Lo contó Bécquer, Gustavo Adolfo:
«Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa».
Sustituya ahora conmigo las siguientes palabras:
Salón x Calle
arpa x cruz
Y el resutlado es lo que sucede en Granada el Día de la Cruz tras la prohibición de músicas y bebidas.
Me lo decía mi compay Dani Olivares Dawson: «Cuenta que están todos los bares a rebosar, desde la calle Alhamar a la plaza de la Trinidad». Me fui luego al Campo del Príncipe y ocurría más de lo mismo. Me llegaban ecos de Plaza Larga con su ambiente infinito.
Y entonces me di cuenta de que el pueblo es sabio y el Día de la Cruz ha mutado. Se celebra puertas adentro los bares, donde los granadinos han redescubierto las barras.
PD
La foto, un destello mágico, de González Molero.