Allí conocí a Érika, la hospitalera del albergue. Ella me compartió su dolor por la inesperada enfermedad de su perra, y yo le regalé un poco de la luminosidad de las sonrisas del sur…
Juan Carlos García de los Reyes
Blog de Juan Carlos García de los Reyes
Allí conocí a Érika, la hospitalera del albergue. Ella me compartió su dolor por la inesperada enfermedad de su perra, y yo le regalé un poco de la luminosidad de las sonrisas del sur…