Fenómenos al volante
Sube la adrenalina, la emoción se escapa, el sudor se enfría. Los camicaces del volante, cuyas edades les impide ver más allá de sus pupilas, se divierten a tope poniendo los coches a dos ruedas en rotondas y espacios de los que se apoderan en la madrugada del fin de semana. Si usted tiene la…
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