«La Arquitectura Comprometida»
Por Sonia García Moreno. Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos
Lavadero… suena a bullicio, a risas, a algarabía… porque aunque palabra es de género masculino, el contexto era indudable y exclusivamente femenino.
Puntos de trabajo, pero a la vez espacios de sociabilidad. Sin comodidades, sin cafés, sin periódicos, pero al fin y al cabo, lugares de charla, de comunicación, de encuentro.
Hoy, abandonados, convertidos en reliquias y museos, se han visto sustituidos por otros, más cómodos, de diseño incluso, excluidos igualmente al sexo opuesto pero con la misma función…
Son los office de los lugares de trabajo, los baños de pubs y restaurantes, ambientes donde se busca intimidad, para hablar sin tapujos de nuestras inquietudes, de nuestro complejo mundo femenino.
Lavaderos… existen… han evolucionado, ha cambiado su uso, la temática de las conversaciones, pero están y estarán vinculados a la sociabilidad femenina.
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4 respuestas a «El lavadero suena a bullicio»