España, a por todas

Llegamos a este domingo con la ilusión puesta en el partido de esta tarde-noche. La Selección española de fútbol es uno de los pocos argumentos capaz de crear ilusión y pasión entre la mayoría de la ciudadanía, acostumbrada a noticias negativas y a escenarios de incertidumbre.  Esta semana se ha celebrado otra «importantísima», «decisiva» cumbre europea en la que, afortunadamente, a este país, llamado España, no le ha ido del todo mal. El Gobierno de Mariano Rajoy ha acudido a este Consejo Europeo respaldado por la oposición, encabezada por el PSOE, y parece que se ha conseguido salir del atolladero. Ojalá que se abandone la indefinición y lentitud que caracterizan a este Viejo Continente a la hora de tomar medidas en defensa de lo que parece fundamental e imprescindible, el euro.

De momento estamos preparados para seguir sufriendo, a la vista de las dramáticas previsiones, que señalan todavía que la recesión puede ser más profunda, y a la espera de nuevas medidas como la inmediata subida del IVA.
Por estas tierras andaluzas lo que se cuece estos días y los próximos, aunque a la chita callando, es la toma de posiciones entre socialistas y populares, de cara a los próximos cuatro años en su ámbito interno, en lo orgánico que llaman. Los primeros celebrarán el próximo fin de semana su congreso regional en Almería y el siguiente, en Granada, lo harán los del PP. Se juegan el relevo de Javier Arenas, consumada ya su salida, y el previsible último mandato de José Antonio Griñán, tanto al frente de la Junta como de secretario general del PSOE-Andalucía. Será muy relevante lo que salga de uno y otro cónclave.
Para escena política, la de Izquierda Unida en el Parlamento de Andalucía. Dos de sus miembros votaron en contra del plan de ajuste aprobado por el Consejo de Gobierno, lo que evidencia el malestar en el seno de esta fuerza por haberse coaligado con los socialistas, aunque hay que reconocer la pluralidad existente en IU. ¿Será un aviso o se trataba de un gesto? Y espectáculo, esta semana, el de Isabel Pantoja en el banquillo, junto con Julián Muñoz y Maite Zaldívar. La peor mezcla, demagogia y la, presunta, utilización de la política para enriquecerse personalmente.
Confiamos en España. En el fútbol llegamos a la final, curiosamente para enfrentarnos a Italia, otro país ahogado por la presión de la deuda, mientras Alemania y Francia, grandes potencias, se han quedado en el camino. Confío y deseo en que ser campeones, mejor, o subcampeones de Europa suponga, además de ganar en autoestima, que nuestro país se encamina por la senda de la recuperación, aunque todavía tengamos que seguir apretándonos el cinturón. ¿No les parece?