El PP andaluz anda muy inquieto porque desde Madrid aún no han dedidido cuál será su candidato.
En la contradicción reside el problema. Mientras los populares hacen chistes sobre las primarias de ‘pretaporter’ que le organizaron a Susana Díaz para vestirla de luces, a ellos le hacen un traje a la medida desde la capital del Reino; a la medida de Rajoy, se entiende.
Al PP le urge tener un líder en Andalucía, alguien con criterio propio y con capacidad para aplicarlo, sin dependencias de Madrid ni sumisión a los cabecillas del pasado y a los gallos del presente.
Pero también hace bien Mariano Rajoy al pedir calma para evitar cerrar en falso una sucesión que él mismo precipitó con Juan Ignacio Zoido.
Nombres hay muchos y también son varios a los que le han ofrecido la presidencia del PP andaluz. Algunos no han querido y otros se fiaron de la palabra del interlocutor equivocado.
Y de fondo, Javier Arenas, alguien que armó una estructura a su imagen y semejanza y ahora se permite vetar a quienes se le parecen demasiado.
Hace unos días, cuando a José Luis Sanz ya le estaban haciendo los retoques de photoshop para el cartel, un dirigente del PP que conoce lo que se cuece en Sevilla me advirtió: “Nada de lo que está saliendo lo ha dicho el presidente. En Madrid tienen dudas del perfil electoral de José Luis”.
Horas después, Mariano mandaba parar.
No se entendería que al alcalde de Tomares volvieran a exponerle y a sacrificarle por segunda vez. Ya lo fue cuando sonó para secretario general del partido precisamente cuando Zoido dejó ese puesto.
Parece que el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, tampoco será el candidato, aunque él está dispuesto y cuenta con el respaldo de María Dolores de Cospedal. Hasta le organizaron una cuchipanda en Córdoba para anunciar una designación que se frustró cuando la nueva ola estaba a punto de llegar a las arenas.
El resto de opciones apenas aguantan la simple especulación. Y otros nombres, como el de Carlos Rojas, ha dejado de sonar aunque tiene los mismos méritos -e incluso menos deméritos- que algunos de los que más suenan. De entrada, es de los pocos que está dentro del Parlamento y podría visualizar desde ya el cara a cara con Susana Díaz.
Así que me quedaré con el pronóstico que me ha hecho otro dirigente popular que suele tener buen tino. Mariano Rajoy se decantará por Fátima Báñez, porque prefiere dejar varios heridos por el camino antes que un solo muerto.
Y que Arenas y la virgen del Rocío nos pille confesados.
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