Benedicto XVI dimitió como Papa, de la iglesia Católica –lo he dicho alguna vez– con fuerza de flaqueza pero con la cabeza tan clarivente y certera que le ‘aconsejó’, al Espíritu Santo, que los cardenales se pusieran de acuerdo para que su sucesor fuera un cardenal argentino, con el sello de la S.I. un tal Jorge Mario Bergoglio, que, por primera vez, tiene revolucionada a media Iglesia, a la otra media en meditación y a los ateos y agnósticos con dudas existenciales. Continuar leyendo →