«Ciudadanos Comprometidos»
Hace 500 años vivió en Granada un tipo inquieto y revolucionario. Un tipo excepcional para su época y un personaje histórico fuera de toda duda… Un granadino –adoptivo- universal cuya fama, o más bien su obra, nada tuvo que ver con conquistas militares, con logros políticos o con el poder terrenal. Ni tan siquiera con las artes o con la literatura. Todo tuvo que ver con que este buen hombre, en cierto momento de su vida, tuvo claro que debía asumir un reto colosal, y en cumplimiento de “su misión” buscó y halló la complicidad de la sociedad que le rodeaba invitando a ricos y poderosos a que se ayudaran a sí mismos dando limosna a los pobres…
“Que aquel al que la suerte le acompaña no se desentienda del sufrimiento ajeno”
Y aquella misión, que se tornó más bien en milagro, fue legarnos a través de su vida y de su ejemplo que los pequeños cambios pueden ser poderosos. Y que la coherencia y la solidaridad resuenan con fuerza en nuestras consciencias y que es posible un cambio colectivo hacia una sociedad más justa, que acoja, cuide y respete a los más vulnerables.
Su ejemplo fue contagioso ya que apenas veinte años después de su muerte, aquella iniciativa que partió desde Granada, se extendió a numerosas ciudades de España, Europa y América, cuya llama hoy sigue no solo viva sino ardiente, y cuyo poder transformador sigue plenamente vigente gracias a que se sigue nutriendo de la coherencia y del testimonio personal.
A aquel personaje excepcional se le conoce como San Juan de Dios, y sus comprometidos seguidores, los miles de seguidores que hoy se cuentan por todo el orbe, están empeñados en poner de moda el Desarrollo Solidario. Tiene como objetivo identificar y atender necesidades de colectivos y personas vulnerables o en riesgo de exclusión social, movilizando para ello todos los recursos que son capaces de acopiar. Y su acción solidaria la desarrollan en el entorno de sus hospitales y centros (porque existen bolsas de pobreza, exclusión social y marginación que requieren una mayor atención) y sobre todo a través de la cooperación internacional, ya que suele coincidir que los países más pobres son precisamente aquellos cuyas estructuras sociales públicas son más débiles y por tanto donde mayor desamparo tienen las personas enfermas y con discapacidad.
Por eso, nada mejor para empezar el nuevo año 2015 que reconocer con enorme orgullo y agradecimiento los méritos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, que desde hoy engrosará nuestra selecta nómina de Ciudadanos Comprometidos, considerando asimismo a sus benefactores y voluntarios, por su acción solidaria y ejemplar. Al tiempo que queremos hacernos eco de su llamada a participar en esta acción que mueve corazones y transforma las condiciones de vida de miles de personas. Y nada para ello como haberos hablado de ellos, ya que como dicen, el primer paso es conocer lo que hacen… ya el resto ya vendrá por añadidura.
Para mayor información, escribir a desarrollo.solidario@sjd.es o visitar www.sjd.es