Es solo una sensación, pero parece que el ayuntamiento nazarí se está preparando para un cambio sustancial en su gobierno, Y no es que de golpe crezcan las setas de otoño o las hojas caigan todas de golpe, es más bien que parece que semillas sembradas hace algún tiempo por manos interesadas comienzan a querer germinar ante la próxima llegada del invierno. Si hay un espacio en el que las cosas no ocurren por casualidad es en el terreno político. Ahí los intereses anticipan movimientos, desplazamientos, acuerdos, envíos y revíos que a la larga o a la corta hacen que las cosas parezcan evolucionar. No hay que olvidar las bases del acuerdo firmado con Ciudadanos hace apenas seis meses para el apoyo tácito de este grupo al Partido Popular, que no a Torres Hurtado, y en el que se pedía su cabeza sí o sí. Ahora, a menos de un mes de las Generales, Luis Salvador debe demostrar ante sus posibles votantes que cumple su palabra, la firmada en aquel acuerdo, porque de lo contrario tendrá que explicar el apoyo a la continuidad de la derecha al frente del ayuntamiento cuando lo ignoran de esa forma en ciertos puntos que entonces eran irrenunciables, máxime cuando nada ha cambiado, pues se sigue liderando una batalla pública contra la Junta, culpable de todos los males, se continúa con ese gracejo propio de amiguetes y barra de bar en los discursos públicos en los que la imagen de la ciudad suele quedar a una altura ruin, el sucesor sigue aspirando a serlo, y para colmo, la mano derecha de Don José anda ahí envuelta en asuntos un tanto extraños, casualmente surgidos tras su enfrentamiento unilateral con la ministra del AVE y posterior apertura de expediente por su partido. Ella, Isabel, dice poco menos que si se tiene que ir que se va encantada, que seguramente su tiempo encontrará una inversión más plácida y reconfortante que la que ahora tiene. Y don José argumenta que respalda de forma absoluta a su concejala. Ambos unidos hasta el final, un final que si barruntamos unos aconteceres difíciles en lo económico, pues faltan un buen puñado de millones para cuadrar el presupuesto de este año, un lío judicial que habrá que explicar, un alcalde con un grupo municipal dividido y sin mayoría absoluta para gobernar, y en manos de un candidato al Congreso, don Luis; con un segundo en puertas del senado, don Sebastián; unos posibles resultados que vendrían a justificar importantes cambios, y unas ganas enormes de que algo cambie ya por parte de sectores muy interesados en mover sillas dentro de su propia organización, nos auguran un comienzo invernal calentito, aunque las temperaturas caigan por debajo de cero y el vaho salga de las bocas por muy silentes que estén, mientras hablan bajito y por detrás. Nada nuevo.