…Y en este contexto, su alcaldesa pidió consejo a otro alcalde, famoso por ser bastante resolutivo y eficiente, quien, sin dudar, le dijo:
“Esto solo te lo puede resolver…”
Pincha en la imagen para acceder al articulo completo
Dentro del Ciclo de Conciertos al Aire Libre, que se celebran cada verano en Orgiva , va a tener lugar el próximo viernes 26 de Julio el concierto de concierto del cantante de tango Carlos Andreoli. El lugar elegido es el Teatro El Gallinero del Archivo Museo Ruiz de Almodóvar, a partir de las 21:30 h.
Esta serie veraniega de conciertos, denominado Música por los Rincones, es una acertada iniciativa que cumple su V edición y que desde La Ciudad Comprometida felicitamos. Siete son los rincones del bonito pueblo de Orgiva en los que en esta edición se podrá disfrutar de buena musuca en marcos incomparables.
El Museo Ruiz de Almodóvar es un centro cultural privado que se compone de un archivo documental de gran importancia para la historia de Granada, un museo de dibujo y pintura, un teatro, llamado El Gallinero, en el que durante los ocho años de existencia se han celebrado conciertos como el que ahora tiene lugar, obras de teatro, conferencias, homenajes, y exposiciones, y una galería de arte y antigüedades, denominada La Manzanilla.
Constituye, en palabras de su impulsor, Miguel Ruiz de Almodovar, un CENTRO CULTURAL, de actividad plural e internacional, pero al mismo tiempo muy alpujarreño, en el sentido de un defensor a ultranza de la Alpujarra que para mi es como decir lo auténtico, una manera de vivir coherente, tranquila y relajada, llena de relaciones humanas y afectos. Una manera de vivir sencilla de la que es muy difícil ya encontrar, y que es precisamente lo que atrae a cada vez mas gente.
En los siguientes enlaces podéis ampliar información sobre el museo, su contenido y su historia:
Hoy compartimos un texto que nos han enviado y que ya ha aparecido publicado en las secciones de opinión de varios periodicos granadinos. Una carta al director que es un grito de «auxilio abierto» y con el que no podemos estar mas de acuerdo:
¡¡¡Socorro!!! Este es el grito de miles de personas que estamos asistiendo impávidas a la ola de inmoralidad política que nos ha invadido. Nos sentimos indefensas ante tanta tropelía.
No podemos decir que la corrupción sea cosa de un partido, la generalización de esta práctica es el mayor daño que se ha hecho a la democracia. Si Tejero nos tuvo en jaque hace unas décadas, no menos antipatriotas y dañinas son estas malas artes. Da igual si la corrupción se manifiesta en forma de sobres, trajes, EREs, fundaciones, asesores, consejeros, “yernísimos” o de lo que nos quede por ver; todas, en su conjunto, son la misma práctica mafiosa que ningún partido está dispuesto a cortar; de ahí nuestro grito de socorro. Nos han estafado a quienes creímos que nuestros representantes eran dignos, como digna es la política.
Nuestra petición de auxilio llega también a la Unión Europea que, ante todo, se debería preocupar de defender a los ciudadanos que viven en países donde los legisladores hacen leyes a su medida para tapar sus robos.
Conceptualmente hablando, y salvando las distancias, hemos vuelto a la Edad Media; nosotros, los de a pie, somos como los vasallos de antaño: siempre pagando tributos; nos han robado los derechos que hemos adquirido durante 30 años, solo les queda poner, por decreto, el derecho de pernada. Mientras, ellos, los que nos dicen que hemos vivido estos años por encima de nuestras posibilidades, los señores feudales modernos, viven, sin pudor, nadando en la abundancia.
No queremos, con esto, que alguien piense que la solución es acabar con la democracia y que esta ha sido la fuente de nuestros males. Somos defensores a ultranza de esta forma de gobierno y ahora, más que nunca, debemos defenderla.
Apelamos a los jóvenes honestos que hay en cada partido para que acaben con los “carcamales políticos” que, acomodados en su sillón, nos han llevado a la ruina. Sois la única esperanza que tenemos los que creemos en la democracia. Terminad con los aparatos del partido que ante un hecho probado de corrupción miran para otro lado o se dedican a decirle a otros partidos “y tú más”, en lugar de cortar de raíz el problema. Abrid las ventanas de vuestras sedes para que entre una bocanada de honradez y terminad con quienes han hecho de la política su cortijo particular.
Algunas veces la vida, cuando estamos bien atentos, nos va mandando diferentes señales que nos ayudan a comprender el verdadero significado de las cosas… dotándolas de una nueva dimensión esculpida desde los sentimientos y alimentada desde la gratitud.
Y una de esas señales me ha entrelazado recientemente con el Doctor Francisco Camacho, que fue médico rural de La Alpujarra durante 30 años, que vivió en el mismo lugar de Órgiva en donde acaba de ser inaugurado un edificio cultural diseñado por GRarquitectos… Y ha sido así que la vida ha querido que yo haya conocido la historia de este comprometido médico rural gracias a los duendes de las redes sociales, que me han vinculado con: Viky, Paco, Isabel, Cristina y Gabriela Camacho Rebollo, a la sazón los hijos de este señor. Y han sido ellos los que me han hablado de él… y yo, feliz de tener el honor de contároslo a vosotros:
“Francisco Camacho, mi padre, ha sido medico en Orgiva durante muchísimos años. Allí llegó soltero, se casó y tuvo cinco hijos. Y con motivo de la fiesta del Cristo de Orgiva, he estado allí y mi sorpresa ha sido enorme al ver que la casa donde mi padre ejercía la medicina y donde vivimos durante mucho tiempo, ha sido destinada a sala de exposiciones…”. Un equipamiento que todo el mundo conoce ya como la Casa de D. Francisco Camacho.
“Esto es muy emotivo para todos pues su salud es bastante precaria ya, dado lo avanzado de su edad. El ha dedicado toda su vida a la medicina y allí la ejerció con rudimentarios medios, incluso se desplazaba en burro para acceder a los cortijos cuando algún paciente lo necesitaba. También ha sido medico de los mineros… El día de la inauguración de este nuevo equipamiento cultural muchísima gente en Orgiva me preguntaba por él y me contaban que bien ellos, bien algún familiar estaban vivos gracias a mi padre…”, nos narra Viky
Hace alrededor de 20 años, recién jubilado Francisco Camacho, el periódico Ideal de Granada publicó un reportaje que escribió Tito Ortiz sobre la vida de este ciudadano ejemplar, verdadero pionero de la medicina en la Alpujarra, “donde hizo cientos de intervenciones quirúrgicas. Casi tantas como amigos tiene por allá.” Y a mí me ha emocionado sobre todo la historia de una enferma muy grave: ‘hice todo lo que pude, pero no pudo ser. Lo curioso del asunto es que cuando murió los familiares me consolaban a mi…’ recordaba el médico con un nudo en la garganta… Y terminaba el periodista afirmando: “Francisco Camacho, que pasó media vida ‘solo ante el peligro’, burlando a la muerte, jamás podrá deshacer ese nudo. No en vano, treinta años dedicados a la medicina rural atan mucho.”
Por esto que os cuento, comprenderéis amigos míos, que este sencillo edificio que hemos proyectado ha adquirido para GRarquitectos un significado especial ya que nos permite trabar, como si de eslabones de una cadena se tratara, el pasado con el futuro, dando continuidad y nueva vitalidad a las buenas acciones de los que nos han antecedido…, entrelazando este caso la memoria comprometida de un extraordinario médico rural con nuestro afán por realizar un edificio singular, pero siguiendo los criterios formales y compositivos de la arquitectura del lugar, de tal modo que se integre adecuadamente en su entorno sin romper el equilibrio y las proporciones que predominan en la zona.
En La Ciudad Comprometida alguna vez hemos citado que “todo lo que es, es por lo que ha sido” en clara alusión a que gracias a la generosidad y al esfuerzo de nuestros padres, y de los padres de nuestros padres… pero sobre todo de aquellos que fueron verdaderamente comprometidos con los demás, “nuestras ciudades, nuestra sociedad, nuestro mundo, en definitiva todos nosotros, somos sin duda un poco mejores”.
Así pues, cuando la vida nos manda señales deberemos tener el corazón muy muy despierto para evitar que nos pasen desapercibidas. En agradecimiento, os brindamos una breve explicación de proyecto realizado en la que fue la Casa de D. Francisco Camacho:
La Sala de Exposiciones se realiza en un solar ubicado en el casco urbano de Órgiva cerca del antiguo Ayuntamiento. Se encuentra en una esquina con forma irregular de una superficie aproximada de 201 m², que da a un pequeño ensanche de la calle Libertad. En el existía un inmueble en muy mal estado de conservación que se demuele por completo.
El solar forma parte de la trama urbana característica de la Alpujarra, conformada por manzanas compactas de calles estrechas que albergan tanto al peatón como al coche. Las dificultades que presentaba era la poca holgura entre el espacio exterior y el interior, sin poder realizar ningún espacio de transición entre la vía pública y las salas interiores. La única ventaja con la que contábamos era el pequeño ensanche que tenía la calle de acceso al inmueble, la situación en esquina y la pronunciada pendiente de la calle que nos permitía tener desde un primer nivel las vistas del paisaje.
El edificio se ha proyectado en función del programa de necesidades expuesto por el Ayuntamiento de Órgiva. Se trata una sala diáfana en doble altura que se acondicionará para los distintos eventos de exposición que se prevean en ella. A partir de la misma, se puede acceder a una zona exterior de uso exclusivo del inmueble. La escalera de acceso al centro de interpretación en planta primera, se desarrolla de forma longitudinal, como un elemento de diseño acorde con las características de la sala principal. El centro de interpretación se desarrolla en una entreplanta que vive al espacio de doble altura de la sala de exposiciones. En la parte superior de la misma se plantea un ventanal en esquina que enmarca las vistas del entorno sin perjudicar el correcto funcionamiento de los distintos usos.
El conjunto se concibe como un juego de volúmenes de líneas puras que se diferencian en altura y color. El más alto, de color ocre contiene dos niveles, desde la entreplanta se puede observar el espacio de doble altura que conforma la sala de exposiciones y la vista del paisaje que se enmarca desde el ventanal en esquina proyectado. Los huecos dispuestos respetan la proporción huecos/macizos de la Alpujarra, en donde claramente predomina el macizo sobre el hueco.
De esta manera se concibió un edificio pequeño, de líneas simples, que destacara por su singularidad y se integrara a su entorno tan peculiar.
Juan Carlos García de los Reyes, Director de GRarquitectos.
Las Alpujarras (granadina y almeriense) constituyen una de las comarcas andaluzas con mayor personalidad paisajística y cultural. Dentro de ella, la Alpujarra Central coincide con el corredor intramontañoso del río Guadalfeo, que separa las vertientes meridionales de Sierra Nevada de las sierras prelitorales mediterráneas (sierras de Lújar y de la Contraviesa). Los fondos de valle, más o menos dilatados a partir de la tectónica de hundimiento y las aportaciones aluviales de los ríos y afluentes que drenan este espacio, acogen los más importantes núcleos de población estable (Órgiva y Cádiar), así como cultivos de huerta y vegetación termófila, es decir, que requiere mesoclima cálido. A su vez, las laderas, que presentan generalmente fuertes pendientes, acogen un paisaje agrario extremadamente complejo, basado en un mosaico de cultivos anuales y frutales, dispuestos muy a menudo en formas aterrazadas, que comparten el espacio con bosquetes de encinares, nogales o castaños, así como alamedas y saucedas en barrancos y ribazos. Un complicado sistema de riego, de origen en gran parte medieval, y fundamentado en los singulares “careos” de la alta montaña y la regulación de torrentes, para los cultivos de ladera, y en el sistema tradicional de derivaciones del curso fluvial en los cultivos de fondo de valle, permite la presencia de numerosas zonas regadas. Incluso se benefician espacios no agrícolas dado que filtraciones y derrames en las acequias de tierra y piedra humedecen algunos paños de ladera, permitiendo con ello una mayor diversidad vegetal y la presencia de ejemplares con mayores exigencias hídricas que los propiciados directamente por las condiciones climáticas. Un denso poblamiento de pequeños núcleos rurales se organiza también en una sucesión altimétrica, desde los pequeños pueblos y aldeas encajados en las altas vertientes, por encima de los 1.000 metros (por ejemplo, Capileira, Cáñar y Soportújar), hasta los centros rurales del fondo del valle que funcionan como cabeceras comarcales. Aún así, las zonas propicias para el aprovechamiento agrícola, esencialmente los paños de ladera modelados sobre los micasquistos nevadenses, son las que acogen un mayor número de asentamientos y las que, por ende, conforman el paisaje alpujarreño prototípico: un paisaje donde lo natural y cultural se funden maravillosamente y que, no debemos olvidar, es manifiestamente frágil por la necesidad de mantener activo el sistema de riego, de terrazas y balates, de diversidad genética en sus cultivos, de aprovechamiento integral agricultura-ganadería-silvicultura, de tipos y formas constructivas, etc., en una comarca afectada tanto por procesos de despoblamiento, como por el desequilibrio de su pirámide poblacional.
1. Puertos de montaña
Entre la Sierra de los Guájares y Sierra Nevada, el Puerto del Suspiro del Moro (860 metros), divide la escorrentía superficial hacia el Genil, al norte, o hacia el Dúrcal-Guadalfeo, al sur. Todo un lugar cargado de historia (la conquista castellana de Granada, sobre todo) y romanticismo.
2. Turismo de balneario
Lanjarón, referencia hidráulica de Sierra Nevada, desagua sus limpias y puras aguas en el valle del Guadalfeo. Las propiedades minero-medicinales de sus afloramientos han generado, de una parte, procesos industriales de embotellado y comercialización del agua; de otra, un lugar propicio para balneario-terapia y turismo rural.
3. Poblamiento mixto
El poblamiento tradicional tiene carácter mixto, pues el prácticamente concentrado del fondo de valle (Órgiva) se combina con el diseminado de las laderas, donde son numerosos los núcleos de población, tanto en forma de pueblos como de cortijos de montaña, que se distribuyen entre huertas y cultivos leñosos en terrazas.
4. Laderas de matorral
Las laderas de Sierra Lújar y de la Contraviesa, con materiales principalmente carbonatados la primera y metamórficos (micaesquistos) la segunda, y bajo clima mediterráneo subseco, originan suelos mayoritariamente pobres cubiertos de matorrales (retamas, aulagas, tomillos, espartos…).
5. Cumbres nevadas
Las altas laderas y cumbres de Sierra Nevada, por su aislamiento geográfico y sus condiciones ambientales caracterizadas por largos periodos presididos por la cubierta de nieve, constituyen un espacio natural excepcional en el ámbito mediterráneo. Su declaración como Parque Nacional y Reserva de la Biosfera avalan, sobre todo, sus valores faunísticos (avifauna, invertebrados, especies cinegéticas) y florísticos (endemismos nevadenses, muchos de ellos exclusivos).