Nunca olvidaré aquella vez primera en la que visité el corazón del convento. Su abadesa me pidió que la acompañase y…
Pincha en la imagen para acceder al artículo completo
Nos hablará con elocuencia de arquitectura vernácula, de sencillez en las formas, de sobriedad y funcionalidad, de sabiduría del hombre popular, de huertos, acequias, de ingenios preindustriales, de castaños, nogales, parras y membrillos. De la piedra a cuerda seca, de la cal y de la launa.
Pincha en la imagen para acceder al artículo completo