VISITA AL ALBAICIN DEL EQUIPO DE Gr

«La Arquitectura Comprometida»

Una tarde muy albaicinera, así es como defino esta jornada en la que los miembros de GR hemos tenido la oportunidad de adentrarnos en pleno Albaicín y recorrerlo a la vez que compartimos experiencias, propuestas y opiniones. Todo esto de la  mano de nuestro amigo y compañero Gabriel Fernández Adarve, que no dudó en reservar una tarde para mostrarnos algunos de los resultados de la Oficina de Rehabilitación del Bajo Albaicín, donde ha desarrollado su actividad profesional en la última década.

A pesar de que estamos en los primeros días de Noviembre, la buena temperatura y la luz están a nuestro favor, ya que los casi veinte grados y un sol esplendido también se han apuntado a este jueves de foro al aire libre, que sin duda se convertirá en toda una experiencia.

Quedamos a las cuatro de la tarde, después de una mañana de trabajo, junto a una de las antiguas puertas del Albaicín, el Arco de Elvira, un lugar de esos con encanto que hay en Granada. Mientras nos tomamos un café para coger fuerzas, Gabriel nos recuerda la labor que han desarrollado desde la Oficina de Rehabilitación, consistente en rehabilitar una serie de viviendas abandonadas con el fin de que los vecinos del barrio puedan adquirirlas bajo alquiler, mientras, con ayuda pública, se rehabilita su vivienda. Esperamos a que Mathieu termine de saborear su infusión y, con nuestro calzado a prueba de empedrado, traspasamos el Arco para adentrarnos en el Barrio. No andamos mucho a lo largo de la Calle Elvira cuando Gabriel nos muestra algunas obras que ya se han llevado a cabo y, donde ya se ha reubicado a sus antiguos vecinos.

Vista del Patio
Vista del Patio

La primera obra que visitamos tiene su acceso desde un callejón, aparentemente sin salida, perpendicular a la Calle Elvira. Una intervención donde actualmente residen cinco familias, mientras esperan a que se inicien las obras en sus viviendas, que se encuentran en un estado de avanzado deterioro. Después de recorrer el edificio, en la tercera planta, tenemos la oportunidad de conversar unos minutos con Julia, una vecina realojada en este edificio, situado a menos de cincuenta metros de su hogar. Esto supone una ventaja para ellos, ya que no se desvinculan del que ha sido su barrio durante toda su vida, o gran parte de ella. Ella ha luchado mucho por conseguir que proyectos de este tipo salgan adelante, y en concreto el suyo. Aún en la planta tercera, cuando nos disponemos a continuar con nuestra ruta, Gabriel abre una puerta y salimos a la calle directamente. Esta es una de las ventajas de integrar la arquitectura con la fuerte pendiente del Albaicín en esta zona, un recurso que se ha utilizado durante mucho tiempo, y que está previsto convertirlo en una experiencia para todos los ciudadanos, generando un recorrido transversal que permita subir hacia la parte alta del Albaicín.

Conversando con una de las personas realojadas temporalmente
Conversando con una de las personas realojadas temporalmente

Caminando por las calles del barrio no dejan de aparecer unas maravillosas vistas de una Sierra completamente blanca y de la silueta de la Alhambra, por eso Gabriel comparte su opinión de que siempre que se trabaje en el Albaicín hay que tener en cuenta la Alhambra, y viceversa, son dos zonas de Granada que no tienen más remedio que caminar juntas.

Caminando por el Albaicin
Caminando por el Albaicin

Unos metros más adelante llegamos a la siguiente obra, a la que entramos mientras los albañiles terminan su jornada. Se trata de una antigua casa de vecinos que se convertirá en la vivienda temporal de seis familias. Al adentrarnos en el edificio, impresionan las maravillosas vistas hacia la Catedral por un lateral, y hacia la Alhambra y la Sierra desde las zonas más altas. No pasa desapercibida la tranquilidad que se respira en el patio de vecinos entorno al cual se organizan las viviendas. En este espacio se ha recuperado una antigua alberca, transformándola en una lámina de agua poco profunda, con el fin de generar un microclima, además de servir como posible lugar de entretenimiento para los niños.

Tenemos la suerte de compartir otra experiencia con Ubaldo Garcia, que nos muestra su actuación en este barrio. En éste caso él ha recuperado un conjunto de siete viviendas de diferentes épocas, dándoles un carácter unitario a través del color blanco. La propuesta de rehabilitación además recupera una maravillosa fachada con una serie de esgrafiados del siglo XVII.

Fachada recuperada de la vivienda en Cuesta de San Gregorio.
Fachada recuperada de la vivienda en Cuesta de San Gregorio.
Interior de una de las viviendas rehabilitadas por Ubaldo Garcia
Interior de una de las viviendas rehabilitadas por Ubaldo Garcia

El buen sabor que nos ha dejado esta visita se engrandece al disfrutar de la puesta de sol en la Placeta de Carvajales, donde planeamos la próxima visita que podría partir desde el Paseo de los Tristes y desde ahí adentrarnos en el Realejo, compartiendo así las propuestas que se están realizando en el estudio para la zona con el Plan Especial de la Alhambra.

Sin duda, la tarde ha sido especial. No queda más que agradecer la oportunidad brindada, y como no, transmitir la experiencia aportando este punto de vista, con el fin de que el Albaicín nunca deje de ser eso, Albaicín.

Jesus Rubio, arquitecto de Grarquitectos

EL ALBAICÍN, UN BUEN EJEMPLO DE REHABILITACIÓN

“La Arquitectura Comprometida”

Nuestro compañero Gabriel público hace unos días en la prensa local granadina un artículo sobre su experiencia en los últimos diez años en la Oficina del Área de Rehabilitación Concertada del Bajo Albaicín, experiencia que trasciende lo arquitectónico hasta abarcar lo social y humano de este barrio Patrimonio de la humanidad. Este post será el punto de partida para que nos cuente periódicamente alguno de estos proyectos que no ocupan las portadas de las revistas especializadas, pero que a buen seguro nos reconciliaran y harán  recordar la función social de los profesionales que trabajamos en estos ámbitos:

El Albaicín, un buen ejemplo de rehabilitación

El patrimonio residencial del Albaicín, como el de cualquier barrio histórico, trasciende a lo físico, a la edificación y al espacio urbano que la acompaña, no pudiéndose disociar el patrimonio urbano del humano que lo enriquece y dota de carácter. Es esta componente social de lo patrimonial la que justifica la intervención desde lo público en los centros históricos, es la filosofía que ha guiado la intervención de la Junta de Andalucía, desde hace más de 25 años, en la ciudad histórica, conjugando los preceptos constitucionales de conservación del patrimonio y derecho a la vivienda.

La inclusión en la lista de Patrimonio Mundial del Albaicín en 1994, como extensión de la declaración de la Alhambra diez años antes, supuso un reconocimiento internacional de los valores del barrio origen de la ciudad de Granada, que exige de las administraciones y de la sociedad granadina en general la conservación, promoción y tutela de esos valores. Desde el Ayuntamiento de Granada se respondió desde el principio a esa exigencia y se ha intervenido con inversiones municipales, gestión de ayudas autonómicas, estatales y de fondos de cohesión europea. Fue el Ayuntamiento de Granada la administración de la que partió la iniciativa para la creación de un Área de Rehabilitación para el Albaicín, iniciativa respaldada por la Junta de Andalucía que en Noviembre de 2001 declara como tal el Bajo Albaicín, que sigue siendo el Área de Rehabilitación Concertada más veterana de Andalucía.

Imagen de una obra del programa
Imagen de una obra del programa

Con la labor que viene desarrollando la Oficina de Rehabilitación del Albaicín, mediante la suma de esfuerzos de inversión pública y privada, se está consiguiendo la recuperación de ámbitos urbanos caracterizados por su gran valor patrimonial, y que en el caso del Albaicín, se ha visto acompañado por una especial forma de intervenir muy respetuosa con los valores urbanísticos, tipológicos y arquitectónicos de este singular barrio, habiendo llegado en la mayoría de las intervenciones a resultados especialmente brillantes en los que se unen recuperación de edificios de un alto valor patrimonial con actuaciones de un marcado carácter social al incluir programas de vivienda protegida para las familias más desfavorecidas del barrio, que han regresado tras la rehabilitación, transformando situaciones de infravivienda previas sobre valiosos inmuebles que estaban al borde de su desaparición por ruina. Estos ejemplos han sido divulgados ampliamente en Granada y en diversos foros nacionales e internacionales y se ha hecho partícipe de ello al resto de la sociedad que, junto con los vecinos que regresan a sus viviendas rehabilitadas, es la beneficiaria última de la revitalización del barrio. Con actuaciones de este tipo, las administraciones y los albaicineros están respondiendo a la exigencia que supone formar parte de la prestigiosa Lista de Patrimonio Mundial.

Vista de una calle del Albaicin con un edificio rehabilitado
Vista de una calle del Albaicin con un edificio rehabilitado

La intervención en el patrimonio residencial del Albaicín mediante destacadas actuaciones de rehabilitación integral junto a una numerosa y menuda intervención de rehabilitación parcial del caserío del barrio está consiguiendo el principal objetivo que la Junta de Andalucía se propuso en 2001 para el Albaicín, o sea, el mantenimiento de la población residente, con preferencia a la de rentas medias y bajas, y prestando especial atención a las que se encuentran en riesgo de exclusión social, incluso atrayendo a nueva población que regenera el tejido social del barrio, a la par que se conservan sus valores patrimoniales. Todo lo cual hizo que la Consejería de Obras Públicas recibiera, ya en 2005, el Premio Gallego Burín a la Labor Urbana concedido por el Colegio de Arquitectos de Granada y más recientemente el reconocimiento internacional que ha supuesto que la Municipalidad de Dubai y el Comité Internacional de Naciones Unidas sobre Buenas Prácticas en el Hábitat hayan seleccionado en la categoría de BEST la práctica titulada “Rehabilitation of Albayzin World Heritage Site, Spain” presentada por la Oficina de Rehabilitación, y que ya forma parte del Catálogo Internacional de Buenas Prácticas 2010.

Como parte del equipo humano que ha tenido la fortuna de trabajar con esta filosofía en primera línea durante estos diez años, agradezco a la Consejería de Obras Públicas y Vivienda la oportunidad que nos brindó de aprender tanto, y tan bueno, llevando a cabo diariamente la apasionante tarea que se nos encomendó. La crisis no tiene porqué impedir abordar la gran cantidad de trabajo que queda por hacer en el Albaicín y a buen seguro que el nuevo equipo técnico de buenos profesionales que trabajan en EPSA lo va a conseguir. Más bien, en época de crisis, deben ser nuevas fórmulas imaginativas las que permitan aprovechar el potencial de creación de puestos de trabajo que genera la rehabilitación en el sector de la construcción. Y que efectivamente se acabe de asumir el gran beneficio económico y medioambiental que supone la rehabilitación en la reducción de la huella ecológica, concepto continuamente propuesto en los foros en los que se habla de vivienda y sostenibilidad, para que se incremente la inversión pública y privada necesaria para la intervención en el tejido residencial de nuestras ciudades y en particular de nuestros Conjuntos Históricos.

Cuando en Marzo de 2007 se amplió el ámbito del ARC Bajo Albaicín, triplicando su superficie para intervenir en todo el barrio, se redactó un nuevo Programa de Actuación desde la Oficina de Rehabilitación con la real y efectiva participación de los albaicineros, documento que aún está pendiente de aprobación, que marca el horizonte de inversión y actuaciones a acometer, y que debe convertirse en el motor de una nueva fase de intervención que permita seguir revitalizando el Albaicín, mejorando los procedimientos, sobre la base de lo conseguido hasta ahora.

Gabriel Fernández Adarve, Arquitecto de Grarquitectos