«La Ciudad Comprometida»
Cuando uno pasea por una ciudad como Granada es difícil no descubrir lugares nuevos y espléndidos que asombran….
Subiendo por la cuesta del Chapiz, que atravesaba de norte a sur el antiguo arrabal árabe de Albayda “La Blanca”, y que hoy en día es el límite entre dos de los barrios más maravillosos de nuestra ciudad, el Albayzín y el Sacromonte, es típico localizar lugares emblemáticos como el Palacio de los Córdova, también conocido como Casa del Gran Capitán. Pero hoy queremos descubriros otro rincón de esta emblemática calle, donde disfrutar de las maravillas de Granada, un sitio, probablemente, más desconocido para todos, el Carmen de la Victoria. Una casa que por fuera no aparenta lo que es por dentro, un oasis de fuentes, jardines y huertos, con unas vistas de la Alhambra espectaculares.
Este Carmen fue adquirido por la Universidad de Granada en 1945, y actualmente se utiliza como residencia de invitados de dicha institución, y es el único Carmen público de la ciudad, que mantiene su carácter original de vivienda jardín. Los cármenes eran las fincas típicas de los barrios más antiguos de Granada, que se remontan al siglo XVII.
Hoy en día su configuración es fruto de la unión el primitivo Carmen de la Victoria, llamado Carmen Olivarillo, y el Carmen Percal, a ambos lados de la muralla árabe de la Cuesta del Chapiz, cuyo trazado se advierte aún en las paratas de los jardines. A estos dos cármenes se unieron varias casas y trozos de calle para formar los escalonados jardines que rodean la residencia.
Entrar allí es sin duda un placer. Pasear por sus jardines y sentarse a admirar las maravillosas vistas de la Alhambra, mientras se escucha tan solo el rumor del agua de la fuente de la pequeña glorieta….sin duda un lugar para disfrutar.
Además se pueden utilizar muchos de sus espacios, terrazas y salones, donde leer o conversar en un entorno tranquilo y repleto de vegetación y agua, que nos trasporta a otro lugar y a otro tiempo, fuera del estrés de la vida cotidiana de la Granada del siglo XXI.
Desde aquí os animamos a todos a que os acerquéis y disfrutéis de este espacio que la Universidad tiene abierto para todos.
Pues, si. En mis paseos os tomo la palabra y me encamino hacia el Carmen de la Victoria, seguro que en mis años jóvenes, si bien siempre iba con el libro de Castan bajo el brazo, solo era para no tener las manos libres y dejar volar la imaginación y los sueños, por lo que nunca me admitirían para sesiones de estudio y seguimiento académico universitario. Nunca fui buen estudiante y a trancas y barrancas concluí los estudios.
Me encamino al albaicín, por la acera del Darro, puentes rotos de bajada alhambreña, dejo al lado el Sacromonte y llego al Carmen de la Victoria, parecido a casa árabe, que nunca sabes los tesoros interiores. Me espeto con una leyenda de Vázquez Montalbán, que dice: “Carmen de la Victoria, no se sabe si fue hecho en función de la Alhambra o la Alhambra en función del Carmen”. En sus jardines, tintinean naranjos con su rosado fruto amargo, para no distraerte con su sabor, se citan fuentes de agua cristalina, que juegan con el bajo cielo granadino. Sus paseos, son verdes sendas y la vista frontal alhambreña, despierta misteriosos rumores de emoción con ritmo melancólico y apacible, que embalsama el espíritu. El murmullo de las fuentes y los riegos por regatos espumosos, me producen la alucinación de lo fantástico, creyendo oír notas de salterio de plata, en manos de una Susana de exuberante perfil.
La verdad, nunca me iría a estudiar en un lugar tan ideal como este, para una mente la mía, que se derrama en la imaginación de los mil sueños.
Gracias amigo Paco… celebramos tenerte de vuelta (activa) en La ciudad Comprometida!! Te mando un fuertte abrazo desde Lima!
El entorno es espectacular y el lugar mágico. Sin embargo el trato del personal deja mucho que desear, mal educados, con desgana y malas formas. Abriendo y permitiendo la entrada según su criterio personal o sus ganas de trabajar. Una pena, nunca recomendare el sitio a nadie.