Me dan un pescozón en el cogote, de esos que sabes que están llenos de cariño, pero que pican. En ese microsegundo antes de volverte o de escuchar la voz del ‘pescozonero’ tratas de adivinar quién es. Entonces, piensas a ultravelocidad. Estoy desayunando en un bar que ni está en el centro de Granada ni es habitual entre mis queridas ‘parroquias cafeteras’. La hora es temprana, ya que ni son las diez de la mañana. En el entorno no hay nada que se le parezca a una administración, empresa, tugurio o afín. Y me ha dao un pescozón de cohones…
Me giro y me encuentro a uno de los tipos que más aprecio… pese a que es un tipo que lleva toda su vida metido en política. Tras el abrazo, me tira de las patillas, esa manía tan suya que tiene, y me pregunta por la familia. Bien, gracias.
Y sin pregunta alguna de por medio o como excusa, me dice que ya sabe cuál es el problema.
Critica que el presidente del Parlamento de Andalucía, Manuel Gracia, un tipo que enseguida dice que conoce y respeta y todo eso, «sea un retrovisor del PSOE andaluz, un tipo que mira al pasado, y que había que haber aprovechado esa segunda magistratura de Andalucía para poner a un joven, al alguien con proyección, a mirar a dentro de cuatro años. No a alguien tan del pasado».
Y es como hacer un Manolete y destapar el frasco de las esencias, porque la radiografía del PSOE que sale de esa cabeza privilegiada es demoledora. «Antes había gente con carrera, con currículo, que dedicaba su tiempo a la política y daba el salto cuando el partido se lo pedía»… «Ahora hacen carrera dentro del partido…». «Hay por arriba toda uan generación-tapón que tiene todo bloqueado con Griñán y Rubalcaba, abueletes sesentones que impiden el ascenso de lo mejor del partido».
Sigue. «Por abajo hay otra generación de gente sin oficio ni beneficio que ha pasado del fracaso escolar al coche oficial y que representa lo peor del espíritu socialista».
Ante esta situación, asegura que hay una generación «todavía joven, con experiencia y que sabe lo que es el PSOE y lo que tiene que ser que está pasando desapercibida, desconectada del partido ante el temor de los mayores y la ambición de los jóvenes».
Está de acuerdo conmigo cuando los defino como «los que ayer eran jóvenes promesas y hoy son viejas glorias».
Este es el PSOE en Andalucía desde dentro del PSOE de Andalucía, gracias al análisis de un político que como comprenderás, me guardo su nombre.
Le dije que me estaba dando material para el post del domingo.
Y sonrió.
No sabe nada, tú.
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