«Me dicen en intervención que mandes al ayuntamiento la factura por medio de la plataforma FACE. El código del ayuntamiento es L01189***».
Con este somero guasap me refrescaron la memoria hace un par de días respecto a la existencia de la plataforma FACE, acrónimo de Factura electrónica.
Han sido muchos los desmanes cometidos en las Administraciones Públicas en todos sus ámbitos pero, desde el punto de vista económico, la obligación de tributar las facturas emitidas a la administración por parte de los pequeños y medianos empresarios ha llevado a muchos de ellos a la ruina viendo impotentes como pasaban los meses y los años sin saber ni conocer del paradero de sus derechos de cobro.
Vuelva usted mañana habrá sido el estribillo utilizado durante muchos años por esa ingente cantidad de funcionarios que debe dar la cara ante el administrado que preguntaba ¿Qué hay de lo mío?.
Seguramente su uso se haya puesto en práctica más de lo que Larra pudiera imaginar cuando plasmó sobre un papel tan ingeniosa frase.
Sin duda la implantación de la plataforma FACE engordará las expectativas de cobro de muchos informáticos -por la tediosa instalación de la aplicación en el ordenador desde el que se emite la factura- pero también garantiza al proveedor o prestador de servicios con la administración pública el conocimiento del estado de tramitación de su factura.
Igualmente se trata de una plataforma garantista, pues a la par que la administración receptora conoce de la emisión de la factura, el Ministerio de Administraciones Públicas y el de Hacienda conocerán de la existencia de la misma y de su paradero.
Podrá tener sus contras, como todo, pero tiene el pro de que se acabaron las facturas en el cajón y el vuelva usted mañana.