Categoría: Música

091: Cuando el Ruido era Rosa

Especial Ideal

ESPECIAL DEL DIARIO IDEAL SOBRE EL REGRESO DE 091 (En este link)

Crónica de una década: Cuando el Ruido era Rosa

1990. 25 años y una licenciatura en Periodismo bajo el brazo. Llego a Granada como becario del periódico IDEAL. Pagan 45.000 pelas al mes. Una pasta. La primera noche, cuando salimos de la Redacción, me llevaron a cenar un bocata al Frankfurt Bocanegra de Pedro Antonio. En aquel entonces, la calle Pedro Antonio de Alarcón era tan conocida o más que la Alhambra. Si tenías 25 años y pegabas en Granada ibas a allí de marcha. Ya tendrías tiempo para ir en algún momento a la Alhambra. Así fue. Tuvo que ser el último día de nuestras prácticas en IDEAL, a finales de septiembre, cuando mi compañero Carlos Morán y yo sacamos tiempo para visitar el monumento. Nos impactó de forma determinante. Nos hizo suyos para siempre.

Antes de dejarnos seducir por las armonías nazaríes, tuvimos tiempo para conocer todos los recovecos de Pedro Antonio de Alarcón, por otra parte admirado periodista accitano que pasa por ser el primer corresponsal de guerra de la historia con sus ‘Cartas Marruecas’. Así que, de algún modo, queríamos pensar que salir de marcha por Pedro Antonio era una extensión periodística de homenaje a un insigne maestro. No teníamos ni morro ni nada.
El epicentro era la plaza Eisntein. Ahí se mezclaban todas las tribus de la ciudad: pijos, universitarios y rockpoperos. Cada uno tenía su garito, así más o menos. Brillaba como ninguno ‘El Cúpula’. Era donde todo empezaba. Luego nos íbamos desparramando por el Factoría y aledaños, pero si había una visita obligada tras ‘El Cúpula’, era ‘El Ruido’.

‘El Ruido’ era ‘El Bar’. Pero todavía no se había convertido, en aquél lejano y más que añorado 1990 en lo que puede ser ahora, un ‘The Cavern’ granadino con solera para sentar cátedra, imán y santo y seña en cualquier plaza musical. Era un bar desaliñado, de color rosa chicle. Bajabas las escalericas de la calle Sol y una vez traspasada la puerta te empotrabas con la barra, que estaba a la izquierda. Luego a la derecha, cuando doblabas el mostrador, se abría un hueco donde lucían unos posters de la mítica década de los sesenta, con sus grupos emblemáticos. Luego estaba el baño y al fondo pasaban cosas.

Nosotros, los del IDEAL, una banda de periodistas que en aquellos momentos se componía del Morán, del Guerrero, del Forcada, del Fuentenebro, del Juan Enrique Gómez y Merche su mujer, del Jotajota que es nuestro J. J. G. y de muchos más que me perdonarán que no los cite, nos acodábamos en la barra justo en la entrada. El camaretas que había siempre nos ponía AC/DC en cuanto nos veía. Un detalle que siempre le agradeceremos.

El bar ni era famoso ni nada. Estaba como empezando y ahí nos poníamos morados todos de copas escuchando música buenísima.Se ligaba a raudales pero no había chicas grupies. No todavía. Había amigas. Pactábamos entrevistas con los músicos que por allí pasaban y atesoramos millones de anécdotas. Por citar una, que creo que ya se puede contar, una vez Fuentenebro entrevistó a Antonio Arias para su sección de cada lunes ‘La persona y el personaje’. Fue una entrevista magistral en la que se entraba a fondo de la escena, vidas y costumbres de la escena musical granadina. A calzón quitado, sin paños calientes. Fueron también preguntas adecuadas, incisivas y respuestas valientes.

La anécdota es que el mismo lunes en que se publicó la entrevista en el IDEAL Antonio Arias telefonéo al Fuentenebro para comunicarle que “mis padres me han puesto las maletas en la entrada” tras conocer los entresijos de la vida de su hijo. Nos mondábamos todos de la risa. Y valga ahora, 25 años después, un sincero reconocimiento para todos los padres y madres que nos han hecho ser lo que somos ahora. Gracias en nombre de todos.

Ese mismo verano de 1990, en septiembre, nos fuimos todos de cabeza al Zaidín Rock, que se celebraba en la calle Primavera. Fascinante Mondo Bizarro un festival gratuito en el que todo dios estaba divirtiéndose de lo lindo. Tocaron Ilegales. Fantásticos. Un furor. Pero también fue el más memorable concierto que nunca TNT ofreció en su vida, con un Johnny B. Goode que pasa a la historia como una de las mejores versiones de la eterna canción del Gran Chuck Berry.

Pero es que, después, cuando terminaban de tocar, bajaban del escenario y nos juntábamos todos a beber birras hasta que saliera el sol. Bueno, se bajaban a beber birras con J. J. G., que era y es el crítico musical del IDEAL. El mejor que hay suelto, incombustible y pletórico. Fuentenebro también escribía y tenía una sección fija semanal a medias con J. J. G. y se llamaba A Rock con Leche.
Eran buenos tiempos para la música. Los Cero tocaban por todos lados. TNT estaba que se salía. La Guardia estaban en Los 40 Principales y empezaban a surgir grupos como setas. Una cosecha que hoy en día es Marca Granada, de la que sentirse potentemente orgullosos con unos Planetas que son admirables. Únicos.

1991 parecía ser un buen año. Me quedé en Granada a currar en el IDEAL y la vida se desempeñaba entre las horas de la Redacción, las peleas con los tipos del Taller, ahora desaparecido, y los conciertos en el Planta Baja, las cañas en ‘El Cúpula’ y las copas en ‘El Ruido’ y en ‘El Local’ de Gabriel Estévez, el bar más tralará que he conocido en toda mi vida. Allí lo mismo te topabas con Miguel Ríos planeando discos y giras con Carlos Cano que a Massiel por los suelos cantando en directo o al Duque de Cádiz hinchándose a copas después de una jornada de esqui y con el chófer con el automóvil en la puerta del bareto mítico de la calle Puentezuelas.

Granada era así. No habia botellón y Pedro Antonio estaba ‘on fire’. Hirviendo. Un día entrabas en ‘El Ruido’ y, como quien no quiere la cosa, acababas tomando cervezas con Joe Strummer.

Sí. Con Joe Strummer. El de los Clash. El del Spanish Bombs. El padre de Jimmy Jazz. Fumando, bebiendo y chapurreando un castellano macarra pero con tal carisma y bondad que el mito te enternecía. Nos lo presentó el gran Jesús Arias, su íntimo amigo, y acabamos todos bailando el London Calling en El Local mientras él se moría de la risa, emocionado y rodeado de nuestra admiración. Supongo que todos nos acordarmos de los días más felices de nuestra vida y los tenemos más o menos apuntados en su orden.

Desde luego, una noche de birras con Joe Strummer cae directamente en la Pole Position. Guardo su autógrafo como oro en paño y debo decir que solo tengo dos autógrafos porque solo he considerado importantes en mi vida a dos personas como para pedirles autógrafos: Joe Strummer y Han Solo, a quien conocí en el Festival de Cine de San Sebastián estrenando La Guerra de las Galaxias.

Cuando el bueno de Joe cometió la estupidez de morirse, Carlos Morán me pidió que abriera una página en Facebook que reclamara una calle o plaza en su memoria. Todos sabemos que entre todos los conseguimos y Granada, en el Realejo, tiene una plaza dedicada a Joe Strummer, herencia y símbolo de toda la época que ahora comparto con vosotros.

La inauguración, con un concierto ‘tutti fruti’ fue buena prueba de ello. Revelaré ahora las palabras que me escribió Jesús Arias al día siguiente de la inauguración. “No quise ir a la inauguración. Pensé que a Joe no le hubiera gustado una plaza con su nombre. No era su estilo. Pero esa noche del 20 de mayo comenzó a llover. Y llovió todo. Interpreté que quizá era alguna señal de Strummer y decidí pillar la guitarra y me fui a su plaza. Me senté en ella bajo la lluvia, de madrugada y empecé a tocar. Y sí, creo que sí le hubiera gustado”. A mí, Arias, Don Jesús, me volvió a emocionar con estas palabras hace dos años.

Llegó 1992 y España eran las Olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla. Nosotros, a lo nuestro. 1992 suponía el segundo aniversario de la sección A Rock con Leche y decidimos celebrarlo por todo lo alto. Y vaya que si lo celebramos. Organizamos un concierto gratuito titulado ‘2º Aniversario, A Rock con leche’, y llenamos la Feria de Muestras de Armilla . El plantel de grupos, increíble. Si no recuerdo mal: Dr. Feelgood, Los Enemigos, Amparo Blues Stop y los granadinos 091 y Bankillo de Akusados. En aquella ocasión, los Cero andaban muy liados y solo pudieron acudir Lapido y Pitos. Y se comprometieron a cantar ‘a capella’, que es como antaño se decía a lo que ahora se llama ‘unplugged’. El éxito fue tal que desde aquel entonces, en todos sus conciertos paraban y repetían este momento y cantaban ellos solos con la guitarra de Lapido. Habíamos metido a 8.000 personas, les hacíamos bailar y éramos felices.

1993 fue el Momento. La dirección de IDEAL nos encargó un suplemento semanal que se dedicaría al ocio, a la música, a las artes. Se llamó Zarabanda y era de obligada lectura para enterarte de todas las movidas que ocurrían en Granada. Sacamos a todos los grupos, los entrevistamos, regalábamos entradas y fuimos patrocinadores oficiales del Espárrago Rock, que después de celebrar cuatro ediciones en Huétor Tájar, donde empezó en 1989, saltaba de la mano de la mitica Munster de Francis Cubero a Granada.

Era 1993 y en IDEAL de la mano de Zarabanda vivíamos en primera persona el protagonismo de la escena musical de Granada, con las bandas más potentes de todo el país, dos festivales que son punta de lanza en Europa, el Zaidín Rock y el Espárrago Rock, que incluso era anunciado en la MTV, y un suplemento todos los viernes en el periódico de la ciudad y su provincia en el que tratábamos de contarlo todo. Como os podeis ir imaginando, no nos aburríamos nunca.

Estos años, mi pequeña Edad de Oro, y sin haber cumplido los treinta, tienen su punto final. Y es el Concierto de Maracena. Bueno, los conciertos. 091 se iba de gira y se despedía 14 años después de su público. Elegía el Anfiteatro de Maracena para dos conciertos. Guardo todavía mi acreditación de prensa.
El penúltimo concierto de los Cero fue en Jaén.

Juan Antonio Palma a las fotos y Santiago Sevilla al Bic cubrieron el concierto. Las fotografías de Palma y el texto de Santi forman una pieza periodística brillante, con ritmo y sentido, para enmarcar. Le dedicamos el Zarabanda del viernes previo al Concierto de Despedida a los Cero. Portada, crónica de Santi y luego páginas y páginas con recuerdos, valoraciones, opiniones y, sobre todo, mucha poesía. Solo hay un grupo que en fuerza y letras se puede igualar a 091. Y es Extremoduro. Con eso creo que queda dicho todo.

El Concierto de Despedida de los Cero no solo fue el del adiós. También supuso para toda nuestra generación ir haciéndonos mayores, cambiar de vida, ennoviarnos y empezar a sentar la cabeza. Zarabanda desapareció como desaparecen las lágrimas en la lluvia, la década, el siglo y el milenio empezaban a diluirse y todo se mezclaba, cambiaba y nosotros también. Nos quedan estos recuerdos y algunas letras.

Muchos besos y ausencias terribles. Pero sabemos que cuando los Cero vuelvan a tocar, ahora que se ha confirmado su regreso, y lo ha publicado en exclusiva IDEAL, ahí nos encontrarán de nuevo, con más años y más puñaladas, pero con sangre nueva que se llama Celia, Amanda, Teo,Julia, Joserra o Andrés, que como hemos sido buenos padres y madres, los tenemos bien enseñados y se saben las letras de las canciones de los Cero de memorieta.

Me despido con esta mi nueva reencarnación, el guiño de Lapido en el Concierto de Despedida. Si quieres te lo cuento, pero te recomiendo que hagas click en el vídeo del concierto.

Jesús Arias: El último punk de Granada

Arias y Strummer

No lloréis mucho y bebéroslo todo esta noche, el último punk de Granada está ahora mismo sonriendo mientras todos nosotros estamos desangelados.

Está en el Parnaso de honor que se ha ganado a pulso junto su viejo amigo Strummer, Joe Strummer, al que tanto estaba echando de menos.

Está con todos los Janis, Lenon, Allman, Hendrix, Bolan, Bonhan, Brian y Moon, que cantaba Barón Rojo en su mítica cnación ‘Concierto para Ellos’. Con un poco de suerte, se habrán ya despertado Kurt y Amy y andarán todos tramando algo realmente envidiable.

DOCU_IDEAL

Jesús Arias está en ese sitio entre el Cielo y la Tierra que ideó en esta vida a la derecha de Strummer y junto a Enrique Morente. No lloréis mucho. Es un privilegiado. Se están fumando unos cigarritos en un murete desde el que se ve la Alhambra y cantan bajito London Calling, los tres, mientras alguien aparece con una buena botella de whiski de al menos ocho años.

Jesús Arias se merece recordarle como a Sinatra afinando el piano en Las Vegas, es decir, en su salsa, en su mejor momento, en su etapa de máxima creatividad, esplendor, juventud y futuro.

Yo diría que ese momento fue aquel concierto del Festival de Rock del Zaidín de 1990, cuando tocaron una versión del inenarrable Johnny B. Goode de Chuck Berry que desbordaba electricidad, carisma y una energía incontrolable.

Lo recordaba al menos con nosotros cada dos por tres, entrecerraba entonces esos ojos listos y rápidos de uno que había visto ya la Puerta esa de Tanhausser y te contaba alguna historia. En mi particular caso, le escuchaba embobado sus historias sobre Joe Strummer. Me sabía de memoria su gira por aquella Euskadi ochentera preñada de odio y rock radikal vasko donde ellos sobrevivieron.

Y también recuerdo nuestra última conversación, cuando se inauguró la plaza dedicada al bueno de Joe Strummer. Me entró al día siguiente por el chat de Facebook para decirme que había decidido no ir. Y de hecho, no asistió. Pensaba que al propio Joe no le gustaría ese rollo de una plaza.

Sin embargo, me siguió escribiendo por el chat, a medianoche se puso a llover. Así que me dio como algo por dentro, me pillé la guitarra y unas birras y me fui de madrugada a la Plaza de Joe Strummer. Y allí estuve tocando, cantando, echando unas birras y unos cigarrillos, recordando los viejos tiempos para, al final, pensar que lo de la Plaza era una muy buena idea y que a Joe sí le hubiera gustado. me contó.

DOCU_IDEAL

Así que, hoy, esta noche, le recordaremos con honor y una gran sonrisa, nos comeremos los mocos y las lágrimas y brindaremos por el último punk de Granada, un tipo entrañable, cariñoso y genial al que os aseguro, echaremos enormemente de menos.

Te queremos. Todos

MÁS INFORMACIÓN
Juan Jesús García, crítico musical del periódico IDEAL, nos ha comunicado la noticia del fallecimiento de Jesús Arias, que le ha llegado a través de su hermano.
Crónica de su fallecimiento en este link

El Pop granadino, Tremending Topic #Radio3Granada

Lori Meyers

El Palacio de Congresos acoge una ‘cumbre’ del pop y el rock con motivo de un programa especial sobre música granadina. La crónica la firma Juan Jesús García y empieza así: A partir de las 11.30 horas, se celebra una ‘cumbre’ del pop y el rock –más del primero– en el Palacio de Exposiciones y Congresos con motivo del programa especial que la emisora estatal Radio 3, de Radio Nacional de España, le dedica íntegramente a la música granadina.

Granada «tiene nombre de bomba», decía Jesús Arias, y han recogido el envite los redactores de R3 dispuestos a encender la mecha.

Planetas

Los responsables de la emisora aseguran que tenían «muchas ganas de celebrar esta fiesta en uno de los caladeros históricos de la historia del pop en España». Aseguran que Granada es «una cantera que viene expulsando gemas preciosas con forma pop desde el inicio del género.

Cartel Pop

Con Miguel Ríos todo empieza, abrió los caminos para todos. Otras bandas como Los Ángeles, produjeron un fenómeno más local, y su influencia ha llegado hasta los tiempos de Lori Meyers.

Así es la escena granadina: contagiosa. Un mundo que flota con Los Planetas, llora con Morente y golpea con Lagartija Nick. La base de operaciones de Joe Strummer, que también dejó un eco contundente en las bandas de la ciudad».

El cartel lo forman nombres como Planetas, Lori Meyers, Niños Mutantes, Antonio Arias, José Antonio García o Eskorzo, que actuarán junto a promesas –en algunos casos ya realidades– como Napoleón Solo, Soleá Morente, Aurora, Pájaro Jack, Trepàt y Royal Mail.

La repercusión de este concierto ha sido tal que está siendo Trending Topic en las Redes Sociales durante todo el día. Menos mal que en Granada, no todo es el partido contra el real Madrid…

Radio3Granada TT

 

Radio3Granada

Strummer en versión española

StrummerOKOK

¡Buenas noticias!
El documental sobre las aventuras españolas de Joe Strummer ya ha sido estrenado. En la web oficial ‘I need a Dodge’ (Link a la home page) se anuncia que la primera proyección fue en Nueva York el día 11 de este mes y que se proyectó este pasado domingo día 26 en Barcelona.

El próximo día 30 se vuelve a proyectar en BCN y ya hay confirmadas las siguientes proyecciones:
-Madrid. 1 de noviembre
-Bilbao. 1 de noviembre
-Pamplona. 1 de noviembre
-Y ya salta a Montevideo y México DF

Puedo avanzar que la semana pasada estuvimos chateando con el director de ‘I need a Dodge’, Nick Hall, y nos confirmó su especial interés por proyectar el documental en Granada. Se baraja la posibilidad de hacerlo en el palacio de los Condes de Gabia o en la Biblioteca de Andalucía.

En cualquier caso, hablamos con Nick Hall que después de la proyección pincharemos un barril y también habrá sesión con DJs. Esta todo por hacer, pero ilusión y ganas no faltan.

Os dejo con el tráiler y con un par de links sobre el documental
-En RTVE
http://www.rtve.es/noticias/20141023/tiene-usted-coche-joe-strummer/1034260.shtml
-En ABC
http://www.abc.es/20121014/cultura-cine/abci-strummer-dodge-clash-201210111152.html
-En El País
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/01/14/actualidad/1358180710_285425.html

‘I Need a Dodge!’ Trailer from Tindog films on Vimeo.

Zona Norte: El Efecto Extremoduro

Extremo01

El Efecto Extremoduro es lo contrario de la Gentrificación (Lee la explicación del concepto en esta entrada de la Wikipedia).

Gentrificación (del inglés, gentrification) es un proceso de transformación urbana en el que la población original de un sector o barrio deteriorado y con pauperismo es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo a la vez que se renueva.

El Efecto Extremoduro es la constatación que el rock y la poesía pueden impregnar de vida un barrio declarado Zona de Transformación Europea, donde la crisis lacerante se ceba a diario con miles de vecinos.

Esta es la historia de un concierto, que cuenta Pablo en esta magnífica crónica ‘Extremoduro enciende al barrio de Almanjáyar’ (Lee la crónica). Y es también la historia de su repercusión y de la puerta abierta a un futuro mejor.

—-

Una marea humana compuesta por 11.000 personas llevó a la Zona Norte la ilusión, la diversión, la marcha, las ganas, la primavera de sus vidas a los barrios marginados de este extremo duro de la ciudad de Granada.

El concierto de la banda de música capitaneada por el carismático Robe Iniesta era la ocasión para poner a prueba la madurez de un barrio que siempre llena las crónicas de sucesos y los reportajes de héroes y heroínas que luchan contra la exclusión social.

El viernes pasado, 3 de octubre para la posteridad, tocaba rock and roll y crónica musical, bares llenos de jóvenes alegres que pedían todas las cervezas del mundo y dotaban a los barrios de la Zona Norte –Joaquina Eguaras, Cartuja, Almanjáyar– de un ambiente festivo y jovial nunca visto hasta entonces, medio siglo después de la construcción del primer bloque de edificios.

Fue una explosión de vida sana que a nadie se la ha escapado. A nadie ha pasado desapercibido el éxito del concierto de la banda de rock Extremoduro, probablemente la más potente del panorama musical de todo el país.

Extremo02

La concejala socialista Jemi Sánchez fue la primera en sacar este tema durante su intervención como vocal de la junta municipal de distrito. Explicó que asistió en persona «y fui con un grupo de amigos en taxi, cuando los taxistas no suelen recoger a gente para llevarla a Almanjáyar», destacó en primer lugar.

Puntualizó entonces que «9.000 personas en la Zona Norte con motivo de un concierto es un fenómeno social sin precedentes. Muchas de ellas ni siquiera habían pisado antes estas calles. Y hay que darse cuenta y reconocer que la poesía y el rock sirvieron y sirven para derribar las paredes invisibles que encorsetan la imagen de este barrio y su desarrollo de cara al futuro».

Tras su argumentación, la concejala reivindicó la organización de actividades culturales para el barrio «con el fin de empezar a cambiar su imagen» y, ya al finalizar la sesión, confió en que se implante un Almanjáyar Rock, al estilo del Zaidín Rock, como enganche «para trabajar en el cambio de la Zona Norte, tan necesario para todas las personas que aquí viven».

Extremo03

La presidenta de la junta, la concejala de Movilidad y Policía, Telesfora Ruiz, asintió con la cabeza las palabras de la edil socialista y reforzó el discurso con una batería de datos: «En efecto, no fueron 9.000 sino hasta 11.000 personas las que se congregaron dentro y fuera del recinto», matizó. «Y no hubo mi un solo incidente. Ni uno solo».

Recordó que «reforzamos el servicio de autobuses con ocho vehículos más. Joaquina Eguaras se convirtió en la arteria que canalizó el desplazamiento a pie» y el informe policial dice que terminaron a las 4.40 horas de la madrugada y no cabe destacar ni un incidente».
Asombroso.

Tras la sesión reconoció que «sí es cierto que el viernes teníamos todos los responsables un buen pellizco en el cuerpo por si las cosas no salían como pensábamos, porque tanta gente congregada pueda dar pie a cualquier incidente. Pero –insistió– no pasó nada de nada». Informó también que el mismo lunes en la reunión del grupo municipal del Partido Popular se comentó «el éxito del concierto» y también se comentó que el recinto «tiene capacidad suficiente y se puede utilizar como otro espacio de la ciudad para este tipo de actividades».

DOCU_IDEAL

Llegó entonces el turno de los vecinos. Fue el representante de la de Almanjáyar, Rubén, quien en nombre del presidente, Ángel Rubio, que disculpó su asistencia, mostró su agradecimiento al Ayuntamiento y a los asistentes al concierto: «Quedó demostrado que no todo es malo en la Zona Norte, que se pueden hacer cosas buenas. Solamente eso, el agradecimiento a toda la gente del barrio, que no hubo quejas, y con 11.000 personas no pasó nada malo».

Dicho esto, pidió para terminar que el próximo concierto de Fito y los Fitipaldis, previsto para mediados del mes que viene, «se celebre también en Almanjáyar en vez de en el Palacio de los Deportes». Como empezábamos, el rock en el Zaidín tiene ahora su espejo y mejor aliado en el extremo duro de la ciudad, el que respira en la Zona Norte.

MÁS INFORMACIÓN
-Los colores de un graffiti de la Zona Norte (Leer link)
-Crónica del concierto de Extremoduro en Granada, por @Pabrodgar’
‘Extremoduro enciende al barrio de Almanjáyar’ (Lee la crónica)

CRÉDITOS
-Las fotografías son de González Molero