de desfusión hospitalaria en Granada, al «Yeah» de marras se le ha añadido un clamoroso «¡YA!».

Y es porque no se fían. Por eso acusan a la Junta de «retrasar» el acuerdo de desfusión y siguen pidiendo las dimisiones de los responsables.

LAS FECHAS DE LA FUSIÓN A LA DESFUSIÓN
-21 de noviembre de 2014: Orden de la Junta de Andalucía que unificó los hospitales San Cecilio y Virgen de las Nieves en el Complejo Hospitalario Universitario de Granada
-7 de febrero 2017: El acuerdo para la desfusión hospitalaria se alcanzó entre la Junta de Andalucía y la plataforma por la sanidad pública en Granada el 7 de febrero de este año.
-27 de febrero de 2017: El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) publica la orden de la Junta de la desfusión, de acuerdo con el compromiso adquirido por el Gobierno andaluz en el acuerdo suscrito el pasado 7 de febrero entre la Consejería de Salud y las plataformas sanitarias de Granada.
-1 de junio de 2017: El proceso ahora abierto es el de adaptación de las estructuras de dirección existentes en la actualidad a lo establecido en la  orden, acomodando su funcionamiento y competencias a la nueva demarcación territorial de áreas hospitalarias que se establece. Para ello, el Gobierno andaluz se da seis meseshasta finales de agosto–, a pesar de que cuenta con documento aprobado en el Parlamento autonómico que le adelanta el plazo al 1 de junio de 2017.

Habra que ver ahora si, independientemente del ánimo, interés y compromiso de la Junta de Andalucía por cumplir el plazo previsto de verano de 2017 para completar la desfusión hospitalaria en Granada, lo cumplen.

Y no es por criticar ni tampoco por malmeter, pero así de repente, y que yo sepa, no recuerdo NI UN SOLO PROYECTO que la Junta de Andalucía haya cumplido a tiempo , en plazo, en tiempo y forma, en Granada. ¿Empezamos? Ni Metro, ni AVE, ni Autovías ni el Teatro de la Ópera ni…. Bueno, y ahora que lo pienso, ni la Junta de Andalucía ni el Gobierno del país desde la Moncloa.

Tendremos que denunciar a todos y lo mejor es que nos los juzgarán a todos en el TSJA, en esas salas de lo penal que van a poner nuevecitas en Sevilla y Málaga.

El Albaicín, en la UVI

Mi amigo Nelson, guanche con negocio vivo y exitoso en el Albaicín, me contaba hace ya una década que este barrio Patrimonio de la Humanidad iba camino de convertirse en un parque temático con tres tribus que vivían juntas pero de espaldas: albaicineros, perroflautas y turistas. Nelson dio en el clavo. Y de aquí surge el primer problema del barrio, la despoblación y todas sus consecuencias, como la ausencia de un entramado comercial. Del segundo surge, es complicado decirlo, una sensación de impunidad y de cierta inseguridad y que haya espacios públicos privatizados, como por ejemplo, las cuevas de San Miguel. Del tercero nace la depredación a la que se han visto sometidas para morir de éxito ciudades como Barcelona o Venecia, que muchos ven cómo han perdido el alma al dejarse mecer en manos y patas del bercerro de oro.

Entre medias queda un rosario de desencuentros personales e institucionales que mantiene el barrio más bien paralizado. El Plan Albaicín, la herramienta que debe regir el desarrollo de este barrio, está caduca desde hace un cuarto de siglo y ha sido durante los últimos diez años arma venenosa que ha enfrentado al Ayuntamiento hasta el año pasado del PP con la Junta del PSOE. Solo para empezar. El tráfico, el aparcamiento, el transporte público, la peatonalización, la suciedad, la falta de limpieza, la inseguridad, la contaminación visual, la contaminación lumínica, la contaminación acústica, los solares vacíos, el envejecimiento de la población, el aislamiento, las pintadas, la falta de inversiones, la ausencia de un espíritu que conecte a vecinos con visitantes, moradores y turistas con la historia del barrio y también con las instituciones. Todo esto, con el barrio hermano del Sacromonte, hacen que el Albaicín esté en la UVI.

La buena noticia es que el movimiento vecinal se ha revitalizado en el Albaicín. Que muchos vecinos, al principio de la década, se unieron en torno a la Plataforma SOS Albaicín para hacerse oír dado que la asociación de vecinos del barrio estaba politizada y era una mera extensión del gobierno municipal del PP, criticaron entonces. Dieron un paso más y en la penúltima convocatoria montaron candidatura y dejaron en la presidencia al conocido Chavalote, con idea de utilzar sus contactos y su relación con el entonces alcalde, el popular José Torres Hurtado. Esta vez, la semana pasada, se han presentado y han ganado. De lso 16, una buena parte son de SOS Albaicín, pero hay vocales, y al rpesidenta, que son simplemente albaicineros y activistas del movimiento vecinal. La buena noticai es que desde esta independencia política vienen a trabajar juntos por un barrio que es de todos.

CRÉDITOS
-La foto de Alfredo Aguilar refleja el esplendor de la Alhambra y el deterioro del Maristán. Una buen ametáfora del rpesente del Albaicín.

 

Grafitis 1 – Pintadas 0

Van ganado los grafitis. Van perdiendo las pintadas. El arte urbano que representan los primeros debe permanecer. La falta de educación y de ciudadanía debe desaparecer con las segundas, las malditas pintadas que afean la ciudad. El debate debe ser sobre los grafitis. El consenso sobre las pintadas. Hay que ayudar a los artistas urbanos, a los escritores, a que desarrollen su creatividad. Hay que articular soluciones, buscar espacios, crear protocolos y aprovechar que Granada es una potencia en arte urbano y está reconocida internacionalmente como tal.

Es cierto que los grafiteros son como un grito de rebeldía y que pintan o escriben, como dicen ellos, para expresarse. también es cierto que más allá del quebranto de las leyes, saben que su arte, por definición es efímero y sujeto a las inclemencias meteorológicas, al paso del tiempo. O, directamente, a que te repinten encima, como ha pasado tantas veces. La última, por señalar, el ‘ecce homo’ que han hecho al retrato de Joe Strummer de los Chas en su propia placeta.

Otro reto que hay que resolver y que es asimismo peliagudo es el derecho que tiene cualquier ciudadano a privatizar un espacio público. Es decir, por qué un grafitero puede pintar en tal pared y a un ciudadano que pase por allá todos los días le tenga que gustar, tenga que aceptarlo y transigir. Si el espacio de la ciudad es de todos, todos podrán opinar sobre lo que se ahce con él. Sin ánimo de polémicas pero con ganas del debate, ánimo a crear un espacio de discusión al respecto. Y aviso que me pondré de parte de los grafiteros, por supuesto.

Para demostrar mi posición, me he pillado mi cámara de fotos y he fotografiado unos cuantos que me parecen que tiene cada uno de ellos y a su manera, un toque especial. Que habría que buscar la forma de protegerlos y de que tengan todas las bendiciones de las administraciones, sí; pero también de los vecinos que van a convivir con ellos.

Claro, lo que me interesa es saber tú qué opinas