La esquela que ayer sábado publicaba este periódico no daba pistas sobre el fallecido. Bajo el nombre de Don Luis Granados Barranco, aparece como suele acostumbrar «que falleció en el día de ayer, a los 81 años de edad, habiendo recibido los Santos Sacramentos y la bendición de Su Santidad». A continuación, sus familiares, encabezados por su desconsolada esposa, Concepción Pérez Martínez, y la información sobre el velatorio, conducción del cadáver y misa ‘corpore insepulto’.
El fallecido, Luis Granados Barranco, fue el inventor del vino ‘Mejorana’, un clásico granadino que se despachó desde los años veinte hasta el 16 de agosto de 2011, último día en que abrió la Taberna Granados, en la carrera de la Virgen, establecimiento que continúa con sus puertas abiertas al público, una vez que fue traspasado.
Luis Granados Barranco, que lucía el día del cierre una camiseta en la que se podía leer:«Viva Luis Granados/Viva el ‘Mejorana’/Que no hay otro igual/En toda Granada», se lleva con él el secreto, la fórmula mágica de este vino con el que han convivido varias generaciones de granadinos y granadinas.
Luis Granados Barranco vio hasta sus 77 años pasar la vida desde detrás de la barra de su bar en su esquina de la Carrera de la Virgen. No ha sido un mal sitio. La gente que le quiere le ha venido llamando todo este tiempo «Tito Luis». Y también «El Ferias».
El primero expresa el cariño y la camaradería. El segundo sugiere bullicio y jarana a raudales, prueba de su carácter, de su pendencia y de su sentido del humor, inabarcable.
Las teorías sobre la fórmula exacta y secreto de su vino «Mejorana» han dado mucho que hablar.
Los clientes habituales recordaban que «eso es como la fórmula de la coca cola. Él trae sus vinos y los mezcla. Hace su alquimia, pero no lo dice. Jamás».
Para esta selecta clientela, años de perspicacia y observancia del método de su compadre Luis, les sugirió un camino para destripar la fórmula del secreto mejor guardado de toda Granada: «También le echaría, yerbas, porque era muy aficionado a la Botánica».
El vino se servía hasta el cierre de la taberna como tal en el año 2011 en vaso de chatos y los cobraba a 1,50. Es un vino semidulce. La gente se tomaba su chatico y de tapas ponía frutos secos, tomate, salchichón, chorizo, bacalao… Y a todo le añadía una mezcla de yerbas. Vuelven a aparecer las yerbas. Primero en el vino, luego en las tapas. Descanse en paz.
PD.
Me escribe un amable lector para señalarme agudamente que quizá no fuera Luis el inventor del vino Mejorana, sino su padre, ya que la Taberna Granados abrió en los años veinte. Como quiera que no puedo saberlo, si algún amable lector puede aportar luz sobre este hecho, se agradecerá.