Algunas reflexiones sobre la (no) declaración de Begoña Gómez en los juzgados.
-Su entrada por el garaje es una excepción (no tan excepcional) pero no un privilegio. Lo mismo sucedió con Rodrigo Rato o Cristiano Ronaldo, por ejemplo.
-No la hace distinta ante la ley; en todo caso, ante la opinión pública. Pero es que ya lo es.
-No podemos obviar los antecedentes: las reservas ante su imagen pública no la preservó igual, por ejemplo, cuando apareció en un mitin en la campaña de las europeas.
-La actuación de su abogado al retrasar la declaración, igualmente, es una estrategia común de las defensas. Otra cosa es el relato público.
-Y queda el terreno de la opinión. Es opinable la instrucción del juez pero también lo es, y lo será, la actividad de Begoña Gómez.
Un matiz: ‘opinable’ no significa necesariamente estar en contra.
Otros desvaríos que he escrito…