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Bajo el lema «De la ciudad de nuestros padres a la ciudad de nuestros hijos», se inauguró el pasado 1 de Mayo, el pabellón de España. En él se presenta una exposición temporal que cuenta con una superficie útil de más de 7.500 m², y con una capacidad máxima de unos 30.000 visitantes por jornada, convirtiéndose de este modo en uno de los pabellones más relevantes de la Expo de Shangai.
Ocupa uno de los lugares más privilegiados del recinto, al lado del puente Lupu y separado del río Huangpu por el parque de la expo. Lo podemos encontrar en la zona C, dónde se sitúan los pabellones de África, América y Europa.
La arquitectura del pabellón se puede decir que es cuanto menos original. Su caprichosa geometría le ha dado el nombre por el que es conocido: «Pabellón Cesto» o «Gran Cesto Español», ya que su característica y artesanal forma de cesto de mimbre hace que el pabellón español reciba numerosas visitas diarias, consiguiendo de este modo afianzar la introducción de nuestro país en china.
El pabellón español fue construido por el estudio de arquitectura EMBT (Enric Miralles – Benedetta Tagliabue) con sede en Barcelona, bajo órdenes de la SEEI, con un presupuesto de 18 millones de euros.
Como material característico predomina el mimbre en distintas tonalidades y con originales caracteres chinos que hace referencia a elementos naturales, como son el sol y la luna. Podemos decir que este cesto ha sido trenzado por prestigiosos artesanos españoles. Además, cabe destacar la estructura de acero que forma la base de este gran contenedor.
Uno de los aspectos más importantes y que permite apreciar la belleza del “Cesto Español”, es la iluminación natural que se ha conseguido en el interior de éste.
Comenzamos un recorrido por el interior del pabellón español, que nos hará trasladarnos en el tiempo, con continuos avances y retrocesos, como dijimos al principio: “ir desde la ciudad de nuestros padres hasta la ciudad de nuestros hijos”.
Primera parada:
Sala 1 – «Origen» (de la mano de Bigas Luna):
Como su nombre indica, es el punto de comienzo de la exposición. Bajo música típica española, nos introducimos en una caverna dónde los cuatro elementos clásicos griegos, agua, fuego, tierra y aire, hacen de actores protagonistas, dando un paso atrás en el tiempo y trasladándonos hasta la sierra de Atapuerca con nuestros lejanos antepasados para llegar hasta grandes estrellas de nuestros días cómo Rafa Nadal.
Continuamos con la visita, segunda parada:
Sala 2 – «Ciudades» (a cargo de Basilio Martín Patino):
Como no podía ser de otro modo, a través de las actuales tecnologías audiovisuales viajamos en un retroceso en el tiempo de 50 años, pudiendo ver la evolución de las ciudades españolas, plazas, mercados,…, apreciando el profundo cambio que se ha producido en España en éstos últimos años. Todo ello, acompañado por la composición musical El retablo de Maese Pedro de Manuel de Falla.
Ya quedan pocas paradas, tercera parada, cerrando el recorrido:
Sala 3 – «Hijos» (de la mano de Isabel Coixet):
Cuyo objetivo será mostrarnos la ciudad del futuro, la ciudad de nuestros hijos, nos indica pautas que hagan mejorar y conseguir la ciudad del bienestar, esa ciudad deseada, sin problemas ni conflictos.
Esta sala está presidida por Miguelín, un pequeño bebé de sólo 6,5 m de altura animado electrónicamente que a través de algo tan frágil cómo son las pompas de jabón nos muestra un sólido futuro, un futuro deseado y anhelado para el siglo XXI.
Finalmente llegamos a la gran Plaza Viva:
Gran vestíbulo de encuentro entre los visitantes donde se puede degustar la gastronomía española y comprobar de primera mano las costumbres españolas.
El pabellón español intenta, de un modo muy tangible, que España sea conocida a través de las distintas salas y de este viaje en el tiempo, intentando que los ciudadanos del país más poblado del planeta se puedan sentir, por unas horas, tan españoles como uno de nosotros.
Por Czestochowa Martín Gómez. Arquitecta técnica de GRarquitectos
Muy buena síntesis, Czesto, que nos acerca a estos eventos, siempre interesantes que, por la lejanía muchos nos quedaremos sin verlo
Me encuentro muy identificado con el propósito educativo que guía el discurso del Pabellon de Espagna “De la ciudad de nuestros padres a la ciudad de nuestros hijos” así como de su manera de plantear como deberemos actuar en el día a día, al indicarnos las pautas «que hagan mejorar y conseguir la ciudad del bienestar, esa ciudad deseada, sin problemas ni conflictos».
Así como de la arquitectura elegida…
Es como para sentirse orgulloso de pertenecer a este país!
IMPRESIONANTE
Amigas y amigos de La Ciudad Comprometida, una curiosidad: Basilio Martín Patino estuvo grabando en nuestras instalaciones del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico en Sevilla para «Ciudades».
Toda una ocasión para acercarnos a este gran maestro y poder formar parte de un discurso tan integrador e interesante!
Saludos
Son muy interesantes los espacios que se generan y la luz tamizada que los baña. Me ha gustado mucho.