Portada Ideal de Granada Rubalcaba

El fin de semana lo he pasado en San Sebastián, en Donosti, por lo de la Tamborrada. A la vuelta, el domingo, Andrés, mi hijo de siete años, me dijo que quería ver Las Meninas. Aprovechamos para comer en Madrid y visitar El Prado.

Hacía diez años diez que no pisaba esas salas en las que la historia de España te contempla. En la que lo mejor que tiene el ser humano reluce. Nos emocionamos. Mi amigo Paco, a quien había invitado a conocer nuestra fiesta de San Sebastián, y yo mismo, nos emocionamos ante tante belleza, tanto talento, tanto…

Volvamos. Como el enano quería ver expresamente Las Meninas, en la hora que pudimos dedicar a nuestra visita nos centramos fundamentalmente en Velázquez, ese pintor gigante que cuando abandona los retratos y viaja por Italia vuelve convertido en el as del alma humana. Disfrutamos de La fragua de Vulcano, El triunfo de Baco,  La rendición de Breda, de todos ellos.

Viene esta pequeña visita al Prado para reflexionar sobre la portada del diario Ideal de hoy. Se me asemeja la fotografía de González Molero a la de una estampa cortesana de Velázquez. Será la impresión que me causó la visita a El Prado, pero me gustaría ver cómo Velázquez la hubiera pintado, con sus claroscuros, las miradas de los protagonistas, los ojos redondos absortos que transmiten mágicamente una sensación que se engloba en el efecto total que produce cada uno de sus cuadros.

¿Qué vemos en la fotografía de la portada de Ideal?

Un hombre maduro saluda cariñosamante a otro hombre maduro. El gesto es extremadamente cercano, le está cogiendo con sus manos la cara entera y le mira fijamente, como transmitiéndole toda su fuerza mental, que se presume imponente.

Los presentes, están aplaudiendo. Casi se oye la cerrada ovación.

Dos mujeres de cabellos rojos y anaranjados le dan el contrapunto a la escena componiendo otra diferente dentro de la principal.

Luego sabremos lo que está sucediendo.

El hombre maduro que abraza al otro hombre maduro es Rubalcaba que saluda a Moratalla.

Rubalcaba, todopoderoso dirigente socialista y Pepe Moratalla, el hombre que pusieron para perder la alcaldía de Granada y la ganó. El hombre que se quedó para ganar la alcaldía de Granada cuatro años después y la perdió.

Rubalcaba, el químico; Moratalla, el neurocirujano.

Los dos, fieles reflejos de los espléndidos tiempos del PSOE, hijos de una larga vida entregada a la política desde un modelo de preparación universitaria y trabajos relevantes desde los que compaginaron la política.

Todo eso, ha cambiado.

El PSOE se encuentra en busca del tiempo perdido, en busca del tiempo político que parece desaparecer, casi descomponerse, casi azucarillo en café caliente y negro, como el futuro.

Dice Rubalcaba que hay que empezar el 25M, cuando las elecciones andaluzas, la reconquista. Dice Teresa Jiménez, que compone la escena interna del cuadro con Paca Pleguezuelos que «vamos a parar en Andalucía la marea azul». Dicen todos que en el Congreso Federal del PSOE de Sevilla de primeros de febrero saldrán fuertes. Y que podrán parar al Partido Popular y recuperar la confianza de los españoles.

Sin embargo, la escena que compone la fotografía del periódico no dice precisamente nada de eso.

Habla más de cortesanos alejados del pueblo, habla más de carreras políticas sin oficio ni beneficio conocido, habla de terror al vacío (tan solo hay que escuchar los comentarios en cualquier administración de la Junta de Andalucía).

Es cierto, como dice Rubalcaba, que deben afrontar un cambio profundo. Pero si quieren recuperar la confianza de los andaluces y de los españoles, me da a mí que tienen que cambiar las fotos con una media de edad de cincuentones, para empezar. Y seguir con una buena búsqueda de profesionales capaces de compaginar sus carreras profesionales con la política y no hacer de la política su carrera profesional. Y escuchar a César Calderón, cuando dice que «los partidos políticos siguen funcionando como en los comienzos del siglo pasado«.

PD. POSTDATA
La jornada política del día ha tenido el foco en Sevilla, donde Griñán y Arenas se han zurrado de lo lindo. No es más que el comienzo. El primer fin de semana de febrero (3, 4 y 5) se celebra el Congerso del PSOE, también en Sevilla. Si se me admite la imagen, van a salir con el armamento pulido y engrasado para no ceder el único terreno que les queda: Andalucía. Dos fines de semana después, el 18 y 19 de febrero, tiene lugar, también en Sevilla, el Congreso del Partido Popular.

A partir del lunes siguiente, 20 de febrero, quedará un mes para el 25M. Vayan preparándose. Estaremos ante la mayor batalla electoral de la Democracia en España. Quizá, solo comparable al implcabe asedio que el PSOE de Felipe y Guerra realizó a la UCD para llegar al Gobierno en 1982.  Vamos a ver de todo. Pero estamos preparados.

PS. POSTSCRIPTUM
Mañana hablaremos de fotografías. Y admitimos ideas.

MÁS INFORMACIÓN
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9 comentarios en El químico y el neurocirujano o de la busca del tiempo perdido

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