Autor: Javier F. Barrera

Me encanta volver a Guadix

 

Me encanta volver a Guadix.

Me escapé con la moto esta misma semana y recorrí el medio centenar de kilómetros que unen la vieja Julia Gemela Acci con Granada. Adoro esta ruta por la A-92 que me permite subir y bajar continuamente y salvar riscos y pendientes para circundar Sierra Nevada hasta contemplar su Cara Oculta que duerme bajo la comarca de Guadix.

Así es. El aire, suave y fresquito que anuncia otoño bueno, de momento, convierte el trayecto en un placer y permite disfrutar de esta primera maravilla que ofrece la comarca de Guadix: la Cara Oculta de Sierra Nevada, como más a mano, salvaje y cercana. Lista para ser paseada y con conexiones cuasitelúricas con lugares remotos como Tocón de Quéntar, con sus carreteras que serpentean tan sinuosas y sus valles chicos pero lujuriosos por la ingente cantidad de belleza voluptuosa que atesoran.

Por eso me encanta coronar el Puerto de la Mora, recorrer el tajo sobre la Sierra de Huétor y llegar en Diezma para luego, ya en Darro, pillar el desvío para tomarme un bocata de campeonato en el Ecuador, santo y seña de una de las cumbres de la gastronomía del lugar: el pan. Adoro el pan de Guadix, esas hogazas infinitas, esponjosas como para quedarse a dormir dentro de ellas.

Ese pan lo encuentras por doquier en esta comarca accitana. Y no puedo dejar de mencionar el pan de Alcudia y sus pueblos limítrofes, donde me he imaginado bocatas de a hogaza entera rellenos con jamón, tomate y aceite, para comer en cualquier vereda con unas vistas que lo mismo miran a Sierra Nevada, que permiten disfrutar del paisaje único de las Bad Lands, que definen, marcan y también explican el carácter accitano.

Entonces es cuando me pongo un poco nervioso, porque sé que me falta poco por llegar a la cita con mi Guadix que enamora. Te lo juro. Guadix no es solamente una ciudad que enamora sino que es una ciudad para enamorarse. A mí, me ha pasado. Te enamoras de la riqueza de su huella de historia que surge a la vuelta de cada esquina de la ciudad, de sus insignes hijos que forman parte de la Historia que se escribe con mayúscula y de un pulso cultural que hace que brille en el panorama andaluz con personalidad más que propia.

Pero, gastronomía, naturaleza, patrimonio, historia y cultura aparte, lo que más me gusta de Guadix son las sensaciones que me nacen en los centros cuando tomo el desvío y me rodean sus cuevas, sus chimeneas en el suelo, esos agujeros negros que llevan a universos que son hogares donde buenas familias viven acariciando unas costumbres y tradiciones que convierten a la vieja ciudad en un lugar único en todo el mundo.

Y esta condición, también hay que saber disfrutarla, dejándose pasear y volar la imaginación por cada recodo, parándose en tantas iglesias y edificios históricos, palacios y palacetes, alcazaba en todo lo alto y miradores con historias  e historia. Hay trazas de todos y cada uno los que alguna vez pasaron por Guadix a lo largo de los siglos, y todas ellas esperan coquetas para el que tiene hambre de Guadix y de belleza. Recorrí la ciudad entera desde su incomparable Catedral hasta el Barrio de las Cuevas y, sí, ahí seguían todo ese rosario de edificios emblemáticos, durmiendo silentes a la espera de ser despertados por el ardor de quien reconoce su valía.

Y luego, están los amigos. El mío se llama Torcuato Fandila (por cierto, el autor de la foto de este post) y, cada vez que nos vemos, como que pasa algo. Pero eso, eso os lo contaré otro día porque, Guadix, también tiene una sensación única, y es aquella que te entra cuando te tienes que marchar, porque siempre me parece que me dejo algo, algo por hacer, por sentir o por vivir.

Una crónica a la Izquierda del Padre

20170920.- FOTO: FERMIN RODRIGUEZ.Quico Chirino, en la presentación de su novela ‘A la Izquierda del Padre’

Todos los periodistas nos hemos comido de niños un escritor. Todos. Incapaces de mirar por encima de la realidad para sopesar la espuma de los días, publicamos en nuestros medios las historias de la vida del día. Esto se llama Periodismo. Y es muy bueno. Hasta que algún día, muerto de envidia, te enteras de que un compañero de la Redacción presenta una novela negra como el demonio y condenadamente bien escrita. Esto se llama Literatura. Y también es realmente bueno.

El tipo que no ha dormido en tres años para conjugar Periodismo con Literatura, dirigir la sección de Granada de mi periódico con acierto y parir la novela ‘A la Izquierda del Padre’ se llama Quico Chirino y para la presentación en Granada de su novela reunió a algo más de un centenar de personas en el Cuarto Real de Santo Domingo. La velada se desarrolló entre viejos adagios periodísticos, técnicas de redacción, scoops de hemeroteca y de portada, y recuerdos a Chandler, don Raymond; y a Umbral, don Paco.

20170920.- FOTO: FERMIN RODRIGUEZ. Aspecto del Cuarto Real de Santo Domingo durante la presentación del libro ‘A la Izquierda del Padre’ de Quico Chirino

Quico Chirino, Flanqueado por Jesús Lens, director entre otras cosas del más potente festival cultural dedicado al género Noir; y Eduardo Peralta, director de IDEAL, flanqueaban al ya novelista mientras el alcalde de la city, Paco Cuenca, dedicaba unas palabras a modo de presentación, muy bien traídas.

No hubo ni medio segundo para el buen rollo, aunque el acto estuvo envuelto en una atmósfera de cariño, ya que Quico recordó así como para entrar en faena lo que Pablo Rodríguez le comentó en la entrevista publicada en las páginas de IDEAL sobre ‘A la Izquierda del Padre’: “Es una novela de derrotados”. “Y en efecto -comentaba Chirino, es una novela de gente a la que la vida le ha dado un metro cuadrado y ahí viven, mueren o se autodestruyen. Es una novela dura”.

Eduardo Peralta certificó que “es un gran relato que nos sorprende, estremece y conmociona”, y leyó en voz alta textos entresacados de la novela, que justifican estas tres reacciones. También indicó que “es una denuncia social. No hay un texto amable sino un texto descarnado de gente que busca la felicidad y solo encuentra las drogas”.

En efecto, prosiguió, “la crónica describe las miserias sociales de la época”. Y vuelve a entresacar una frase de la novela: ‘Siempre solía beber cuando estaba de servicio’, dice por ejemplo del policía”. Igual sucede a juicio de Eduardo Peralta, con los periodistas. De ellos se escuchan frases lapidarias como que “el público prefiere la mentira”, que dirá uno de ellos. O aquello de “mucho peor sería tener que trabajar”, sobre el viejo oficio de contar que es el Periodismo que le responderá el otro, antagónicamente.

20170920.- FOTO: FERMIN RODRIGUEZ. El alcalde de Granada, Paco Cuenca, durante la presentación del libro ‘A la Izquierda del Padre’ de Quico Chirino. En la mesa, flanqueado por Jesús Lens y Eduardo Peralta, director de IDEAL.

Y, por supuesto, “hay autocrítica de su propia profesión a lo largo de las páginas”, describe Peralta. Y con sus ejemplos de la novela, los ilustra: “Hay que diferenciar el Periodismo de una verdulería, como cuando por ejemplo se debate sobre las reglas que sirven para distinguir una coliflor de un buen reportaje”. Reportaje-coliflor, el vocablo servirá para describir mucho trabajo periodístico pretencioso.

El director de IDEAL, que trató de hablar largo “sin reventar la novela”, destacó “el lenguaje directo que deslumbra” que utiliza Quico Chirino en su novela: “‘Te dejaré marchar si me comes a besos’, dice la protagonista de una novela llena de soledad”.

Y claro, lo de las pes, “es una novela de pes, de Periodismo Putas y Policías, pero no hay Políticos”.

Jesús Lens recomendó por su parte “no dejar la novela en manos de críos porque querrán ser periodistas” mientras que Quico Chirino, en su intervención, explicó que “esta novela la he hecho por diversión y por provocación. A la crítica me someto a diario. Y si no os gusta la novela me da igual. Pero en el periódico tengo la obsesión de que los textos queden cerrados, desde que leí una columna de Umbral”. Y entonces, también apareció el gran maestro Noir de la mano de Lens: “Es una novela canónica Noir con más Chandler que en muchas novelas americanas”.

Añadió que “la reflexión de esta novela es qué capacidad tenernos de escapar al destino”. Dijo de los protagonistas que “son personajes que tienen una poética. No tienen instinto criminal, solo delinquen por necesidad”. Y su ejemplo fue que “la poética es el bocata que les daban de críos a los protagonistas en la iglesia como excusa para que aprendieran a leer y quizá así, el que aprendiera a juntar algunas letras podría firmar el día que entrara en la cárcel”.

Quico Chirino terminó sincero: “Me he sentido cómodo porque es la mejor manera de enfrentarse a la realidad. Y una provocación. Y algo de hipérbole. Pero lo que cuento es realidad”. Esa realidad-espuma de los días a la que hay que asomarse pero con una precaución: “Cuando terminas de escribir, los personajes saben más de ti que tú de ellos”.

Os dejo con una entrevista a Quico Chirino en Cadena SER de la que destaco unas frases que me han gustado especialmente:

-“Mi única patria es una Redacción, pero que nací en Osuna. Soy un niño de Osuna que quería ser escritor”.

-“Para saber de qué va el título, hay que llegar hasta el final”.

-“No me podía permitir algo sin criticar algo, sin llamar la atención”.

-Y algo que sinceramente me ha maravillado: “¿Cuál esa gota de hipérbole que tiene la novela?. El Vacie está a un paseo del Parlamento de Andalucía y pared con pared del cementerio, que separa los muertos de los vivos”.

 

Perfil: Pilar Rivas, de Vamos Granada

Pilar Rivas Navarro, concejala de Vamos Granada, está en el ojo del huracán. Es la nueva portavoz del grupo municipal, aunque esta decisión está recurrida. La cuestión es que el conglomerado de Vamos Granada, Podemos y demás partidos está completamente sacudido. Así que Quico Chirino me pidió que hablara con la gente que rodea y conoce a Pilar para construir un perfil de quién esta concejala que está dando que hablar. Hablé con muchas personas, con concejales de Granada de todos los partidos y con muchos ex de Podemos. También con dirigentes de Podemos y Vamos Granada. No conseguí hablar con la ex portavoz de Vamos Granada, quien me remitió a que hablara con una persona cuando lo que yo creía conveniente era que ella me hablara de su compañera. Sé que todo lo difícil también era lo pertinente. Al final, una decena de testimonios y una fotaka de Fermín Rodríguez. El resultado, como siempre, lo juzgáis vosotros.

Pilar Rivas
UNA CIUDADANA INFILTRADA

Dicen que la concejala quiere ser la voz de todos y que luchará por no atesorar ningún protagonismo, «aunque nunca se rendirá»

Pilar Rivas Navarro parece que haya llegado siempre a todo antes de tiempo. Fue madre con veinte años y luego fue a la Universidad; adora los animales desde antes incluso que estuviera tan de moda su defensa y ha trabajado desde hace casi dos décadas en la primera línea del frente contra las penurias de esta sociedad: los servicios sociales. De aquí se construye la primera parte de su retrato: es una feminista batalladora, es una profunda defensora de los derechos de todos y tiene experiencia sobrada para saber que se puede mejorar –y mucho– la sociedad actual. Por eso, y pese a todo, quienes le conocen bien destacan que su aparente fragilidad encierra una luchadora incansable, una trabajadora inagotable y una convicción inalterable en sus principios, ideas y creencias.

La otra parte del retrato la completa su faceta como política, en una persona que nunca antes había participado ni en asociación, ni en sindicato, ni en campaña alguna. De hecho, su primer contacto con la política fue un telefonazo en el que se le ofreció participar en el proceso de primarias que terminó en la confección de la lista de ‘Vamos, Granada’ al Ayuntamiento de Granada. Pilar Rivas se presentaba con el número tres y salió elegida concejala. Durante estos dos años ha trabajado de cara, ha buscado dar voz a todos, a los barrios y a la periferia; a las conectados y, también, a los desheredados. Y ha huido de los protagonismos.

Quizá por eso, este mismo verano, cuando madrugaban esos rayos de sol tan potentes, aplicó a rajatabla sus convicciones y encendió un huracán en ese conglomerado de voces que forman Podemos, ‘Vamos, Granada’ y los demás partidos y movimientos que buscan alternativas al llamado bipartidismo. Con el apoyo del otro concejal de ‘Vamos, Granada’, Luis de Haro, se llevó la portavocía en detrimento de la número uno, la también concejala Marta Gutiérrez.

Y claro, le critican. Y mucho. Desde Podemos dicen que «se ha equivocado profundamente en lo que ha hecho. Desde el punto de vista político no ha entendido lo que pasó el 15M, lo que significa la nueva política y como se deben hacer las cosas en el ámbito local», explican. «A Granada le ha hecho mucho daño porque ha pecado de excesiva ambición». Podemos tiene recurrido su nombramiento como portavoz en el Ayuntamiento. La fuerza y la transparencia Pero a Pilar Rivas todo esto no le inmuta, porque lo ve todo de otra manera y con la fuerza de la mayoría, de la transparencia, del empoderamiento de la ciudadanía a través del reparto de los cargos en vez de su acumulación, que es lo que ella ha tratado de evitar.

Lo explica una de sus mejores amigas de la Universidad, los servicios sociales y la vida entera. «Empezamos a estudiar juntas Trabajo Social, y desde siempre es muy comprometida, trabajadora y muy responsable». Lo explica: «Se lo cree, toma su posicionamiento respecto a algo que le preocupa, se compromete y se pone a trabajar». Sobre su faceta como trabajadora social, «la he visto muy implicada con los usuarios, con el desarrollo de su trabajo».

«También es una persona que siente mucho las limitaciones que tiene el sistema público de servicios sociales». Aquí es donde aparece ese sesgo que le ha nacido con la política. Muchos trabajadores sociales entienden que el modelo está comprometido por las propias limitaciones del sistema, pero sobre todo por el modelo que aplique el político de turno que esté en cada momento al frente de los servicios sociales. Es decir, las prioridades que tenga el político en materia de servicios sociales.

Y, ya puestos, sus compañeras de los servicios sociales del Zaidín remarcan: «Es cierto que ahora que está en política la veo muy comprometida con que las cosas sean así». Y así es que «hay una tendencia en nuestra profesión donde los problemas que surgen en los servicios sociales no se soluciona con una ayuda puntual, con un comedor social, por ejemplo. Las cosas requieren una visión más de fondo y eso es lo que le gusta a Pilar, llegar hasta el fondo y empezar a trabajar desde ahí».

Sus compañeros en el pleno municipal hablan de ella maravillas, al menos los que se definen de izquierdas: «Sinceramente, es una de las personas más dialogantes que hay en el Ayuntamiento. Siempre pretende dialogar, pretende preguntar las cosas y sobre todo hay que reconocer que está muy cercana no solo a lo que es institucional y se dice sino a lo que se dice en la calle. Está pendiente de la ciudadanía. Estos años que yo le conozco está muy vinculada a trasladar los problemas sociales al Ayuntamiento. Todos los temas de Distrito Norte, sí; pero también todos los problemas de exclusión y emergencia social».

También se atreven a aventurar su nueva función: «Como portavoz va a despuntar de forma positiva. Tiene contacto directo y la gente le entiende porque es llana. Es normal que quizá tenga al principio cierto miedo escénico, pero le veo muy preparada, con un discurso muy bien hilvanado que le va a permitir estos años crecer y adoptar un buen papel en su nueva responsabilidad».

Una vez recorrido peldaño a peldaño su carrera vital y profesional, probablemente se entienda mejor que Pilar Navarro es «una ciudadana infiltrada». ‘Ciudadana’ porque entiende de derechos y conoce que hay deberes, ‘infiltrada’ porque toda su experiencia en las trincheras de la exclusión social y en el filo de la navaja de lo peor de la crisis económica le ha llevado a la política y, ahora, a la portavocía de ‘Vamos, Granada’. «El Trabajo Social y la Psicología son su equipaje y sus herramientas en este viaje hacia la construcción, desde la diversidad, de un proyecto político de futuro que suponga una verdadera alternativa».

 

Pilar Rivas Navarro, concejala de Vamos Granada, está en el ojo del huracán. Es la nueva portavoz del grupo municipal, aunque esta decisión está recurrida. La cuestión es que el conglomerado de Vamos Granada, Podemos y demás partidos está completamente sacudido. Así que Quico Chirino me pidió que hablara con la gente que rodea y conoce a Pilar para construir un perfil de quién esta concejala que está dando que hablar. Hablé con muchas personas, con concejales de Granada de todos los partidos y con muchos ex de Podemos. También con dirigentes de Podemos y Vamos Granada. No conseguí hablar con la ex portavoz de Vamos Granada, quien me remitió a que hablara con una persona cuando lo que yo creía conveniente era que ella me hablara de su compañera. Sé que todo lo difícil también era lo pertinente. Al final, una decena de testimonios y una fotaka de Fermín Rodríguez. El resultado, como siempre, lo juzgáis vosotros.
Pilar Rivas
UNA CIUDADANA INFILTRADA
Dicen que la concejala quiere ser la voz de todos y que luchará por no atesorar ningún protagonismo, «aunque nunca se rendirá»
 
Pilar Rivas Navarro parece que haya llegado siempre a todo antes de tiempo. Fue madre con veinte años y luego fue a la Universidad; adora los animales desde antes incluso que estuviera tan de moda su defensa y ha trabajado desde hace casi dos décadas en la primera línea del frente contra las penurias de esta sociedad: los servicios sociales. De aquí se construye la primera parte de su retrato: es una feminista batalladora, es una profunda defensora de los derechos de todos y tiene experiencia sobrada para saber que se puede mejorar –y mucho– la sociedad actual. Por eso, y pese a todo, quienes le conocen bien destacan que su aparente fragilidad encierra una luchadora incansable, una trabajadora inagotable y una convicción inalterable en sus principios, ideas y creencias.
 
La otra parte del retrato la completa su faceta como política, en una persona que nunca antes había participado ni en asociación, ni en sindicato, ni en campaña alguna. De hecho, su primer contacto con la política fue un telefonazo en el que se le ofreció participar en el proceso de primarias que terminó en la confección de la lista de ‘Vamos, Granada’ al Ayuntamiento de Granada. Pilar Rivas se presentaba con el número tres y salió elegida concejala. Durante estos dos años ha trabajado de cara, ha buscado dar voz a todos, a los barrios y a la periferia; a las conectados y, también, a los desheredados. Y ha huido de los protagonismos.
 
Quizá por eso, este mismo verano, cuando madrugaban esos rayos de sol tan potentes, aplicó a rajatabla sus convicciones y encendió un huracán en ese conglomerado de voces que forman Podemos, ‘Vamos, Granada’ y los demás partidos y movimientos que buscan alternativas al llamado bipartidismo. Con el apoyo del otro concejal de ‘Vamos, Granada’, Luis de Haro, se llevó la portavocía en detrimento de la número uno, la también concejala Marta Gutiérrez.
 
Y claro, le critican. Y mucho. Desde Podemos dicen que «se ha equivocado profundamente en lo que ha hecho. Desde el punto de vista político no ha entendido lo que pasó el 15M, lo que significa la nueva política y como se deben hacer las cosas en el ámbito local», explican. «A Granada le ha hecho mucho daño porque ha pecado de excesiva ambición». Podemos tiene recurrido su nombramiento como portavoz en el Ayuntamiento. La fuerza y la transparencia Pero a Pilar Rivas todo esto no le inmuta, porque lo ve todo de otra manera y con la fuerza de la mayoría, de la transparencia, del empoderamiento de la ciudadanía a través del reparto de los cargos en vez de su acumulación, que es lo que ella ha tratado de evitar.
 
Lo explica una de sus mejores amigas de la Universidad, los servicios sociales y la vida entera. «Empezamos a estudiar juntas Trabajo Social, y desde siempre es muy comprometida, trabajadora y muy responsable». Lo explica: «Se lo cree, toma su posicionamiento respecto a algo que le preocupa, se compromete y se pone a trabajar». Sobre su faceta como trabajadora social, «la he visto muy implicada con los usuarios, con el desarrollo de su trabajo».
 
«También es una persona que siente mucho las limitaciones que tiene el sistema público de servicios sociales». Aquí es donde aparece ese sesgo que le ha nacido con la política. Muchos trabajadores sociales entienden que el modelo está comprometido por las propias limitaciones del sistema, pero sobre todo por el modelo que aplique el político de turno que esté en cada momento al frente de los servicios sociales. Es decir, las prioridades que tenga el político en materia de servicios sociales.
 
Y, ya puestos, sus compañeras de los servicios sociales del Zaidín remarcan: «Es cierto que ahora que está en política la veo muy comprometida con que las cosas sean así». Y así es que «hay una tendencia en nuestra profesión donde los problemas que surgen en los servicios sociales no se soluciona con una ayuda puntual, con un comedor social, por ejemplo. Las cosas requieren una visión más de fondo y eso es lo que le gusta a Pilar, llegar hasta el fondo y empezar a trabajar desde ahí».
 
Sus compañeros en el pleno municipal hablan de ella maravillas, al menos los que se definen de izquierdas: «Sinceramente, es una de las personas más dialogantes que hay en el Ayuntamiento. Siempre pretende dialogar, pretende preguntar las cosas y sobre todo hay que reconocer que está muy cercana no solo a lo que es institucional y se dice sino a lo que se dice en la calle. Está pendiente de la ciudadanía. Estos años que yo le conozco está muy vinculada a trasladar los problemas sociales al Ayuntamiento. Todos los temas de Distrito Norte, sí; pero también todos los problemas de exclusión y emergencia social».
 
También se atreven a aventurar su nueva función: «Como portavoz va a despuntar de forma positiva. Tiene contacto directo y la gente le entiende porque es llana. Es normal que quizá tenga al principio cierto miedo escénico, pero le veo muy preparada, con un discurso muy bien hilvanado que le va a permitir estos años crecer y adoptar un buen papel en su nueva responsabilidad».
 
Una vez recorrido peldaño a peldaño su carrera vital y profesional, probablemente se entienda mejor que Pilar Navarro es «una ciudadana infiltrada». ‘Ciudadana’ porque entiende de derechos y conoce que hay deberes, ‘infiltrada’ porque toda su experiencia en las trincheras de la exclusión social y en el filo de la navaja de lo peor de la crisis económica le ha llevado a la política y, ahora, a la portavocía de ‘Vamos, Granada’. «El Trabajo Social y la Psicología son su equipaje y sus herramientas en este viaje hacia la construcción, desde la diversidad, de un proyecto político de futuro que suponga una verdadera alternativa».

Los 31 Días de Agosto, uno a uno

UNO A UNO
Son como hormigas (Agosto Día 1)
Desde el Infierno (Agosto Día 2)
Donde todo empezó (Agosto Día 3)
Bajo la sombrilla (Agosto Día 4)
Flores en la cabeza (Agosto Día 5)
Estos es un Tercio español (Agosto Día 6)
Paellas y Guiris  (Agosto Día 7)
Mirando como mira Marilyn (Agosto Día 8)
Muros de gomaespuma (Agosto Día 9)
La siguiente estupidez (Agosto Día 10)
El desamor como fuerza creativa (Agosto Día 11)
Un lugar en el mundo (Agosto Día 12)
Un momento de dolor (Agosto Día 13)
Ojos Verdes  (Agosto Día 14)
La edad de la inocencia (Agosto Día 15)
Hay que hablar del tabaco (Agosto Día 16)
Cruzaremos espejos (Agosto Día 17)
De cabeza (Agosto Día 18)
Las distancias (Agosto Día 19)
Amor Desesperado (Agosto Día 20)
Like A Rolling Stone (Agosto Día 21)
Despedidas (Agosto Día 22)
Suciedad (Agosto Día 23)
La Aventura (Agosto Día 24)
Arañazos (Agosto Día 25)
Pinchazos (Agosto Día 26)
Los Besos ( Agosto Día 27)
Días y Noches (Agosto Día 28)
Saludos (Agosto Día 29)
Un collar tropical (Agosto Día 30)
Un Negroni y no puedo quitar los ojos de ti (Agosto Día 31)