Torres Hurtado, alcalde de Granada, tiene dudas. Dice que en Jaén el tranvía no funciona porque es muy caro para el ayuntamiento. Igual ocurrió con el de Vélez Málaga, que surcó los mares. Es cierto, se finalizaron las obras, hicieron las pruebas, echaron cuentas y se guardó la maquinaria en las cocheras. Aquí ahora, a menos de un año de su puesta en marcha, a Torres Hurtado le surgen dudas. A estas alturas plantea que puede salir muy caro. Resulta extraño que después de tantos años, obras, calles cortadas, de tantas reuniones, de tanto polvo y molestias para la ciudadanía, de tantos túneles y debates ahora salga por ahí. Resulta extraño que diga eso, como si no se hubiese hecho previamente un estudio de costes, de viabilidad económica, de pasajeros, de incidencias, como si fuese similar a comprarse un tren de juguete. No me lo creo, los técnicos están ahí; ellos, estoy seguro, han realizado su trabajo, y tendrán todos los estudios hechos. Nuestro alcalde ha ido planteando modificaciones sobre aquel proyecto inicial, aquel tranvía que recorría Gran Vía y bajaba por Reyes Católicos, para buscar el Zaidín, impuso su paso por la estación de Andaluces (esa que ahora quiere quitar), el túnel por el camino de Ronda, ha batallado para soterrar el tráfico en el cruce de la Avenida de América, ha demorado la finalización de este servicio público, que debería llevar funcionando desde el año 2007 (fue Moratalla quien lo puso encima de la mesa). Ahora no puede salir con esas, porque tendría que justificar él mismo muchas cosas. O intenta plantear otra de sus batallitas, de esas de las que el personal está hasta el gorro, de esas que libra contra la Junta de cuando en cuando y que solo sirven para dilatar, retrasar, acabar con los proyectos de esta ciudad con el fin de echarse peleíllas con el gobierno andaluz. No creo que después del patinazo con el cambio de estación para el AVE ahora inicie otra guerra con el metro-tranvía. Sería tal vez uno de sus últimos errores, e imagino que alguien por encima de él debería decirle que ya está bien, que vamos a terminar el metro y vamos a empezar a funcionar como es debido, que es fundamental para sacar a esta ciudad y al área metropolitana afectada del marasmo en el que se encuentran sometidas; y las batallitas, en la mesa de domino o jugando al julepe, pero dejemos ya de tomarle el pelo a los ciudadanos de esta ciudad, que no están las cosas para tonterías. Las cuentas se echan antes de meterse en una infraestructura como esta, lo demás tiene muy mala pinta y la inmensa mayoría de la ciudadanía se desplaza por sus propios medios, no es trasladada en coche oficial, y ya está harta de estas cosas. Gobernar es encontrar soluciones, no generar permanentemente problemas.