Como los funámbulos, con un pie en el cable y el otro en el aire. Así comienza el año la enseñanza en España. Y así trabajan quienes a ella se dedican. El docente trabaja en una empresa en la que nadie le compensará por los resultados obtenidos, y ahora el empresario le quita las herramientas para alcanzar lo mejor. Parece como si el interés de quien manda sea solo cumplir con los mínimos. No parece interesar que los resultados sean los mejores. Nadie exigirá lo óptimo, porque parece estar reservado a quien lo pague. Mientras, los docentes dan lo mejor de sí mismos, mejorando su formación a su propia costa; sabiendo que solo encontrarán, tras un salario minimalista muestra de lo que la sociedad los valora, las miradas de sus alumnos, porque ni los más altos responsables apoyarán este trabajo. Ni tan siquiera los padres y madres, espectadores a veces iracundos de la labor que los maestros hacen con sus hijos. Y hoy, el gobierno, empeñado en poner a la sociedad contra lo público, es quien más está denostando a estas figuras, base de la sociedad, no le quepa la menor duda, porque ellos son los elementos igualadores de cara al futuro, desde su trabajo día a día, hora a hora con los hijos de los demás, con los futuros ciudadanos, luchando para intentar que cada cual desarrolle lo mejor que lleva dentro, sembrando las semillas del mañana en cada uno de ellos, individualizadamente, dándole más a quien menos tiene porque más necesita.
A ser maestro se aprende con el desarrollo de la profesión, y es mucho más que un trabajo. Hay que llevarlo dentro, muy dentro, porque es la única manera de comprender, de aguantar, de no tirar la toalla, de no romper las reglas y abandonar, de valorar al ser humano en el presente para el futuro desde el conocimiento emanado en el ayer. Ser maestro es dar, dar conocimiento, y eso no está en un plato, ni en pastillas, ni en decretos, ni en maquinaria. Eso se da de boca en boca, explicando pacientemente, alentando, acompañando, atendiendo, estudiando. Los maestros lo hacen cada día, en esas labores que ahora los gobernantes que creen saberlo todo no respetan, porque a lo peor no saben nada, o aún peor, anteponen privilegios e intereses a educación, a conocimiento, a herramientas para luchar por un futuro en una sociedad que ha de ser mejor, para todos, desde todos, y que cada cual encuentre su espacio. Y eso lo dan los maestros, en las escuelas, en los institutos. Por eso, este 2013 debe ser generoso en las herramientas que ponga al alcance de ellos para que los alumnos, sus hijos, nietos, sobrinos, vecinos, el día de mañana lleguen donde han de llegar, por el bien de todos, también de usted, y aunque parezca mentira, de los gobernantes, porque ellos serán los gobernantes, esperemos que con otra formación, capacidad y compromiso. Y eso hay que sembrarlo también hoy.
Precioso artículo. El otro dia me emocione mucho al leerte. Cuando le preguntaron a mi abuelo en una entrevista que haria después de la Guerra Civil dijo: «Encariñado, por vocación, con mi profesión, epero seguir trabajando en la educación de la nueva generación.»
Si por allá llueve, por acá no escampa. El magisterio colombiano ha tenido que lanzarse a luchar por un referendo educativo que asegure, por la vía constitucional, la educación como un derecho fundamental; de manera que el estado garantice una educación pública para toda la población. Este objetivo de los maestros colombianos busca contrarrestar la creciente privatización de la educación como consecuencia de las políticas neoliberales que, con su apoyo al capital financiero, descargan sobre las clases bajas y medias todo el rigor y el peso de la crisis económica nacional y mundial. Acá se lucha por alcanzar lo que allá, ahora, están perdiendo.
Uff… Segundo artículo y no mejoramos… ¡Qué emotivo! Va a conseguir unos cuantos «me gusta» ¡y se sentirá tan agusto! Espero con ansia su tercer artículo, ¿me sorprenderá entonces? o ¿seguirá repitiendo lo ya dicho en mil sitios sin aportar nada?
¿Y tú le has leído en mil sitios? Eso ya es una obsesión tuya.
¿Tienes algo que aportar al articulo?Sería más constructivo em lugar de ir quejándose.Por cierto, si es uno de tantos quizás deberías plantearte que no hay nada más de lo que hablar y sea ese el motivo por el que se repite siempre lo mismo.
Qué interesante metáfora, esa de los fonámbulos, para representar a los maestros. Una maestra amiga mía me dijo un día que los maestros son unos malabaristas, porque se la pasan con un pie en la dura realidad que viven sus estudiantes y otro, en el ensueño, queriendo empujar hacia adelante esta rueda pesada que entraña la educación en el tiempo presente.
Si considera que no tiene nada que aportar, ¿qué hace usted ante el ordenador perdiendo su valioso tiempo?
hoy en este blog, mañana en otro. es mi forma de conectar con mis paisanos de Granada. hace tiempo que escribi unos parrafos en loa al MAESTRO y por no repetirlos, podeis leer en «colegio ferroviarios granadablogs». alla me teneis en mis ideas. Si quereis lo encontrareis. Todo sea en agradecimiento al MAESTRO. GRACIAS