“La Sociedad Comprometida”
La Federación Iberoamericana de Urbanistas organiza una ciclo de conferencias online sobre Espacio público, Urbanismo y Movilidad, a las que os invitamos que os conectéis. Cada primer miércoles de mes se retransmitirá una conferencia-coloquio: “Espacio publico y ciudadanía” (ya celebrada), “Sistemas de movilidad y vida cotidiana en las ciudades”, “Derecho a la ciudad” y “Modelos de movilidad y espacio público basados en supermanzanas”.
Podéis obtener más información sobre el ciclo y las inscripciones en el siguiente enlace.
Transcribimos a continuación la presentación publicada del ciclo de conferencias:
La forma y disposición de las ciudades, la utilización del espacio público y privado de nuestras ciudades está directamente e intensamente condicionado por la movilidad basada en el automóvil.
Las infraestructuras y enlaces viarios ocupan gran parte del suelo urbano. Entre el 60-75% del espacio público de las calles se destinan a los automóviles ya sea en movimiento o aparcados, a pesar que únicamente los utiliza una minoría de la población.
La extrema extensión de las ciudades, organizadas en nebulosas dispersas y segregadas, tiene su origen en la movilidad basada en el vehículo motorizado privado.
La arquitectura y forma de las edificaciones residenciales y de oficinas está condicionada y subordinada a la disposición modular de las plazas de los aparcamientos bajo tierra…
A pesar de su corta existencia (la eclosión del automóvil como medio masivo de transporte urbano apenas alcanza los cincuenta años), sus efectos sobre ciudades y ciudadanos son profundos, a menudo devastadores.
En toda la historia de la humanidad los pueblos, ciudades, metrópolis y el territorio del planeta en general, nunca habían sufrido un impacto y transformación tan profunda y radical como la generada en estos pocos años por el automóvil impulsado por la energía de los carburantes fósiles, hoy en irreversible declive debido al peak oil.
La movilidad en aglomeraciones urbanas en vehículo particular es en general minoritaria respecto del conjunto de la ciudadanía. Su incidencia es perjudicial para la mayoría de ciudadanos, también nefasta para los conductores, afectando negativamente sobre todo a la población con menos recursos.
Aparte de injusta e insolidaria, es esencialmente ineficaz, (las ciudades sufren cada vez más congestión urbana), despilfarradora de recursos energéticos, no sostenible, contaminante y peligrosa, (principal causa de mortalidad del planeta).
Sorprendentemente, a pesar de la íntima imbricación y trascendencia entre urbanismo y movilidad urbana, ambas disciplinas son habitualmente tratadas de forma separada e independiente. Los urbanistas y planificadores diseñan las ciudades y los ingenieros de transporte organizan los flujos de movilidad. Cada uno por su lado.
Es prioridad de la FIU plantearse conjunta y unitariamente la relación urbanismo-movilidad con el objetivo de integrar políticas, compensar desigualdades, mejorar la eficacia, la seguridad y la calidad de vida de los ciudadanos.
Tanto la movilidad como el uso del espacio público, nos afectan muy directamente a todos. Las mejoras en estos dos campos benefician fundamentalmente a las clases populares.
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