La cifra de fallecidos como consecuencia de accidentes de tráfico siempre será muy alta. A pesar de una cada vez mayor conciencia de los conductores y de todos los elementos de seguridad que incorporan los vehículos en la actualidad, aún hay que lamentar demasiadas víctimas mortales. A esta situación se añade la cuestión de la circulación de los mayores. Es cierto que con cada año que se cumple, y por norma general, se pierden reflejos, capacidad de visión y atención a la situación que se tiene delante. Un hecho en el que los demás conductores podemos poner de nuestra parte y ser comprensivos con situaciones como una velocidad demasiado lenta o pequeños despistes.
Pero hay otro factor que puede ser tan importante como los anteriores, como es el reciclaje continúo. Las carreteras de nuestro país han cambiado mucho en los últimos años y la normativa también. Hace décadas existían muy pocas autovías y menos rotondas, por poner dos ejemplos, por lo que la persona que circula a diario debe saber sin ninguna duda cómo conducir en estos lugares. El reciclaje en la conducción, como en muchas otras áreas, tiene que ser una constante si se forma parte de un sistema que ha cambiado mucho en los últimos años. Incluso a algunos conductores jóvenes que llevan pocos años con el carné olvidan qué quieren decir determinadas señales o no saben qué hacer exactamente ante una determinada situación.
El reciclaje continuo puede ser un factor de prevención que dé resultados muy positivos.