BOGOTÁ RECLAMA SU ESPACIO PARA EL PEATÓN

 «La Ciudad Comprometida»

Recientemente, por motivos profesionales, hemos tenido la oportunidad de conocer la Capital de Colombia, Bogotá, dentro de nuestra particular cruzada de trasladar la experiencia y principios de la Ciudad Comprometida a través, como seguro que sabréis, de DCC (Desarrollo de Ciudades Comprometidas).

En cada lugar, en cada ciudad, en cada barrio… en el que desembarcamos nos gusta conocer buenas prácticas que se estén llevando a cabo por aquellos lares. De Bogotá, entre muchas sorpresas, nos ha llamado la atención como una ciudad densa, con carencias en espacios públicos, están explorando formulas para mejorar la práctica deportiva y fomentar hábitos saludables.

Mapa de la Ciclovía. Fuente: idrd.gov.co
Mapa de la Ciclovía. Fuente: idrd.gov.co

A semejanza de la Ciclovía de Lima (La avenida de Arequipa se cierra al tráfico todos los domingos durante 6 horas a lo largo de 6 kilómetros y durante este período queda prohibida la circulación de vehículos a motor, como podéis recordar a través del artículo que publicamos titulado CICLODIA, APUESTA DE LA METROPOLI DE LIMA POR EL USO DE LA BICICLETA”), Bogotá da un paso más a través de su red de ciclovías: ahora no se trata de una única vía que afecta a unos pocos distritos, sino de una malla de ciclovías que se interconectan en un circuito de más de 120 km y que cubre todos los sectores de la ciudad. Se viene realizando desde 1974, donde todos los domingos y festivos del año de 7 a 14 horas se posibilita que un millón de usuarios salgan de manera segura de sus casas a practicar diferentes tipos de deporte o simplemente, paseo.

Resulta interesante como ciudades como Bogotá hacen de la necesidad virtud, “ocupando” aunque sea temporalmente el espacio del coche, dueño absoluto, ya que, probablemente, una ciudad más equilibrada, con unos transportes públicos eficientes, una red proporcionada de dotaciones y equipamientos, de espacios públicos a diferentes escalas, no se vería obligada a reclamar un ámbito que nunca debió perder.

Otra muestra de ello son las potencialidades de aprovechamiento para el ocio y el deporte que presentan ciudades como Bogotá, como muchas otras de Sudamérica  (como por ejemplo, Santiago de Chile), a través de ciertos entornos naturales, boscosos,  céntricos o adyacentes a los núcleos,  como es el “Cerro de Motserrate”. Suelen ser espacios con unas características apropiadas para el deporte y muy utilizados por las personas para su espaciamiento y práctica deportiva, aunque a menudo no estén específicamente dotados para ello.

Cerro de Monserrate. Fuente: elaboración propia.
Cerro de Monserrate. Fuente: elaboración propia.

Pero volviendo al ámbito del asfalto, en la capital de Colombia, se está fomentando la implantación de un conjunto de deportes puramente urbanos, donde la ciudad está sabiendo integrar y difundir actividades minoritarias pero cada vez más demandadas. En los próximos días ampliaremos con otro artículo esta iniciativa que tan gratamente nos ha sorprendido de Bogotá.

 

 

NO ESTAMOS LOCOS. 4º Aniversario de La Ciudad Comprometida (IV)

«La Ciudad Comprometida»

El uso del transporte publico y los medios sostenibles como la bicicleta es un tema recurrente en La Ciudad Comprometida. Como muestra recuperamos un articulo donde se reflexionaba sobre el papel de la bcicleta en una ciudad media como Granada, con titulo «NO ESTAMOS LOCOS«:

Aquello que cantaban los Ketama  es lo que  parecía decirme mi madre hace unos meses, todavía con cierto asombro por su parte, cuando me reconocía que cada vez veía a más personas de todas las edades circulando en bici por Granada. Y seguro que no estamos tan locos los que todos los días usamos en Granada este divertido, limpio, económico, saludable  y eficaz medio de transporte.

Seguramente el adjetivo “divertido” sea el más sorprendente para los que no son usuarios de la bici, pero es mi preferido. Que la curiosidad produzca su beneficioso efecto y cada cual descubra por sí mismo lo divertido del asunto, y aunque solo sea por eso, por curiosidad, tome una bicicleta y empiece a ir de un sitio a otro de la ciudad, no digo sin rumbo fijo como lo hacía Nanni Moretti en Vespa circulando por Roma en su deliciosa película “Caro Diario”, pero sí con ese desenfado con el que él lo hacía, descubriendo otra ciudad a una velocidad más lenta. De este modo, por simple curiosidad, descubrirá que ir en bici llevando al cole a los niños, ir en bici a casa de un amigo, ir en bici al trabajo o a la facultad, permite descubrir la ciudad de otro modo insospechado (de forma más lenta que Moretti, seguro), pero se sorprenderá al descubrir que lo hace más rápido que en coche o que en autobús, que aparcará antes y que llegará con mejor humor.

Marcha Ciclista por Granada el domingo 23 de septiembre
Marcha Ciclista por Granada el domingo 23 de septiembre

Que es un medio de transporte amable, o sea, que crea cierto efecto positivo en los que nos observan, a mí me resulta evidente. Esa sensación de amabilidad que produce  la sigo descubriendo en la sonrisa que despierta en los labios de muchos viandantes que nos miran a los ciclistas urbanos con un punto de admiración, sorpresa y hasta con un poco de envidia sana. Ver a alguien como yo, con muchas canas, pedaleando por el bulevar de la Avenida de la Constitución o por Bib-Rambla ya no es tan raro, puede que ya empecemos a ser muchos los que lo hacemos, y que por tanto, lleve razón mi madre en su apreciación.  Pero todavía pueden ser muchos más los que se sumen, dejen aparcados en casa, junto al coche, algunos prejuicios y se suban a la bici, desinhibidos y felices, con su uniforme, con su falda o con su traje y su corbata.

Como estamos celebrando la semana de la Movilidad aprovecho para compartir esta reflexión personal, poco técnica, muy subjetiva, y no dirigida a ninguna administración sino a cualquiera que se sienta interpelado y que quiera sumarse a este creciente número de los no tan locos que nos gusta cambiar las cosas cotidianas con pequeños gestos. Mis deseos para que una ciudad como Granada, de tamaño medio, con una amplia población universitaria y con una superficie más o menos llana (exceptuando las colinas de la Alhambra y el Albaicín, aunque allí también subimos…faltaría más), pero con un área metropolitana, ésta sí, muy llana en la que ya vivimos medio millón de habitantes pueda llegar a alcanzar el mismo éxito que Barcelona o Sevilla en el uso cotidiano de la bici:

1)      Más y mejores kilómetros:  Hay que seguir insistiendo para que construyamos más kilómetros de carril bici no solo en la ciudad sino extendiéndolos en una red metropolitana que (¡ojo! muy importante) no quede interrumpida al llegar a los pueblos o ciudades de la periferia sino que continúe a través de ellos. Cualquier red de carril bici, sea municipal o metropolitana, interrumpida acaba siendo inservible y será una inversión inútil. Voy en bici, con cierta frecuencia, a Santa Fe desde Granada y a pesar de algunas interrupciones, que las hay, tengo comprobado que tardo menos así que usando el transporte público. Pero queda aún pendiente darle continuidad a los tramos que existen ahora, darle seguridad a las travesías urbanas continuando el carril bici dentro de Purchil, de Belicena y de Santa Fe, y creando recorridos que eviten cruces con carreteras.

Un valiente jugándosela por el Camino  Bajo de Huétor entre tráfico denso y al anochecer. Y aquí cabe perfectamente un carril bici, que bien diseñado, comunicaría  Monachil, Cájar, Huétor Vega y Granada.
Un valiente jugándosela por el Camino Bajo de Huétor entre tráfico denso y al anochecer. Y aquí cabe perfectamente un carril bici, que bien diseñado, comunicaría Monachil, Cájar, Huétor Vega y Granada.

            2)      Compartir, pero sin arriesgar: Una vía de tráfico denso no puede ser compatible con el tráfico ciclista porque siempre estaremos en desventaja y seremos expulsados de ella. No hay más que ver la Gran Vía granadina tan bonita y tan insufrible por el ruido y por el humo del tráfico de autobuses más denso de la ciudad. Yo ya he sido expulsado y ahora me acogen otras calles menos “bonitas” pero más seguras y menos ruidosas. Estamos deseando que se inaugure el Camino de Ronda, y que se una por fin el norte y el sur de la ciudad con un carril bici, aunque quepa alguna mejora en su trazado. Éste tendrá carácter sobre todo urbano pero acabará sirviendo de vía metropolitana si se engarza bien con Maracena y Armilla, asunto nada complejo.

Convivencia bici-peatón por calles peatonales del centro de Granada
Convivencia bici-peatón por calles peatonales del centro de Granada

3)      Bicis y ciudad histórica: El centro de la ciudad debe ser cada vez más de la bici y menos del coche. En la ciudad histórica hay que señalizar las calles aptas para que la bici las comparta bien con el peatón, adaptándose a su paso, bien con el coche siendo éste el que se adapte a la bici. En ambos casos acompasando la velocidad de la marcha. Se puede y se debe compartir el espacio público de ciertas calles siempre que prime la educación y el respeto por el tráfico más débil. Circular por las aceras que no sean suficientemente anchas no hace más que crearnos furibundos opositores, y con toda la razón.

4)      Aparcar-Ahorrar: Hay que dotar de aparcamientos de bicicleta a todos los barrios de la ciudad, no se olvide que en el lugar que ocupa un coche caben cinco o seis bicis, en el lugar de una moto casi dos bicis. Se trata de ahorrar espacio. Y hay que aparcar donde se haya habilitado un espacio para ello. Aparcar la bici en cualquier árbol o señal de tráfico tampoco dice nada bueno de los ciclistas. Pidamos más aparcamientos en nuestras facultades, en el cole de nuestros hijos, en nuestras empresas, en los parques, en las plazas, en las calles.  Y hagamos uso de ellos cuando existan.

                

Plaza de los Lobos: aparcamiento para motos y bicis, mal diseñado y por tanto saturado de motos. La bici acaba mal aparcada.
Plaza de los Lobos: aparcamiento para motos y bicis, mal diseñado y por tanto saturado de motos. La bici acaba mal aparcada.

   5)      Negocio sano: Hay que incentivar a empresas de alquiler de bicicletas  para que se instalen en la ciudad y generen esa sana adición que han generado ya Sebici o Bicing en Sevilla y Barcelona. Ya hay quien, en Granada, está haciendo negocio, sanísimo negocio, con las bicis de alquiler para turistas, cada día abren más tiendas de bicis, más talleres en los que hay colas y lista de espera, y nuevos empresarios que resucitan ideas familiares, como ya hemos visto con Rabasa que vuelve a montar bicis, ahora urbanas. Bienvenidos empresarios audaces.

Está muy bien el “día de la bicicleta” (allí estaremos como otros año), es muy divertido para niños y mayores, pero está mejor y puedo garantizar que es igual de divertido hacer que todos los días del año sean “días de bicicleta”.

Y por supuesto todo lo ya sabido y hasta muy manido: es ecológica, económica, eficaz, saludable,…muy sostenible. Pero insisto, es muy divertida y muy recomendable también por el buen humor que genera…ya se sabe: las endorfinas.

Gabriel Fernández Adarve, Arquitecto de GRarquitectos

¡RODEMOS EN BICI POR LA VEGA!

“La Sociedad Comprometida”

Mañana más de 2000 estudiantes tiene una cita en la Vega de Granada. Se trata del Proyecto Vega-Educa, una iniciativa que engloba a una red de centros educativos con el objetivo de  promover el desarrollo de actividades que favorezcan la sensibilización respecto al cambio climático.

Con el lema “Piensa en global, actúa en local” se traslada el problema mundial del cambio climático a la defensa local de la Vega de Granada como iniciativa encaminada  a disminuir las consecuencias de dicho proceso, a través de poner mirada en el entorno más inmediato de los granadinos.

Imagen del II Concurso “La Vega en la Memoria”. Fuente:vegaeduca.org
Imagen del II Concurso “La Vega en la Memoria”. Fuente:vegaeduca.org

En esta edición de Vega Educa, la cuarta, conectada con la IV EcoMarcha, alumnos de la Universidad de Granada y de 132 centros educativos de toda la provincia saldrán a realizar una ruta en bicicleta para reivindicar la Vega como seña de identidad.

La concentración partirá mañana día 25 de Abril desde la sede de la Diputación y culminará en el Museo Memoria de Andalucía donde se sucederán una serie actos entre entregas de premios y lecturas.(pincha aquí para más información)

Esta ciclo ruta es una más de las actividades dentro del proyecto Vega-Educa, que pretende a través de actividades formativas y lúdicas el  fomento del conocimient,o por parte de nuestros  jóvenes y desde las escuelas y centros, de los valores de la Vega como icono de la identidad granadina, continente y contenido de un inmenso patrimonio cultural, arquitectónico, etnográfico…

Imagen del II Concurso “La Vega en la Memoria”. Fuente:vegaeduca.org.
Imagen del II Concurso “La Vega en la Memoria”. Fuente:vegaeduca.org.

Nos agradan enormemente este tipo de iniciativas, más aún cuando se trata de concienciar a la juventud de la necesidad de preservar y valorar debidamente un ámbito como este. Desde La Ciudad Comprometida siempre hemos defendido que su entendimiento, protección y puesta en valor debe encuadrarse a través de la figura de planeamiento que actualmente se encuentra en tramitación: El Plan Especial de la Vega, más que mediante su declaración como BIC- Zona Patrimonial. (Mucho más idóneo para resolver todas las cuestiones que atañen a este espacio singular, que no son solo de carácter patrimonial ni agrícola). Pincha aqui para acceder al documento.

Aprovechando la ocasión, recuperamos algunos enlaces de artículos de este blog acerca de la Vega de Granada, como PROTEGIENDO… ¡EL USO PÚBLICO EN LA VEGA!, LA VEGA DE GRANADA, ÁMBITO PARA LA CONCERTACIÓN, o La aglomeración metropolitana de Granada y el espacio de la Vega: dos realidades territoriales obligadas a coexistir

GRAN VÍA…APACIBLE VÍA

«La Ciudad Comprometida»

Como anunciamos el pasado viernes, volvemos a referirnos al Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Granada (PMUS) para hablar de una de las propuestas que mas está dando que hablar: la Linea de Alta Capacidad (LAC)  y la prohibición de circulación de ciclistas por el eje Gran Via.

El PMUS de Granada dedica todo el capítulo 9, a la movilidad no motorizada PEATONAL Y CICLISTA, mezclando dos modos bien diferentes de moverse por la ciudad y sobre todo diferentes por su alcance, ya que la bici es capaz de resolver desplazamientos de carácter metropolitano, y por tanto con capacidad para comunicar municipios cercanos. De hecho ya existe una incipiente red en el área metropolitana de Granada con algunos kilómetros de carril bici que conectan Valderrubio, Fuente Vaqueros, Atarfe, Santa Fe, Vegas de Genil, Churriana de la Vega, Armilla y Granada. Así que, si claramente son sistemas distintos de transporte, deberían analizarse de forma independiente tanto su estado actual como sus potencialidades. Pero de esto ya hemos  hablado.

Hay también en el PMUS un Capítulo 13 que contiene un subcapítulo, el 5, dedicado a las propuestas respecto al sistema ciclista, éste, ya sí, dedicado en exclusiva a la movilidad en bici. Y alguna de ellas polémica, y ya contestada en la calle este fin de semana pasado. La polémica a la que hacía referencia en mi comentario de la semana pasada y que versaba sobre la imposible convivencia del tráfico ciclista con el transporte público colectivo, según previsión del PMUS, en el eje Gran Vía – Reyes Católicos.

 ¿Pero de verdad es imposible la convivencia entre la LAC y la bici?

Avenida de la Constitución de Sevilla. Fuente: google
Avenida de la Constitución de Sevilla. Fuente: google

Mi opinión queda resumida en esta imagen tomada de Google

Esta es la propuesta que me hubiese gustado leer en el PMUS. Esta es la propuesta que me gustaría ver materializada en la Gran Vía de Granada…y se puede.

Es Sevilla: su Avenida de la Constitución remodelada en el siglo XXI.

Es exactamente el mismo tipo de calle que la Gran Vía granadina, pero (orgullo patrio) dejando constancia que la de Granada fue la primera de España, incluso anterior a la de Madrid. En ambos casos, en Sevilla y en Granada nos encontramos con:

1)      Una amplia calle pensada y proyectada a final del s. XIX, abierta a principio del s. XX, y que atraviesa una trama medieval que, con los criterios higienistas y de control decimonónicos, destruyó caserío y calles de mayor o menor valor y que creó una fachada urbana en la que se lucieron los aciertos, o no, de la arquitectura regionalista. En cualquier caso las dos forman ya parte de la memoria de nuestras ciudades y tienen valores suficientes para su protección integral (espacio urbano y arquitectura).

2)      Ambas fronteras con Patrimonio Mundial: En Sevilla, la Catedral y el Archivo de Indias. En Granada, el Albaicín cuyo Plan Especial se asoma a la Gran Vía con su primer edificio construido, la iglesia del Sagrado Corazón y más allá también con el Banco de España.

3)      Ambas vías sin una continuidad en el resto de la trama medieval: de Puerta de Jerez al Ayuntamiento, en Sevilla. Del Triunfo a la Plaza de Isabel la Católica. Y ahí se acaban, casi traumáticamente, o no (¡¡uff!!…menos mal).

4)      Durante muchos años la de Sevilla, como aún la de Granada, ha estado ocupada por un infernal, ruidoso y contaminante transporte público, formado por un interminable gusano (rojo en Granada y naranja en Sevilla) con todas o casi todas las líneas urbanas que tenían que pasar necesariamente (?)  por la dichosa calle. De modo que una y otra resultaban insufribles para las personas y para los edificios que han padecido (en Sevilla) y siguen padeciendo, en Granada, todos los males que pueden aquejar a sus piedras. Yo decidí hace tiempo que mis pulmones y mis oídos no iban a seguir padeciendo esa tortura y siempre que puedo rehúyo la Gran Vía.

 Y ahora descubrimos en el PMUS de Granada que no son compatibles los nuevos autobuses de la Línea de Alta Capacidad, silenciosos, no contaminantes y de bello diseño (bienvenido todo ello) con los peligrosos, lentísimos e impredecibles ciclistas.

 Pues no. No es así: sea en Londres, sea en Álava, sea en Sevilla, los hechos demuestran que no es así, sino más bien al contrario, que una calle de gran capacidad como cualquiera de nuestras muy españolas “Grandes Vías” puede y debe acoger tráficos peatonales, ciclistas y de transporte colectivo conviviendo en una misma plataforma, al final la costumbre y el respeto entre ellos acaba imperando y las velocidades se acomodan.

 Lo dicho para la Gran Vía es extensible a la calle Reyes Católicos. Los residentes ya nos hemos acostumbrado a no pasar con nuestro coche por ellas, y no pasa nada. Siempre se puede regular ciertos tránsitos a ciertas horas. Los taxis pueden transitar por calles alternativas (S. Matías, Sta. Paula, Elvira) y los no residentes….lo siento, pero no se puede…esto es lo que hay. A andar, a coger el bus de la LAC o en bici, que es muy sano. De este modo conseguiríamos un eje central en nuestra ciudad muy atractivo para turistas, para el comercio, y sobre todo para los residentes que mejorarían inmensamente su calidad de vida…y yo, volvería a pasear por la Gran Vía, ya Apacible.

Gabriel Fernanadez Adarve, arquitecto de GRarquitectos

NO ESTAMOS LOCOS

«La Ciudad Comprometida»

Aquello que cantaban los Ketama  es lo que  parecía decirme mi madre hace unos meses, todavía con cierto asombro por su parte, cuando me reconocía que cada vez veía a más personas de todas las edades circulando en bici por Granada. Y seguro que no estamos tan locos los que todos los días usamos en Granada este divertido, limpio, económico, saludable  y eficaz medio de transporte.

Seguramente el adjetivo “divertido” sea el más sorprendente para los que no son usuarios de la bici, pero es mi preferido. Que la curiosidad produzca su beneficioso efecto y cada cual descubra por sí mismo lo divertido del asunto, y aunque solo sea por eso, por curiosidad, tome una bicicleta y empiece a ir de un sitio a otro de la ciudad, no digo sin rumbo fijo como lo hacía Nanni Moretti en Vespa circulando por Roma en su deliciosa película “Caro Diario”, pero sí con ese desenfado con el que él lo hacía, descubriendo otra ciudad a una velocidad más lenta. De este modo, por simple curiosidad, descubrirá que ir en bici llevando al cole a los niños, ir en bici a casa de un amigo, ir en bici al trabajo o a la facultad, permite descubrir la ciudad de otro modo insospechado (de forma más lenta que Moretti, seguro), pero se sorprenderá al descubrir que lo hace más rápido que en coche o que en autobús, que aparcará antes y que llegará con mejor humor.

Marcha Ciclista por Granada el domingo 23 de septiembre
Marcha Ciclista por Granada el domingo 23 de septiembre

Que es un medio de transporte amable, o sea, que crea cierto efecto positivo en los que nos observan, a mí me resulta evidente. Esa sensación de amabilidad que produce  la sigo descubriendo en la sonrisa que despierta en los labios de muchos viandantes que nos miran a los ciclistas urbanos con un punto de admiración, sorpresa y hasta con un poco de envidia sana. Ver a alguien como yo, con muchas canas, pedaleando por el bulevar de la Avenida de la Constitución o por Bib-Rambla ya no es tan raro, puede que ya empecemos a ser muchos los que lo hacemos, y que por tanto, lleve razón mi madre en su apreciación.  Pero todavía pueden ser muchos más los que se sumen, dejen aparcados en casa, junto al coche, algunos prejuicios y se suban a la bici, desinhibidos y felices, con su uniforme, con su falda o con su traje y su corbata.

Como estamos celebrando la semana de la Movilidad aprovecho para compartir esta reflexión personal, poco técnica, muy subjetiva, y no dirigida a ninguna administración sino a cualquiera que se sienta interpelado y que quiera sumarse a este creciente número de los no tan locos que nos gusta cambiar las cosas cotidianas con pequeños gestos. Mis deseos para que una ciudad como Granada, de tamaño medio, con una amplia población universitaria y con una superficie más o menos llana (exceptuando las colinas de la Alhambra y el Albaicín, aunque allí también subimos…faltaría más), pero con un área metropolitana, ésta sí, muy llana en la que ya vivimos medio millón de habitantes pueda llegar a alcanzar el mismo éxito que Barcelona o Sevilla en el uso cotidiano de la bici:

1)      Más y mejores kilómetros:  Hay que seguir insistiendo para que construyamos más kilómetros de carril bici no solo en la ciudad sino extendiéndolos en una red metropolitana que (¡ojo! muy importante) no quede interrumpida al llegar a los pueblos o ciudades de la periferia sino que continúe a través de ellos. Cualquier red de carril bici, sea municipal o metropolitana, interrumpida acaba siendo inservible y será una inversión inútil. Voy en bici, con cierta frecuencia, a Santa Fe desde Granada y a pesar de algunas interrupciones, que las hay, tengo comprobado que tardo menos así que usando el transporte público. Pero queda aún pendiente darle continuidad a los tramos que existen ahora, darle seguridad a las travesías urbanas continuando el carril bici dentro de Purchil, de Belicena y de Santa Fe, y creando recorridos que eviten cruces con carreteras.

Un valiente jugándosela por el Camino  Bajo de Huétor entre tráfico denso y al anochecer. Y aquí cabe perfectamente un carril bici, que bien diseñado, comunicaría  Monachil, Cájar, Huétor Vega y Granada.
Un valiente jugándosela por el Camino Bajo de Huétor entre tráfico denso y al anochecer. Y aquí cabe perfectamente un carril bici, que bien diseñado, comunicaría Monachil, Cájar, Huétor Vega y Granada.

            2)      Compartir, pero sin arriesgar: Una vía de tráfico denso no puede ser compatible con el tráfico ciclista porque siempre estaremos en desventaja y seremos expulsados de ella. No hay más que ver la Gran Vía granadina tan bonita y tan insufrible por el ruido y por el humo del tráfico de autobuses más denso de la ciudad. Yo ya he sido expulsado y ahora me acogen otras calles menos “bonitas” pero más seguras y menos ruidosas. Estamos deseando que se inaugure el Camino de Ronda, y que se una por fin el norte y el sur de la ciudad con un carril bici, aunque quepa alguna mejora en su trazado. Éste tendrá carácter sobre todo urbano pero acabará sirviendo de vía metropolitana si se engarza bien con Maracena y Armilla, asunto nada complejo.

Convivencia bici-peatón por calles peatonales del centro de Granada
Convivencia bici-peatón por calles peatonales del centro de Granada

3)      Bicis y ciudad histórica: El centro de la ciudad debe ser cada vez más de la bici y menos del coche. En la ciudad histórica hay que señalizar las calles aptas para que la bici las comparta bien con el peatón, adaptándose a su paso, bien con el coche siendo éste el que se adapte a la bici. En ambos casos acompasando la velocidad de la marcha. Se puede y se debe compartir el espacio público de ciertas calles siempre que prime la educación y el respeto por el tráfico más débil. Circular por las aceras que no sean suficientemente anchas no hace más que crearnos furibundos opositores, y con toda la razón.

4)      Aparcar-Ahorrar: Hay que dotar de aparcamientos de bicicleta a todos los barrios de la ciudad, no se olvide que en el lugar que ocupa un coche caben cinco o seis bicis, en el lugar de una moto casi dos bicis. Se trata de ahorrar espacio. Y hay que aparcar donde se haya habilitado un espacio para ello. Aparcar la bici en cualquier árbol o señal de tráfico tampoco dice nada bueno de los ciclistas. Pidamos más aparcamientos en nuestras facultades, en el cole de nuestros hijos, en nuestras empresas, en los parques, en las plazas, en las calles.  Y hagamos uso de ellos cuando existan.

                

Plaza de los Lobos: aparcamiento para motos y bicis, mal diseñado y por tanto saturado de motos. La bici acaba mal aparcada.
Plaza de los Lobos: aparcamiento para motos y bicis, mal diseñado y por tanto saturado de motos. La bici acaba mal aparcada.

   5)      Negocio sano: Hay que incentivar a empresas de alquiler de bicicletas  para que se instalen en la ciudad y generen esa sana adición que han generado ya Sebici o Bicing en Sevilla y Barcelona. Ya hay quien, en Granada, está haciendo negocio, sanísimo negocio, con las bicis de alquiler para turistas, cada día abren más tiendas de bicis, más talleres en los que hay colas y lista de espera, y nuevos empresarios que resucitan ideas familiares, como ya hemos visto con Rabasa que vuelve a montar bicis, ahora urbanas. Bienvenidos empresarios audaces.

Está muy bien el “día de la bicicleta” (allí estaremos como otros año), es muy divertido para niños y mayores, pero está mejor y puedo garantizar que es igual de divertido hacer que todos los días del año sean “días de bicicleta”.

Y por supuesto todo lo ya sabido y hasta muy manido: es ecológica, económica, eficaz, saludable,…muy sostenible. Pero insisto, es muy divertida y muy recomendable también por el buen humor que genera…ya se sabe: las endorfinas.

Gabriel Fernández Adarve, Arquitecto de GRarquitectos