Rato
Era el mismo rey. Qué digo el rey, era casi un dios, menor, eso sí. Los mejores vinos de las mejores añadas eran para su paladar; en peluquería gastaba lo más grande para tan escaso pelo; tocó la campana de la bolsa; a su alrededor pululaban aquellas gentes que querían crecer en su chepa.
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