El Centro Cívico del Albaicín en la plaza Aliatar se ha adaptado a la normativa y ha eliminado las barreras arquitectónicas. La noticia es para aplaudirla pero resulta que ha soliviantado a los usuarios. Un centenar de ellos ha firmado una carta de protesta.
Las dos caras de la moneda, de la misma moneda, ofrecen dos versiones diferentes.
Una de ellas dice:
«Antes de la obra mencionada, existía una rampa de acceso al centro para sillas de ruedas, a través de la cual podían acceder los dos discapacitados físicos que residen en el barrio. Igualmente, el acceso al mostrador no tenía escalones».
«Actualmente los discapacitados tienen que coger el ascensor, situado a la izquierda, para subir los dos escalones nuevos y dar la vuelta hasta llegar al lado opuesto, donde está situado el mostrador. El cual, tras la obra, ha quedado a una altura de 76 absurdos centímetros».
«Como ciudadanos y vecinos del Albaicín tenemos derecho de saber por qué se ha realizado esta obra tan nefasta, costosa y poco útil, cuando hay prioridades mucho mayores en un barrio que está arriesgando perder el Patrimonio de la Humanidad dada la situación de deterioro grave que sufre».«El coste de la obra ha sido superior a 41.000 euros y los trabajos han durado unos 17 días». Y se preguntan «¿Por qué este malgasto de dinero público (nuestro dinero) en tiempos de crisis? ¿Por qué no se ha invertido en cosas más necesarias y urgentes?». En la carta sugieren,por ejemplo, «arreglar las calles para evitar accidentes de nuestros vecinos mayores, la limpieza de los graffitis ilegales, casas en ruinas con ratas incluidas, falta de mobiliario urbano, como bancos para sentarse nuestros mayores o falta de zonas verdes».
La otra cara argumenta:
«Son unas obras que se ajustan a rajatabla a la legalidad vigente y que se hacen porque obliga la Junta de Andalucía a cumplir la normativa autonómica».
«Están consensuadas con el órgano pertinente, que es el el Consejo Municipal de Personas con Discapacidad, «que es el órgano máximo de participación democrática de las entidades y asociaciones dedicadas a la atención de personas con discapacidad en Granada».
«Son los técnicos de la comisión de accesibilidad, con los propios minusválidos, los que deciden las obras de adaptación y de eliminación de barreras arquitectónicas que se van a acometer cada año».
La conclusión:
El Albaicín necesita generar consensos a una velocidad sideral.
CRÉDITOS:
La foto, de González Molero
La foto, de González Molero
Esto es Granada, señores. Basta con que alguien mueva una ceja para que se le eche encima la mundial. Así nadie se atreve a hacer nada y así nos luce el pelo.
Me parece fabuloso!
Al fin una buena noticia.