(Fotografía tomada en el aeropuerto de Granada esta mañana).
Las compañías que operan en el aeropuerto de Granada han suspendido sus vuelos desde y con Granada. Son cuatro de Iberia de ida y vuelta a Madrid, cuatro más de Air Nostrum en el mismo plan. La página web no le da la gana de decirme qué pasa con la conexión con Barcelona pero Vueling no ha volado ni ha llegado volando. El taxista de servicios mínimos que espera en la puerta del aeropuerto me confirma que le habían dicho que venía un vuelo de París pero que nada, que tampoco. Ha bastado con cancelar media docena de vuelos para que el pomposo aeropuerto internacional Fedrico García Lorca Granada-Jaén quede desierto. Sigamos.
(Fotografía tomada en la estación de autobuses de Granada esta mañana).
En la estación de autobuses de la carretera de Jaén opera la superpoderosa Alsa, que se ha zampado a la Alsina, a la Autedia y a todo el mundo, mantenía abiertas sus ventanillas para despachar información y billetes. Había bastante gente. Como el piquete se ha largado sobre las 12 horas a la manifestación, la situación era normalísima. Sigamos.
(Fotografía tomada en la estación detren de la Renfe de Granada esta mañana).
La estación de la Renfe, que no se sabe si en un un futuro próximo irá por arriba, por debajo, por delante o por detrás de la ciudad de Granada, presentaba un aspecto fantasmal. Las ventanas de billetes se encontraban abiertas, un abuelete dormitaba en una silla, y cuatro jóvenes pedían información para un bilelte para el fin de semana. Afuera, en el andén, sestea un Talgo que no podía salir. Renfe también había cancelado sus seis trayectos de largo recorrido entre Madrid y Granada (4) y Barelona (2).
Conclusión:
Media docena de vuelos suspendidos, un par de trenes de ida y vuelta cancelados y unos autobuses interurbanos en servicios mínimos han aislado a España de Granada, Europa y el Universo Mondo en general.
Así de sencillo. Así de triste.
