Nieto entró por las cocheras. A Isabel alguien le abrió la puerta para que nadie la viera, para que nadie la atosigase al acudir al juzgado a declarar por su imputación en la presunta modificación en un pliego en contrato público. La prensa quedó compuesta y sin foto, aparentemente. El juez decano tilda el hecho de trato de favor, y el personal está de acuerdo, menos Juan García, que dice que se dedique a arreglar los problemas de la Justicia en lugar de fijarse en estas cosas. La policía municipal facilitó el hecho, presuntamente. No sé muy bien de qué pretendía esconderse la edil, pero en cualquier caso la sensación es bastante negativa, más aún en alguien que manifestó hace poco que no le importaría pasar la navidad fuera del ayuntamiento, pero Rajoy colocó las elecciones el 20D y ha dado al traste con sus ganas. Habrá que esperar a que pasen estos días. Después todo se andará, y lo mismo se camina en compañía. En cualquier caso, flaco favor le han hecho a su partido con ese manifiesto trato de favor recibido por parte de no se sabe quién. Pareciese que alguien la está aconsejando mal, que no malintencionadamente, o sí. Quién sabe, en el mundo político los caminos son a veces indescifrables y las vías son casi todas de diversos sentidos e intencionalidades. Y no es llamarla incauta, no, es que se ha excedido en prevención. Tal vez si esa diligencia la hubiese aplicado a su firma el día que signó el pliego por el que ha sido imputada hoy no estaría comiéndose estos marrones, debiendo poner cara de póker y aparentar que todo le da igual, cuando eso es imposible. Y es que la señora Nieto podría haber tenido una fructífera carrera en la política, quién sabe, tal vez aún la tenga, aunque en los tiempos que corren lo veo algo complicado. Entre otras cosas porque Luis Salvador, candidato hoy a diputado nacional, la ha señalado con el dedo, ha hablado de su dimisión. Claro es que también dijo algo similar cuando firmó el acuerdo con el PP para la gobernabilidad del municipio y aquí vamos, pues Torres Hurtado no debería haber sido elegido alcalde, y ahí lo tenemos. Aunque nunca se sabe, lo mismo todo cambia cuando pasen las elecciones y Rivera le exige también al PP para el gobierno que Rajoy no sea el presidente, y que pongan a Soraya, que dio la talla el otro día en el debate en el que la colaron por lo civil y por lo penal, dando ya los pasos debidos para ocupar el espacio que Mariano ha pensado para ella. Igual en la Moncloa también hay una puerta trasera, no sé si para entrar o para salir.