«El Territorio Comprometido»
El paisaje es un valioso patrimonio natural y cultural, referente de la identidad regional y local y, a su vez, un importante recurso para el desarrollo económico. Por ejemplo, el turismo, uno de los motores de la economía andaluza, tiene en la extraordinaria riqueza de paisajes naturales y culturales de nuestra región uno de sus principales activos. Además, el disfrute del paisaje es un factor relevante de la calidad de vida de los ciudadanos.
Es por ello que a partir de hoy mismo vamos a dedicar cada sábado, un artículo dedicado a distintos sistemas paisajísticos andaluces. Esperemos que os sea de interés y disfrutéis como nosotros de esta experiencia.
Hoyas y vegas Béticas
Área Metropolitana de Granada
La Vega de Granada es uno de los paisajes emblemáticos de Andalucía. Sobre un escenario llano enmarcado entre altas montañas y el fondo dominante de Sierra Nevada, se entremezclan de manera abigarrada los componentes de un paisaje agrícola muy característico, junto con una densa presencia humana que se expresa tanto en las importantes ciudades y núcleos de población que jalonan la Vega y su entorno, como en formas de poblamiento más dispersas.
El paisaje de la Vega y su entorno es una herencia histórica, en la que la huella humana ha sabido adaptarse, de manera particularmente afortunada, a las condiciones del medio y a la existencia de recursos naturales favorables (suelo fértil y agua). La Vega de Granada es uno de los más antiguos ejemplos de paisaje agrícola de regadío de Andalucía, a partir del cual se ha ido configurando un modo de poblamiento característico, tanto en la misma Vega como, sobre todo, en los lugares bien defendidos de los piedemontes (así la ciudad misma de Granada, a caballo, en una posición dominante, entre el llano agrícola y las primeras estribaciones serranas).
Sin embargo, la ocupación humana reciente, cada vez más intensa, con nuevos usos y nuevas formas de urbanización no siempre respetuosa con los valores paisajísticos de la Vega, están comprometiendo el equilibrio histórico entre las diferentes ocupaciones del suelo; un equilibrio armonioso en el que está la base del mantenimiento no sólo de los valores estéticos de este territorio, sino de la propia posibilidad de supervivencia como espacio productivo y ecológicamente sostenible.
1. Laderas olivareras
En las laderas de la Vega, en zonas de mayor pendiente y suelos más pobres, dominan las plantaciones de frutales de secano (sobre todo el olivar).
2. Pasillo viario
Las vías de comunicación han tenido una presencia significativa en el paisaje de la Vega, como corresponde a su condición de pasillo natural que ha sido permanentemente utilizado a lo largo de la historia. Las recientes infraestructuras viarias no han hecho más que reforzar esa presencia.
3. Parcelario menudo
La presencia de un parcelario minifundista, a veces extremo, es un rasgo de muchas zonas de la Vega y contribuye en gran medida a marcar su impronta paisajística, reforzando la imagen de espacio complejo y diverso. La diversidad de usos agrícolas que se suceden entre las parcelas contribuye a reforzar la variedad cromática de la Vega.
4. El área urbana de Granada
Por sus dimensiones y su posición en la Vega, la ciudad de Granada es la referencia urbana de toda la comarca. La expansión de la ciudad en los últimos decenios ha dado lugar a procesos de conurbación entre núcleos próximos.
5. Sierra Nevada
Las altas cumbres de Sierra Nevada constituyen el fondo escénico de muchos paisajes de la Andalucía más oriental (Alpujarras, Hoya de Guadix), pero es en la Vega y, asociada a la imagen urbana de la ciudad de Granada, cuando se convierte en una referencia representativa en grado máximo del paisaje andaluz. La variable masa de nieve culmina, en mayor o menor medida a lo largo del año, el paisaje de la Vega.
6. El espacio agrícola
La Vega es un espacio agrícola de una gran personalidad paisajística. La existencia de agua, tanto superficial como subterránea, y la calidad de los suelos, ha permitido una ocupación densa y prolongada del suelo, lo que ha contribuido a generar una trama parcelaria y una diversificación de usos extremadamente compleja y rica en componentes (canales y acequias, setos y linderos variados, caminos rurales). Un aspecto que ha proporcionado singularidad y personalidad a la Vega lo constituyen las choperas, parcelas con plantaciones intensivas de estas especies madereras de rápido crecimiento.
7. Nuevas formas de ocupación urbana
El suelo de la Vega está siendo ocupado cada vez más por usos urbanos de muy diferente naturaleza, pero vinculados al crecimiento difuso del entorno metropolitano de Granada: naves e industrias aisladas, urbanizaciones residenciales o infraestructuras van ganando terreno a los suelos agrícolas, aislándolos a veces entre los suelos urbanizados.
8. Barrancos y laderas escarpadas
Los barrancos y cauces angostos han permitido, en todo caso, la penetración humana en la sierra. Por el contrario, las escarpadas laderas, que sobresalen por encima de las lomas cultivadas del piedemonte (olivares y frutales), soportan un uso forestal (encinares y pinares a más altura), que culmina en los pastizales de montaña.
Uno de los registros paisajísticos más representativo de los paisajes andaluces. La ciudad de Granada, la fortaleza de La Alambra y el fondo de Sierra Nevada con el contraste entre la imagen invernal y la estival.
Almudena Garcia Mezcua, Arquitecto de GRarquitectos