Demasiadas crisis.

He dudado en titular este artículo entre “Demasiadas crisis”, “Granada reconectada” y “Volver a las CIMAS”. Y pensarán: ¿qué tienen que ver entre sí? Pues veamos…

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“Demasiadas crisis”: Habrá quien piense que es casualidad, pero han coincidido en el tiempo diversas crisis que están poniendo en duda la estabilidad del futuro inmediato de la humanidad. La aceleración del cambio climático y sus consecuencias directas que ya estamos viviendo en la sucesión de eventos meteorológicos adversos en todo el planeta; la Invasión de Rusia en Ucrania y sus terribles secuelas a nivel global (aunque, como en todas las guerras, haya quienes se están lucrando mientras la muerte clava sus afiladas garras en la inocente población civil); los efectos de la pandemia de la covid-19 siguen comprometiendo al sistema sanitario sin que el miedo abandone las entretelas de los ciudadanos (ahora se suma la viruela del mono y el surgimiento del cólera en algunos países); los movimientos especulativos de las empresas energéticas han desvelado el auténtico papel que juegan a nivel económico y sobre todo político, revelando la escasa autoridad de las administraciones al no poder (o no querer por tener sus representantes intereses personales) regular el precio de un bien de primera necesidad para todas las personas; las desigualdades extremas en algunas sociedades empujan a sus habitantes a desplazarse y poner en riesgo sus vidas en un largo viaje en el que adquieren el estatus de migrantes o de refugiados, mientras que sus gobiernos y las empresas a las que les adjudican la explotación de sus recursos naturales se enriquecen obscenamente; las hambrunas que se están gestando son el resultado de alguna de las situaciones anteriores, pero también se producirán porque los lobbies que controlan el mercado de alimentos quieren sacar partido del flujo oferta/demanda y del control de los silos de almacenamiento; las criptomonedas nacieron como el paradigma de las finanzas descentralizadas, representando la voluntad de los ciudadanos que querían manejar su dinero sin el control del Estado, pero la desregulación, los movimientos especulativos de muchos inversores y la ineficiencia de la paridad pretendida por Terra y Luna, han provocado el hundimiento de estos activos, arrastrando en su caída a empresas y particulares que han visto desplomarse el valor sus inversiones; y, finalmente, una inflación desbocada amenaza a las economías domésticas y al tejido empresarial con la sombra de una recesión (o depresión) económica ya vivida un siglo antes, en tanto que los bancos centrales valoran qué subida aplicar a los tipos de interés en un peligroso juego de “sadomonetarismo” (que diría P. Krugman) que podría agravar aún más la subida de precios y desplazar la fecha de una posible recuperación.

La concurrencia de estas situaciones críticas, aunque transitorias, solo tiene como salida abordar la solución de todas ellas desde una perspectiva holística, pues no han surgido de manera aislada, sino que están íntimamente ligadas unas a otras y requieren de medidas coordinadas y globalmente consensuadas. No creo que sea tiempo para ampararse en la esperanza ni en los milagros, sino de actuar con urgencia y contundencia conjugando ciencia, tecnología, economía y política, sin confiar en que cada una se resuelva individualmente aplicando medidas parciales.

GranadaConectada | Foros GranadaConectada: Comunicación, Publicidad, Deporte, Cultura, Turismo, Gastronomía, Agroindustria, Agua, Ciencia, Tecnología, Innovación, Salud, Economía

“Granada reconectada”: La palabra “reconectada” no está en el diccionario de la RAE, pero me atrevo a usarla con la posible doble acepción de “volver a estar conectada” y de “reforzar la conexión”. El pasado 28 de junio tuve la oportunidad de asistir a la séptima sesión, dedicada a Comunicación y Publicidad, del foro “Granada Conectada”. El loable propósito de estos eventos es movilizar y comprometer a los líderes políticos, a los agentes económicos y sociales y a los ciudadanos en la compleja tarea de unir esfuerzos en el desarrollo de una estrategia que rompa con la tradicional displicencia de la provincia (tantas veces argumentada) y que permita abordar un plan de desarrollo ordenado y sostenible. Conectar Granada no solo debe ser a nivel de infraestructuras (abandonando el nivel de aislamiento actual) o de atracción de grandes proyectos para ubicarla en el mapa tecnológico y científico mundial, sino que se ha de empezar por conectar las voluntades de todos aquellos agentes locales y la de sus habitantes en la persecución de un propósito común. Como en el caso de las crisis, siendo muchas las variables que han condicionado hasta el momento la atomización de intereses políticos y empresariales, impidiendo esa conexión, no se puede esperar a solucionar cada una de ellas, sino que se debe acometer un programa general que las mitigue y dibuje el objetivo y el camino a seguir para lograrlo. Ello implica respetar unas reglas mínimas, debiendo dar un paso a un lado aquellos que no crean en la iniciativa o no estén dispuestos a colaborar con generosidad y honestidad en garantizar a sus habitantes que en Granada se explotan sus recursos para cumplir con las expectativas de tener un futuro prometedor. Para ello se debe construir una realidad incontestable basada en una ciudad ordenada, con infraestructuras suficientes, con un patrimonio histórico cuidado, con un comercio local impulsado y digitalizado, con una Vega protegida y potenciada como despensa agroalimentaria, con sus artistas y autores avalados como sus principales portavoces y valedores, y en la que sus empresas no dejen escapar el talento que se fragua en su universidad y centros de formación. Han sido más de uno los pactos que se han firmado con esta intención, pero el liderazgo político tiene sus peajes…

I Congreso Internacional de las Montañas Cimas 2018

“Regresar a las CIMAS”. Y a aquella realidad, añadiría el cuidado y protección de sus espacios naturales, sin perder de vista que también tienen que ser entornos queridos y respetados, por los granadinos primero. Hace unos días, el Consejo de Participación de Sierra Nevada tomó la decisión de que la decimoquinta etapa de la próxima edición de la Vuelta Ciclista a España no podrá finalizar en Observatorio del IRAM, en Sierra Nevada. Desde el punto de vista conservacionista es una decisión acertada, aunque como promoción del parque se pierda la oportunidad de presumir de ser el punto más elevado en el que culmine una de las etapas de las tres principales rondas ciclistas. Enfrentar conservacionismo y desarrollismo es complicado porque se suelen enarbolar posturas inamovibles y (casi) nunca se aplica un pensamiento lateral para encontrar soluciones viables. Este fue uno de los debates del I Congreso Internacional de Montañas (CIMAS) celebrado en Granada en 2018, al que asistieron casi mil inscritos provenientes de diecisiete países y que fue ejemplo de la conjunción de voluntades de instituciones públicas y privadas, de científicos y profesionales, de federaciones deportivas y asociaciones civiles, de amantes de la montaña y ciudadanos. Se demostró que era posible conciliar desarrollo económico y protección de los territorios de montaña a través de propuestas concretas, innovadoras y creadoras de soluciones para que los habitantes de las zonas protegidas puedan seguir viviendo de sus recursos al tiempo que las preservan para generaciones futuras. Por desgracia, aquella conjunción de voluntades no se ha revalidado para una segunda edición que ayudase a consolidar Granada como referente necesario desde donde exponer las medidas que superen los retos del desarrollo y la preservación medioambiental de los territorios de montaña en el escenario de cambio global actual. De haberse producido, posiblemente hoy hubiera sido más sencilla la decisión sobre el final de etapa de la vuelta ciclista.

Nuestros líderes (de cualquier estamento) quizá deban estar más preparados para afrontar los retos de futuro, sobre todo en entornos de incertidumbre, adquiriendo conocimientos sobre cómo dirigir proyectos desde la perspectiva de la organización experimental (para salirse de las reglas conocidas) y de la estrategia creativa (para adoptar visiones innovadoras e integradoras). Pero, como ciudadanos, ¿qué estamos dispuestos a reclamarles?

 

José Manuel Navarro Llena

Experto en Marketing

@jmnllena

Publicado en Ideal (Grupo Vocento)

 

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