“La Ciudad Comprometida» (15) + «Noticias y Actualidad» (18)
Me gustaría iniciar esta sección destinada a la presentación en el blog de proyectos urbanos comprometidos que pueden servir como ejemplo para otros barrios, para otras ciudades, con la explicación, muy a grandes rasgos, de las propuestas urbanísticas que el municipio de Monachil (Granada) está diseñando para reconducir su desarrollo urbano, que en las dos últimas décadas ha estado caracterizado precisamente por una alta agresividad urbanística, verdadera antítesis de lo que deberemos entender como normal en una ciudad comprometida.
En este municipio del área metropolitana de Granada, famoso como sabéis porque en su término está ubicada la Estación de Esquí de Sierra Nevada, los desarrollos urbanísticos recientes han propiciado:
– Una acusada densificación de la trama urbana con la sustitución casi generalizada del caserío tradicional por edificios voluminosos que han trasformado radicalmente su fisonomía y han agravado los problemas de accesibilidad, de aparcamientos, de prestación de los servicios urbanos básicos, y de déficit de zonas verdes y equipamientos.
– Esta transformación negativa ha sido especialmente gravosa en el núcleo histórico de Monachil, donde sus valores ambientales y patrimoniales han quedado dañados de manera irreversible.
– Y en el núcleo turístico de Pradollano, en Sierra Nevada, además de idéntica desmesura edificatoria, han desaparecido la práctica totalidad de reservas de suelo para equipamientos al haberse edificado en ellas otros tantos bloques de apartamentos…
Por supuesto que bastante tiene que ver en todo este despropósito la existencia de una normativa urbanística ¿intencionadamente? ambigua, así como una posterior gestión municipal perversa, mezquina y abusiva, lo más alejada posible de los intereses de los ciudadanos, y cerca, muy cerca, de los especuladores que se han enriquecido con la práctica de este antiurbanismo cuya lacra la sufren y la sufrirán todos los ciudadanos de Monachil…
Pues bien, en este contexto, una nueva corporación municipal está actuando con decisión y firmeza, además de con claridad de ideas, para suspender cautelarmente las normas actuales en tanto se formula un nuevo plan (PGOU), inequívoco en su interpretación y adaptado a los verdaderos intereses de los ciudadanos. El nuevo planeamiento persigue, por tanto, paliar en lo posible los déficits heredados y empezar a construir una ciudad amable, integradora, bien dotada, responsable desde el punto de vista ambiental, y que juegue adecuadamente su papel en el contexto metropolitano de Granada…
En este momento está expuesto al público el Avance del PGOU entre cuyas propuestas cabe destacar las siguientes:
– Destinar preferentemente los vacios urbanos existentes para usos dotacionales que palíen la alta densificación generada en los últimos años. Ejemplo singular de esta política ha sido la suspensión de una urbanización residencial junto al río Monachil, en el centro de la ciudad, para ubicar en ella un Colegio de enseñanza secundaria y un parque público;
– Rediseño de los nuevos crecimientos para dar cabida en ellos a los déficits de dotaciones generados durante la época de “desarrollismo”, y basar su ordenación en criterios de sostenibilidad urbana;
– Recuperación ambiental y pública de las riberas del Río Monachil para la creación de un parque lineal que conecte entre sí a los dos barrios existentes, y pueda enlazar posteriormente aguas arriba con el paraje natural de Los Cahorros, y aguas abajo con la ciudad de Granada; o
– Suspender las actuaciones residenciales en Pradollano, y prever la realización de un plan específico para este núcleo turístico que plantee soluciones de manera integrada para sus numerosas carencias históricas: de movilidad interior y exterior, de servicios urbanos básicos, dotacionales, de ornato, paisajísticas, de modernización de los servicios turísticos, etc. así como que erradique sus impactos sobre el medio natural en el que se inscribe. Para ello ha solicitado ayudas específicas a la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.
Tengo que manifestaros, como no puede ser menos, que está siendo todo un honor poder dirigir estos trabajos tan comprometidos con la construcción de una ciudad mejor, en este caso de un Monachil mejor, porque esta actitud tan responsable no es frecuente, al menos no con esta claridad de planteamientos y con esta decisión… así que lo que debería ser un hecho normal se convierte en excepcional. Por ello quiero animar a los responsables públicos, a los urbanistas, a los técnicos municipales, a arquitectos y promotores, a los empresarios, a los ciudadanos, y a todos los colectivos en general, a que se impliquen con responsabilidad, con generosidad, y con amplitud de miras, en el diseño y en la posterior construcción de sus barrios y ciudades, porque esa tarea nos compete a todos, y cada uno de nosotros debemos jugar justamente nuestro papel.
Felicidades Juan Carlos, después de leer tu artículo uno piensa, ¿pero si es verdad?, así es como tienen que ser la ciudades.
Entonces, si es lo que todos queremos, pues todos vivimos en ellas, ¿que ocurre para que el resultado final sea tan calamitoso?
Pues como tú dices, alguien se tiene que poner las gafas de aumento para ver la totalidad, los intereses generales, esos grandes olvidados que son los que no generan grandes ingresos.
Pero hay que saber mirar bien por esas gafas, y no dejarse manipular por los intereses particulares (siempre tan poderosos).
Está claro que nadie valora la planificación urbanística y por eso está tan menospreciada, incluso por la administración. Por eso quiero darte las gracias en nombre de todos los ciudadanos por tu labor de misionero. En cuanto haya muchos más profesionales como tú las ciudades serán un lugar mejor para vivir.
Me gustaría resaltar, cuando te refieres al construir una ciudad amable, integradora y responsable con el medio ambiente, debido a que estos aspectos son los primordiales para alcanzar un “urbanismo sostenible” digno de ser un ejemplo a seguir en cualquier sitio del hemisferio en el que habitamos.
Enhorabuena, Juan Carlos, por tu actitud y tu aptitud.
Lástima que no tomen ejemplo todos los municipios de éste pais. La lucha de David contra Goliat ha comenzado por fin. La especulación urbanística ha de ser desterrada aprovechando que su interés es mínimo en tiempo de crisis (curioso paradigma). no puedo más que daros ánimos y desearos suerte.
Gracias a todos por vuestras palabras de animo
Suena magnífico pero la realidad es otra. Soy vecina de Cájar y sufro cada día el tráfico de los camiones de un polígono industrial construido por Monachil en un suelo que tenía que estar repoblada por árboles y en donde solo hay naves A este polígono se accede por una «calle» que divide estos dos pueblos y que no tiene la suficiente amplitud y donde los peatones se juegan la vida cada día.