La fotografía muestra un zoco de una ciudad marroquí. A mí me resulta cautivador, lleno de colores, olores, sabores, sonidos y culturas. Embriagador y sugerente, me transporta a mil frases leídas en otras tantas novelas y reportajes periodísticos.
Este zoco marroquí recuerda fácilmente a varias calles de Granada. Gomérez un poco. Alcaicería algo más,. Calderería es un calco, como vemos en esta imagen inferior.
Independientemente de los gustos (a mí me resulta personalmente atractivo), la ‘guerra de los tenderetes’, la de ocupar la vía pública, la de llenar las fachadas con ropas y abalorios, lámparas y candiles, velas e incienso, colocar toldos que cubran la calle para multiplicar el ‘escaparate’ es una práctica que, en Granada, tiene divididos a los comerciantes.
Ahora, el Ayuntamiento ha decidido solucionar este problema. Ha convocado a todas las partes implicadas y les ha escuchado. Parece que hay consenso y que los técnicos municipales estudiarán caso por caso la cuestión y, con el informe firmado, se regularán los tenderetes para que las fachadas estén limpias, «y no se produzcan los actuales abusos».
El escenario de la ‘guerra de los tenderetes’, a partir de ahora, se dibuja en tres actos.
El primero es que hay una parte de los implicados, ya nos lo han confirmado, que se resisten.
El segundo es que la mayoría de los comerciantes quieren que se regule porque «esto no es un zoco», son calles comerciales.
El tercero que subyace es que el Ayuntamiento, como propone la Federación Provincial de Comercio, cobrará un canon por el uso de vía pública, «del estilo del que pagan las terrazas de los bares».
Se mire como se mire, y con multas de hasta 1.500 euros para los que incumplan esta futura normativa, lo único que me queda claro es que en Granada hay muchos comerciantes que en vez de hacerse el sueco ante estas llamadas al consenso prefieren hacerse el zoco.
Y tampoco ¿No?
Os dejo con unos testimonios que hemos recogido en la Alcaicería, muy clarificadores.