«Paisajes Culturales de la Humanidad” (3)
Por Malgorzata Janusz. Paisajista de GRarquitectos
Monte Perdido constituye el segundo paisaje cultural declarado por la Unesco en España. Situado en el extremo límite sur de las grandes glaciaciones europeas del cuaternario, este extraordinario paisaje montañoso que compartimos con Francia ocupa la superficie de 30.639 ha y está centrado en el pico de Monte Perdido, un macizo calcáreo que se eleva a 3.352 m. El sitio fue declarado debido a sus valores naturales y culturales, donde esta vez el hombre ha sido humilde frente a la maravillosa naturaleza estableciendo una relación de convivencia muy respetuosa hacía ella.
Ramond, ilustre naturalista y escritor de la época romántica describe el Monte Perdido en el año 1802 de la siguiente manera:
«Estas formas sencillas y graves, estos cortes netos y atrevidos, estas peñas tan enteras y tan sanas cuyos anchos asientos se alinean en murallas, se encorvan en anfiteatros, se labran en gradas, se lanzan en torres donde la mano de los gigantes parece haber aplicado la plomada y el cordel»
En continuación destacamos los valores más llamativos que podemos admirar visitando el Monte Perdido:
Aspectos naturales
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Los dos cañones más grandes y profundos de Europa
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espectaculares paredes de circo
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variedad de los paisajes escénicos situados en las laderas de montañas (destacando entre otros prados, lagos, cuevas y bosques)
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la excepcionalidad de flora y fauna nacida de la historia oroclimática de los circos y los cañones
Aspectos culturales
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paisaje agro-pastoral que permaneció aquí desde la antigüedad (se conservaron algunos vestigios megalíticos) formando un paisaje rural de alta montaña, que corresponde con una serie de ‘instalaciones’ propias:
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pueblos,
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granjas,
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campos,
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pastos de montaña
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caminos de montaña.
El Monte Perdido, el paisaje cultural situado entre España y Francia, constituye una zona excepcional. La división entre estos países aumenta su singularidad recogiendo las influencias culturales de ambos que junto con el estilo de vida que proporciona la montaña recogen elementos propios de paisaje rural de alta montaña ya poco frecuente en Europa.
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2 respuestas a «MONTE PERDIDO, un ejemplo de la diversidad paisajística»