El Centro Cívico de la Zona Norte reunió a propuesta del presidente de la asociación de vecinos de Cartuja a los vecinos. La misión era lograr de una vez por todas que la empresa eléctrica Endesa ofrezca una solución permanente y no vuelvan a sufrir cortes de electricidad.
Asistió el Defensor del Ciudadano, en la imagen, quien moderó el debate y llegó a las conclusiones. Previamente, se escucharon los testimonios de los afectados, que ponen los pelos de punta por la inasistencia y por el tremendo problema social que se ha generado.
Las conclusiones ofrecidas son las siguientes:
1-La luz, como el agua, es un derecho universal
2-La gran mayoría de los vecinos son abonados de Endesa que pagan sus facturas
3-Por tanto, Endesa está obligada a prestarles el servicio. No vale que se descuenten 20 euros al mes por los cortes
4-Si Endesa denuncia que hay enganches ilegales, el problema lo tiene que resolver Endesa, dando parte con datos a las autoridades.
5-No es un problema que tengan que sufrir los vecinos que pagan religiosamente sus cuotas mes a mes
6-Hay consenso político de PP, PSOE e IU para que se reclame tanto a Endesa como a la Junta de Andalucía, administración que tiene tanto en Consumo como Industria las competencias sancionadoras pertinentes
7-Se deja constancia del papel de los grupos municipales, al haber aprobado una moción por unanimidad en el pleno el curso pasado que pedía soluciones.
8-En la reunión de ayer quedó claro que ya no se van a enviar más cartas sino que se van a exigir soluciones.
9-La propuesta se elaboró tras escuchar a los vecinos y recoger su sentir y sus problemas y al mismo tiempo constatar que Endesa ha creado un problema social terrible.
10-Se exige por tanto que se sienten a negociar las administraciones implicadas: Subdelegación del Gobierno, delegación del Gobierno de la Junta, Ayuntamiento de Granada en la persona de su alcalde y el director de Endesa.
Conclusión: «Y no nos levantamos hasta que se acuerde una solución de una vez por todas».
LA FOTOGRAFÍA
De Alfredo Aguilar, con el Defensor del Ciudadano sentado sobre la mesa mientras todos los vecinos participan con sus propuestas.
Unos recuerdan que todo empezó a las ocho de la tarde de este pasado domingo. Otros, que a las ocho y media. Algunos más, que a las nueve.
Da igual. La noche se hizo noche nochera y oscura del todo por la explosión del transformador eléctrico. Fue cuando la barriada de La Paz perdió su nombre durante toda una noche. El presidente de la Asociación de Vecinos, Juan Heredia, lo define en una sola frase: «En un segundo volvimos a la Prehistoria».
Este barrio de la Zona Norte perdió la luz y perdió su nombre, pero no se desgastó ni un ápice la dignidad de sus vecinos . Por ejemplo, la de Keko.
Keko maldice en su carnicería, junto a la iglesia de la barriada de La Paz, en la plaza de las Provincias. Lleva toda la noche sin dormir, «yendo y viniendo, vaciando la cámara y vigilando los dos arcones, sin abrir, para que no se pierdan los congelados». El enorme mostrador con los lomos y los embutidos mantiene la luz apagada, mortecina.
El ruido de un motor de combustible rompe el ritmo de pedidos de las vecinas. «He logrado un generador y está ahí fuera, manteniendo el frío como puede. Toda la noche sin dormir y todavía, es la una de la tarde, esto está igual».
Lo que Keko no quiere ni mentar es que un corte de luz como el de esta jornada le supone la ruina. No lo dice, pero lo lleva escrito en cada una de las facciones de su rostro infartado de rabia y que resiste con pundonor.
Amancio. Igual que Keko. Tiene un bar en la plaza. El Vially. Nadie sabe ni como se escribe, pero Gianluca Vialli fue un gran jugador de fútbol italiano, de moda cuando Amancio, que también tiene nombre de jugador histórico esta vez del Real Madrid, abrió su bar. Y Vially es como le puso a su bar porque fue lo primero que se le ocurrió cuando vino el del camión de la cerveza a ponerle el toldo.
Amancio tiene más tiros pegados que la lupara de un siciliano, Y se le nota en su mirada clara, que clava en la tuya para radiografiarte. «He metido toda la cerveza en un frigo y aguanta hasta ahora medioqué. SI alguien se queja se lleva un ‘esto es lo que hay’». A los refrescos les pongo un trozo de hielo. Las tapas las cocinamos con un campingás».
Y prueba de su buen humor a prueba de Endesas, señala el futbolín donde juegan dos muchachos y dice: «Ese no gasta enchufe y funciona como dios»: Y se parte.
Son dos ejemplos de una jornada de noche sin sueño y con briznas de pesadilla. «Con explosiones que hicieron retumbar mi casa». «Con llamaradas azules que salían por el techo». «Con las sirenas de los Bomberos y la Policía Local». «Sin nada de luz y con el frío en la puerta de la casa». Son los testimonios de los vecinos. Los que no salen en las estadísticas de las multinacionales. Los que nos hacen a todos iguales ante los problemas básicos.
Hay más. En la Zona Norte siempre hay más.
Desde el interior de la guardería, con columpios primorosos de colores vivos, con un parque limpio y juguetón y unas monitoras con batas blancas inmaculadas que contrastan con un perímetro exterior lleno de basura y excrementos.
Hasta el centro de día con su barra vacía, embalsamada en el tiempo sin corriente para servir cafés con leche calentitos a alguno de los 150 mayores que utiliza este servicio básico. Y, de propina, se quedan sin en el menú del día.
Eso sí, a ni uno solo de ellos se le ha quitado las ganas de estampar las fichas del dominó contra las mesas durante sus disputadas partidas. Para eso, como para jugar al futbolín, y para lo de la dignidad y el respeto, tampoco se necesita electricidad.
TRES VERSIONES
La concejala socialista Jemi Sánchez conoció la noticia al punto de la mañana. A las ocho en punto le llamaron varios vecinos y comerciantes. Decidió dejar el Ayuntamiento y acudir con los vecinos. Recordó que en la junta municipal de distrito y en el pleno municipal se aprobaron sus propuestas para enviar cartas a Endesa y a la Junta «para lograr una solución definitiva».
La concejala del PP Telesfora Ruiz está «totalmente de acuerdo con los vecinos en que no pueden seguir así y tienen derecho a exigir un suministro de electricidad en las mismas condiciones que el resto de la ciudad».
Endesa también ofreció su versión de la noticia. «Los enganches ilegales son la causa». Dicen que se necesita más potencia de la contratada y que el resultado son los cortocircuitos, los cortes y la situación que existe en la Zona Norte en general.
FOTOGRAFÍAS
-La imagen superior muestra la calle Tarragona. Se aprecia el cuarto de los transformadores con las señales del incendio, los trabajadores y las nuevas máquinas en la acera.
-La foto inferior. Aparece el presidente de la asociación de vecinos La Paz, Juan Heredia, dialogando con la concejala socialista Jemi Sánchez, en el lugar del suceso.
La junta municipal de distrito de la zona Norte correspondiente al mes de noviembre tuvo mucho contenido, trajo frases para la intrahistoria local y la presentación de respuestas y proyectos para un conjunto de barrios a menudo olvidados, sordos, en el borde de la invisibilidad.
Presidida la cita por la concejala de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Telesfora Ruiz (PP), contó con la presencia de los presidentes de las asociaciones de vecinos que integran el distrito: Campo Verde, Casería Montijo, Parque Nueva Granada, La Paz, Cartuja, Almanjáyar y Rey Badis.
La novedad es que también asistió Manuel Morales (IU), delegado de Vivienda de la Consejería de la Junta de Andalucía y vecino del distrito. Esta comparecencia, dado que el tema de la vivienda es uno de los caballos de batalla de estos vecinos, era de lo más esperada. De hecho, la concejala socialista Jemi Sánchez la viene reclamando desde hace ya muchos meses.
Al fin, el delegado Manuel Morales asistió y lo hizo acompañado de dos de sus técnicos: el jefe de servicio de Vivienda y el director de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA). Como anécdota, contada por el propio delegado, es de destacar el detalle autobiográfico.
La primera vez que se solicitó la presencia del delegado de Vivienda de la Junta en este distrito ocurrió hace quince años: «Cuando yo mismo era vocal por Izquierda Unida aquí en la zona Norte», explica Morales. «Todavía le estamos esperando», recuerda no sin ironía. «Y ha tenido que ser ahora cuando ha venido, porque da la casualidad que soy yo. Ydije que iba a venir y aquí estamos», se explica como cumplidor de promesas políticas.
En el transcurso de la reunión de la junta de distrito se detallaron los planes de viviendas y de rehabilitación y, no sin tensión, surgieron muchas preguntas y también muchos problemas.
«Explicamos todo», comenta Morales. «Por ejemplo, que hemos multiplicado la inversión». Tras repasar todos los datos y los planes, Morales reconoce que «salió un problema que nos afecta mucho». «Se trata –prosiguió–, de un conflicto social muy potente en estos barrios, porque hay grupos que extorsionan a familias para quitarles su casa».
Con dureza pero firme, el delegado de Vivienda de la Junta explicó que «son mafias, son grupos organizados que operan con intensidad en zonas muy concretas del Polígono, como el Hotel Luz, las Parcelas, el Poblado y Molino Nuevo».
Una vez enunciado el problema, avanzó: «Desde la Junta de Andalucía estamos persiguiendo estos temas. Lo hemos hecho ya en varias ocasiones y lo vamos a extender porque es intolerable. Es una vulneración de un derecho fundamental».
«Esta injusticia, además, persigue a las familias que son expulsadas porque, con los papeles en la mano, consta que ya son titulares de una vivienda social». En consecuencia, confirma Manuel Morales, «como administración no lo vamos a tolerar en ningún caso».
«Es un problema –continúa–, que ha existido siempre pero que ahora nosotros estamos denunciando. La solución pasa por una intervención contundente de las administraciones. Es un tema de justicia».
El primer paso que se va a seguir y que se avanzó en el transcurso de la junta de distrito de la zona Norte es «aplicar un plan extraordinario de revisión de la titularidad de las viviendas, de la adjudicación. Es decir, para entendernos claramente, para saber quién está dentro de los pisos viviendo de verdad y si son los autorizados».
Cuando la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía cruza la puerta del Consistorio granadino normalmente depara una buena noticia. La mañana del jueves no rompió el vaticinio y José Torres Hurtado y la representante del Gobierno andaluz, Sandra García, presentaron el acuerdo para mantener en servicio el programa denominado Orienta en la Zona Norte.
Este distrito de la ciudad está formado por los barrios de Rey Badis, La Paz, Cartuja y Almanjáyar, catalogados como ‘zona de transformación social’ por la Junta de Andalucía y donde la tasa de desempleo triplica la media andaluza y se extiende por todas las capas sociales del entorno, degradado y necesitado más que nunca de la acción de los servicios sociales para combatir la crisis.
Los cálculos, de hecho, arrojan una escalofriante tasa de paro, que se sitúa en el 70% e incluso el 80% de la población de estos cuatro barrios. De ahí la necesidad del consenso en este aspecto entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Granada. La virtud del acto oficial de ayer supone que la Junta y el Ayuntamiento seguirán colaborando para mantener la unidad Orienta en el distrito Norte de la capital. Sobre el terreno y como una unidad de choque contra el paro. Tal cual.
El trabajo de estas cuatro personas, de estos cuatro trabajadores sociales expertos en orientación laboral, consiste en atender a los vecinos y construirles un itinerario laboral, no solamente un currículo.
De esta forma, a lo largo de la aplicación de este programa personalizado, los solicitantes van aprendiendo todo lo necesario para acceder a un puesto de trabajo mientras se van formando a través de la oferta educativa disponible.
Más allá de los datos de inserción laboral, que corresponden a otros programas, el objetivo es preparar a los participantes para que no se queden fuera del mercado: «Se trata de que estas personas logren entrar en el sistema para que puedan ser encontradas y, en un segundo paso, optar a un puesto de trabajo», explicó la delegada de la Junta en Granada, Sandra García.
El acuerdo contempla la aportación por parte del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) del personal técnico que presta el servicio de orientación y acompañamiento a la inserción y atiende a los usuarios. Por su parte, el Ayuntamiento pone a disposición el local, situado en el centro municipal de formación y empleo ‘Las Parcelas’, y desarrolla el mantenimiento del mismo.
La Unidad Orienta de la zona Norte está atendida por cuatro técnicos y un administrativo de lunes a viernes en el horario habitual de ‘Las Parcelas’, que cuenta para ello con una sala de espera, otra de recepción y un espacio reservado para la atención personalizada de los orientadores con los usuarios. Son una completa unidad de choque contra el desempleo, contra el paro. Tal cual.
La directora de la guardería Virgen del Carmen, del barrio de La Paz, envió una carta a la junta de distrito de la Zona Norte para que fuera leída, cosa que hizo la propia Telesfora Ruiz, presidenta de la junta y concejala de Movilidad y Policía.
El contenido es una queja porque el centro infantil está rodeado de excrementos de perros. Dice así: «Tenemos 81 usuarios, con edades comprendidas entre los 4 meses y los 3 años. El problema diario es que el perímetro exterior está lleno de cacas y hay problemas de higiene. Me dirijo a esta junta para que se solucione».
Da un poco de vergüenza que la directora de una guardería de Granada tenga que llegar a escribir una carta y presentarla en la junta de distrito para que se solucione un problema que nunca debería haber existido. La carta fue entregada por Jesús Guerrero Extremera (en la imagen) a la vocal del PSOE, Jemi Sánchez, quien en su turno de intervención se la hizo llegar a la presidenta, Telesfora Ruiz.
Jesús Guerrero también expresó su queja «porque tan solo hay dos operarios de Inagra para limpiar todo el barrio de La Paz, cosa que se hace cada semana». «Es terrible, porque está todo lleno de suciedad por todas partes. Esta vez, añadió, se han tirado sin venir ocho días completos».