Tras una compleja etapa personal, la actriz norteamericana volvió al mundo de la interpretación
‘Terminator‘ (1984) fue una exitosa película de acción estadounidense, dirigida por James Cameron, cuya gran aceptación por parte de crítica y público llevó a una saga de filmes que forman ya parte de la historia del cine norteamericano. Este primer largometraje sobre el implacable cyborg, encumbró a actores de la talla de Arnold Scwarzenegger, Michael Biehn o la joven Linda Hamilton. Varias décadas más tarde, la vida de Hamilton ha dado muchas vueltas, y la actriz estadounidense ha vuelto al mundo de la interpretación, aunque con menos repercusión que en sus inicios.
Linda Hamilton, nacida en Maryland en 1956, empezó sus andazas interpretativas en el grupo de teatro de su ciudad natal, profesionalizándose en la materia unos años más tarde, cuando recibió clases de actuación en el Washington College de Chestertown y en el instituto de teatro Lee Strasberg.
Estas lecciones le sirvieron para labrarse una carrera y dar el salto a Hollywood. Tras varios trabajos poco conocidos en televisión y cine, como ‘Night-Flowers’ (1979) o ‘The Stone Boy’ (1984), a Hamilton le tocó interpretar a Vicky Baxter en la exitosa ‘Los chicos del maíz’ (1984), que le daría cierta fama y reconocimiento.
Estos inicios prometedores le valieron el papel de Sarah Connor en ‘Terminator‘ (1984), uno de los principales del filme que acabaría por hacerla mundialmente conocida. Y es que, la interpretación de Hamilton a las órdenes de James Cameron pasó a ser un pedazo de historia del cine de acción estadounidense.
Tras participar en filmes como ‘Black Moon Rising’ (1986) o ‘Mr. Destiny’ (1990), Hamilton repetiría en ‘Terminator 2: Judgment Day’ (1991), realizando nuevamente una interpretación legendaria de Sarah Connor que llegaría a las pantallas de un más de un centenar de países.
Gracias a las dos películas de Cameron, Linda Hamilton obtuvo un enorme reconocimiento y fama, casi comparables a los de Arnold Scwarzenegger. Sin embargo, una serie de problemas personales, a raíz del trastorno bipolar que sufría, la alejaron de la primera línea de exposición en el mundo del espectáculo.
Durante años, Hamilton siguió realizando películas poco conocidas de bajo presupuesto o muy ligera repercusión como ‘T2 3-D: Battle Across Time’ (1996), ‘The Secret Life of Girls’ (1999), ‘Sex & Mrs. X’ (2001) o ‘Jonah’ (2004).
En los últimos años, algo más repuesta de sus problemas mentales, Hamilton ha vuelto a participar en importantes proyectos como ‘Broken’ (2006), ‘La Caída del Air Force One’ (2013) o ‘Terminator Salvation’ (2009), donde puso voz a su mítico personaje de Sarah Connor, que, a día de hoy, sigue siendo su actuación más memorable.