El jueves entrevisté a Ángel, el granadino que resultó gravemente herido en Madrid. Este es el texto de la entrevista y el audio.

Ángel Moro García, el granadino herido en Madrid el 25S, dice desde el hospital 12 de Octubre que piensa «seguir luchando»

Son las dos de la tarde este pasado miércoles. Rafael Tejero, de 57 años de edad, profesor de Filosofía en el Instituto Padre Suárez y compañero de Ángel Moro García, el herido más grave en los disturbios del 25S en el grupo de Laboral del Movimiento #15M de Granada, hace de ‘puente’ para la entrevista. Ángel perdió su mochila durante la carga policial del martes ante el Congreso de los Diputados. Dentro estaba su documentación y el teléfono móvil. Ahora se recupera lenta y dolorosamente, avanza… y quiere hablar.
Al otro lado del teléfono se escucha un hilillo de voz, pero cargado de convicción. Lo primero que hace es detallar su parte médico. Es directo y conciso: «Estoy jodido tras el patadón en la columna. Ya tenía una lesión de antes en la espalda y me ha jorobado del todo». Sin embargo, cargas policiales a él, asegura que se encuentra «muy animado, porque la gente va respondiendo».

Ha cambiado de tercio sin despeinarse y no está hablando de su estado físico, sino del estado de las protestas: «Todo lo que hagamos es para abrir los ojos a la gente por los recortes… y lo que logremos pacíficamente para que las cosas vuelvan al pueblo, que es el que manda y el que pide». Es lo que realmente le importa. Pero recupera el hilo argumental de su propio arranque y remata su declaración: «Otra cosa es que el Gobierno nos interprete como violentos».
Ángel asegura que ha pasado la noche «fatal», porque los dolores «aparecen y desaparecen».

Pero le falta tiempo para piropear a sus médicos: «Hay muy buen equipo médico aquí –se refiere al centro sanitario en el que está ingresado, el 12 de Octubre–. Me cuidan hasta ocho médicos, porque son lesiones muy importantes». Se refiere a la causada durante la carga policial que le ha afectado «las vértebras 2, 3, y4». Parece sonreír resignado cuando advierte de que «los zapatos de la ‘poli’ son muy peligrosos».

El aspecto médico es fundamental en el caso de Ángel, porque a la patada que dice que le propinó el policía antidisturbios hay que sumarle su historial clínico en el que se refleja que, primero, hace años, ya sufrió un accidente de tráfico. En segundo lugar, este mismo verano, tras caerse sobre un escalón al ser empujado, sufrió una lesión gravísima en la espalda que le mantuvo en silla de ruedas y en rehabilitación en el hospital de San Rafael de Granada.

Por estas razones, aunque manifiesta que quiere «volver pronto a Granada, este domingo a ser posible», está pendiente de los cirujanos, «que tienen que valorar la decisión de darme el alta, porque es una zona delicada entre las vértebras. Es una zona crítica».

–¿Ahora se tomará la vida con algo más de tranquilidad?
–¿Más tranquilidad? Desde hace tiempo la vida me la tomo con más tranquilidad, pero por supuesto que voy a seguir luchando. Pacíficamente. Con perseverancia y teniendo en cuenta que hay gente que está peor que yo.

 

 

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