“Noticias y Actualidad” (19)
Por Vicente Patón. Publicado en el Periódico El País el 11/09/2009
Entre los arquitectos es habitual hablar de piel para aludir a la capa superficial y envolvente de los edificios, pues la función reguladora y protectora de este elemento constructivo es similar a la del epitelio biológico. Esa manifestación externa de la arquitectura define su carácter visual y contribuye -como pieza de la entidad superior que es la ciudad- a crear un paisaje urbano con cualidades positivas o negativas.
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Este articulo nos lo ha propuesto Jose Luis, de La Alpujarra, a quien doy las gracias
Interesante articulo.
La piel del edificio en definitiva, no es mas que la obra del creador. Pero esto es hasta que los que habitan el edificio, lo cambian, entoces pasa a ser la identidad de ellos. Pero …. ¿En que medida afecta el diseño de esa piel para que el aspecto no sea el deseado?
Y ¿porque el primer diseño es el bueno?
Amigo francis, cuando se da vida a un edificio hay que asumir
que ya no es del arquitecto, y haces bien en plantear dudas sobre cual
es el diseño bueno… Pero compartirás conmigo que tendemos a cubrir nuestras necesidades sin que nos importe a costa de que… Perdón, a
costra de que…
La verdad es que el espacio publico y
el paisaje urbano importa bien poco
demasiasas veces
Esta es una lucha singular contra aparatos de aire acondicionado, extractores de humos de cocinas, tendederos de ropa, antenas parabólicas,… ¿Seguro?
Cuando paseamos por nuestra querida granada y sus barrios, se pueden apreciar éstos añadidos «tecnológicos y funcionales», especialmente en edificios residenciales de los años 60, 70, 80 y 90. Pero es curioso, también los veo en edificios institucionales, históricos, y… modernos.
No voy a entrar en los mecanismos de control de los ayuntamientos en éstos casos, pero me gustaría hacer una reflexión en voz alta sobre los diseños y los arquitectos. Cuántas veces he discutido sobre el diseño arquitectónico con mis compañeros porque no se preveen desde el principio espacios y soluciones dignas para las instalaciones, los elementos de protección solar, los elementos de telecomunicaciones… y cuantas veces no estamos a la última o no somos mínimante previsores en estos campos.
Los habitantes de nuestras ciudades tienen el derecho a poder disfrutar de los recursos que se les presentan a mano y el deber de utilizarlos (situarlos) con criterio, y si carecen de él el derecho a ser asesorados en último caso. Los arquitectos tienen el derecho a conservar la propiedad intelectual de sus creaciones y el deber de dotarlas y prepararlas par asu función vital: acoger a las personas.
Un comentario muy sensato…