El poyete frente al colegio mayor de Santo Domingo, en el Realejo, es uno de los atractivos de Granada para los universitarios que estudian en la ciudad. De hecho, el poyete es un ainstitución, una costumbre y un refugio para los estudiantes, para conocerse, para charlar, para disfrutar la vida.
Unos vecinos, un poco cansados de tamaño trasiego, han colgado pancartas para protestar contra esta costumbre universitaria.
Los responsables de los colegios mayores reconocen que al principio de curso, en octubre, quizá pueda ocurrir algo más de algarabía, pero durante el curso, nada de nada. Sucede que, al estar las pancartas colgadas, paraece que el lío es diario.
Por lo que se ve en la imagen, el artista ha utilizado una de las paredes interiores de esta curiosa plaza que en tres niveles se encuentra abrazada por la Cuesta de Escoriaza que lleva desde el Paseo de la Bomba, que recorree el rí Genil, hasta el barrio del Realejo.
Se da la circunstancia de que un famoso grafitero local de fama internacional, El Niño de las Pinturas, vive justo en frente de esta plaza y que las paredes, muros y toda una casa circundantes cuenta con sus famosos grafitis.
El grafiti, pintado a un solo color, muestra la intensidad que desprendía la personalidad arrolladoramente humilde y comprometida del músico líder de la banda punk The Clash.
José Torres Hurtado es el actual alcalde de Granada, la ciudad donde vivo desde hace dos décadas. Es un animal político que ha sabido leer el ADN de esta ciudad como pocos. Por esta razón (y por alguna más) encadena mayoría absoluta tras otra cuando los comicios municipales.
Ahora, con la elección de una plaza en el Realejo para darle el nombre de Joe Strummer, el líder de la banda punk rockanrolera y mítica The Clash, ha vuelto a demostrar su fino instinto de cazador de votos y se ha entregado a la causa sabedor de que un sector importantísimo de los granadinos, a los que no llegaría ni queriendo, sabrán reconocerle el gesto.
Y, además, con los tiempos que corren, a coste cero para las arcas municipales.
Pero, sobre todas las cosas, porque con una amplia y serena sonrisa ha visto que este «acto tan simple», como él mismo define, se ha convertido en «un acontecimiento» que ha tenido repercusión internacional y de promoción para Granada de una forma «imposible de realizar si no es gastándose muchísimo dinero».
Conclusión: Que el nombre de Granada está dando la vuelta al mundo gracias, de nuevo, a Joe Strummer & The Clash.
Con esta actitud, José Torres Hurtado se está convirtiendo en mi querido alcalde punk con el que, vete tú a saber los vericuetos que tiene esta vida, puede que nos veamos cantando con el gran Carlos Morán, no dentro de mucho, tarareando quizá mejor, los tres y ‘a capella’, el estribillo celebérrimo con que The Clash con el bueno de Joe a la cabeza llevaron el nombre de la ciudad de Granada y García Lorca, en una primera vez, por todo el mundo de los años ochenta en un himno generacional y que decía: «Spanish Bombs yo te quiero infinito, yo te quiero o mi corasooooón. Spanish Bombs, in Granada…»
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En cuanto a la repercusión internacional, realmente lo ha sido. La noticia ha sido publicada en siete medios espaoles, media docena de las Islas Británicas, unos cuanto estadounidenses, donde destacan las míticas revistas NME-New Musical Express y Rolling Stone y unos cuantos de Europa.