Debajo de la sombra de la tinta del nuevo académico Esteban de las Heras, a quien Dios dé larga vida para disfrute de quienes le queremos y de las Buenas Letras, hoy quiero recordar a José Emilio Pacheco, que se nos ha ido esta semana que acaba para convertirse en «Prosa de la calavera»: «Cuando tú y todos los nacidos en el hueco del tiempo que te fue dado en préstamo acaben de representar su papel en este drama, esta farsa, esta trágica y bufa comedia, yo permaneceré por largos años: descarnada, desencarnada». Continuar leyendo →