«La Sociedad Comprometida»
Al hilo de la presentación de la “II Cumbre Iberoamericana sobre Agendas Locales de Género”, que tendrá en la ciudad mejicana de Aguascalientes en Septiembre, tal y como os anunciamos hace unos días (ver articulo), compartimos una reflexión sobre los modelos de ciudad con perspectiva de género.
El diseño de ciudades con perspectiva de género, abarca dos vertientes.
Por un lado, buscamos la planificación de ciudades incorporando la mirada de todos los individuos que conviven en ella, tanto hombres como mujeres, reivindicando el papel de las mujeres arquitectas y urbanistas en el proceso de planificación y en la toma de decisiones.
Por otro lado, integrar la perspectiva de género en el urbanismo supone tomar en consideración las diferencias en cuanto al uso y la planificación del territorio entre hombres y mujeres. Los hombres y las mujeres experimentan la ciudad, el barrio y la vivienda de manera distinta. Los roles de la mujer en la familia y las actividades domésticas condicionan su uso de la ciudad. Los últimos cambios sociales, con la incorporación de la mujer al mundo laboral, la mejora del bienestar y las nuevas tecnologías, están llevando a mejoras inimaginables. Sin embargo, esto crea también nuevas dificultades, como la de conciliar vida laboral y familiar. Por tanto, hay que repensar la ciudad, para que el eje de la planificación de la ciudad sea el tiempo de las personas.
El reto del urbanismo debe ser facilitar la organización espacio temporal del trabajo y la vida doméstica; mediante soluciones como aumentar la movilidad, mejorar la calidad de los distintos medios de transporte, del espacio público y de la oferta de vivienda.
La ciudad contemporánea se sigue guiando por el principio de zonificación, ubicando en lugares diferentes las dos funciones principales: residir y trabajar. De la relación entre ciudad y perspectiva de género surgen diversos temas de estudio, como la proximidad entre viviendas, servicios y empleo.
En definitiva, el diseño de ciudades con perspectiva de género pretende crear ciudades planificadas para y por hombres y mujeres. Para conseguir una ciudad de las personas, esa es la clave de la igualdad.
En relación a este tema surgen muchos debates y movimientos, interesantes todos ellos. Este es el caso de “GeneroUrban”, un foro abierto que versa sobre “la integración de la perspectiva de género en el urbanismo, la planificación urbana y el desarrollo local” o el del “Aula Eileen Gray” iniciativa surgida en Córdoba que se configura como “un espacio de formación, reflexión, debate y acción, integrado por arquitectas que comparten las mismas inquietudes, siendo uno de sus objetivos principales fomentar la incorporación de la perspectiva de género en el campo de la Arquitectura y el Urbanismo”.
Os dejamos algunos enlaces de interés donde podéis ampliar información:
“Aula Eileen Gray” en el COA de Córdoba
Blog el “Escenario Deseado”
Web de la iniciativa “Genero Urban”
Blog de la iniciativa “Genero Urban”
Maria Lara Carvajal, arquitecta de GRarquitectos y Desarrollo de Ciudades Comprometidas, DCC
www.gr-arquitectos.com
www.dcc-ciudades.com
Cuidado con generalizar y caer en los postulados etnocéntricos del mundo occidental. El papel de la mujer en la planificación urbanística por supuesto que debe ser tenido en cuenta, pero en cada etnia, cada pueblo, cada nación, debe ser interpretado de manera diferente, respetando en todo momento el orden socialmente establecido, o en el caso de ser transgresores ser conscientes del hecho y no levantar más polémica de la justa y necesaria. Quizás estamos hablando de que deberían haber más mujeres urbanistas cuando en una determinada comunidad lo que hace falta es que las mujeres den el primer paso de liberarse de los yugos que la imposibilitan para simplemente salir de las labores meramente domésticas. Es muy difícil y muy diferente pensar como una urbanista europea, y pensar como una urbanista centroafricana, por poner sólo un ejemplo, aunque sólo sea por el hecho del desfase cuantitativo que existe entrambas. Por tanto, reflexionemos sobre ello, y hablemos mejor sobre el papel de la urbanista en tal sitio, que sobre el papel de la urbanista(de manera genérica) en cualquier sitio.
Tener en cuenta la perspectiva de género en la planificación de la ciudad ha de referirse al triple papel de las mujeres: como urbanistas, como ejecutoras de las políticas urbanísticas(por la asunción de papeles de gobierno municipal)y como usuarias. Con respecto a los dos primeros supone la justa incorporación de la mujer al ejercicio de profesiones y de responsabilidad política que la sociedad nos ha vetado durante mucho tiempo (y sigue vetando en muchas partes del mundo). Atender los criterios de las mujeres en cuanto que usuarias de la ciudad, como bien dice el artículo, se justifica por nuestro papel secular como cuidadoras de la familia, de las personas dependientes, funciones que hemos complementado con nuestra más reciente incorporación a la actividad laboral. En base a esa multifuncionalidad que desempeñamos tenemos una percepción de la ciudad, de sus problemas, muy completa. Tener en cuenta nuestros criterios al respecto conducirá al logro de ciudades que sirvan mejor las necesidades que se han de cubrir, que faciliten la conciliación familiar y laboral, ciudades más humanas, más favorecedoras de las relaciones sociales, más seguras para la población infantil, para las personas mayores y dependientes, para las propias mujeres. Este modelo de ciudad está muy alejado del de la ciudad dispersa y radicalmente zonificada que se ha impuesto en nuestro país.
Como terapeutas de pareja, estamos convencidos de la importancia de la perspectiva de género, sin embargo, no es la única necesaria en la planeación y diseño de las ciudades contemporáneas, pues también está la parte de los derechos humanos, por ejemplo de las personas con discapacidad, la interculturalidad también es muy importante, pues la migración siempre está presente, pero también están las personas originarias del lugar, tampoco olvidemos la mirada ecológica, entre otras que conforman el marco contemporáneo de pensamiento social.