¿CIUDADANOS A VOLANTE?

Ayer en la tarde, mientras que me dirigía en taxi hacia el aeropuerto “El Dorado” de Bogotá –por cierto, magnífico, y creo que un día de estos os hablaré de él…- recuerdo que iba casi despavorido… ¡Jajajaj! Ahora me río, pero ayer…. Los taxis en esta ciudad son en general unos vehículos amarillos muy pequeños, sin maletero, y en los que el pasajero se suele sentar atrás, salvo que lleves maletas grandes, lo que era mi caso. Por lo que tuve que alojar mi equipaje en los asientos traseros y yo me acomodé junto al conductor, con lo que no pude evitar captar la atención sobre el arte de conducir que allí impera e ir pendiente del denso tráfico que a esa hora bullía de aquí para allá… Y, claro, ya mis ojos, abiertos como platos, no se perdían detalle de aquella lucha sin cuartel, en la que por doquier salían toda clase de vehículos compitiendo por medio metro… y con una intrepidez no apta para mentes educadas en el código de circulación y en la cortesía al volante.
No sé si habéis visitado alguna ciudad latinoamericana, pero allí –y Bogotá no es una excepción- al conducir no existen normas ni códigos que valgan, y solo impera la ley del más espabilado, incluso ni siquiera del más grande ya que el más sagaz o descarado se cuela y pasa antes… la pillería es la que manda y nada de aquello de pase usted primero, o tiene usted preferencia, o me incorporo al carril derecho para que el tráfico fluya, o pongo los intermitentes para girar,… ¡Jajajajj ¡Vaya la que pasé! Fueron 50’ que me recordaron a cuando este verano en Madrid fui a un parque de atracciones con mis hijos pequeños y me di un buen tute de montañas rusas y de emociones… ¡Jajajaja!
Y en estas estaba, cuando mi educado conductor (realmente lo era, me trataba con respeto y con suma deferencia) que también hacía de las suyas con el volante, me miró a la cara, con media sonrisa, a mi palidez le contestó: “Aquí hay que conducir con el ánimo tranquilo”, queriendo decir que si bien al conducir podía ser tan bárbaro como los dema´s, sin embargo aquello era una lucha limpia y el único truco era no sulfurarse… no gritar, aceptar las pillerías de los demás, al igual que los demás aceptaban las tuyas…
Es decir: Nada de enfadarse, ni de subir tus pulsaciones… piano, piano… con la tranquilidad…
Ahora voy a casa, a España, donde actuamos justo al revés: conducimos en general con educación y con el código de circulación por montera… pero… ¡Ay, si alguien me adelanta por la derecha! ¡Jajajajaj! Le hincho a voces o a pitidos…
¡En fin¡ Necesitamos de códigos de convivencia y necesitamos cumplirlos… lo de Bogotá, es una manera simpática (y emocionante) de resolver la informalidad y la falta de civismo… pero la construcción de mejores ciudades en las que vivir requiere también de la construcción de mejores ciudadanos… esto es, de ciudadanía…
Abrazos inmensos desde Madrid, adonde acabo de llegar!

LAS ENTRADAS DE LAS CIUDADES: EL IMPERIO DE LAS NAVES

“La Ciudad Comprometida”

Por Rafaèle Genet Verney. Arquitecta de GR arquitectos

Hipermercado a la entrada de una ciudad francesa.
Hipermercado a la entrada de una ciudad francesa. Fuente: Internet.

Los que han entendido muy de prisa lo que les ofrecía la cuadricula de asfalto de las entradas de ciudades: suelo barato y abundante, accesibilidad y visibilidad increíble, son los nuevos operadores del comercio. Se llaman “Leclerc” en Bretaña, “Alcampo” en el Norte, “Casino” en la región de Saint Etienne. Su estrategia: hacerse conocer en su lugar de origen, saturar un territorio para ahogar la competencia, y después extenderse a otras regiones. “Emplazamiento y acceso son localizados y negociados desde el principio, explica David Mangin, con los propietarios privados, los políticos, los diseñadores de ZAC y las direcciones de Urbanismo”. Continuar leyendo →

El papel del urbanista comprometido

“Foros Profesionales de Arquitectura y Urbanismo LA CIUDAD COMPROMETIDA” (32) + “La Sociedad Comprometida” (16)

El papel del urbanista comprometido se desempeñará:

–    A través de la búsqueda de modelos de crecimiento equilibrados y compatibles con el mantenimiento de la autenticidad cultural del lugar.

–    Ayudando en la búsqueda del consenso social y político, y a que se tomen decisiones responsables con los valores propios del lugar.

–    Favoreciendo la participación, y ensanchando la dimensión social  del urbanismo local. Asumiendo una función pedagógica del urbanismo, que enseñe a hacer ciudad, y que apueste por  los valores arquitectónicos y culturales.

–    Y persiguiendo desde el planeamiento paliar los déficits heredados y empezar a construir una ciudad amable, integradora, bien dotada, responsable desde el punto de vista ambiental, y que juegue adecuadamente su papel en su territorio.

–    Y para ello, la solución a los problemas, que siempre son complejos, debe realizarse a través de numerosas miradas, con el concurso de numerosos especialistas… biólogos, ambientalistas, geógrafos, geólogos, bibilotecónomos, economistas, trabajadores sociales, historiadores, especialistas en arte, etnólogos, artistas plásticos, paisajistas, expertos en movilidad, sociólogos, arqueólogos, restauradores, … y como no, abogados, ingenieros, arquitectos técnicos y arquitectos, pero no solo estos, colaborando de manera cohesionada en los diferentes trabajos… Por convencimiento, por humildad, por responsabilidad y, sobre todo, por vocación. Continuar leyendo →