pradilla

La Toma de Granada es una celebración especialísima, sin parangón. Rara como solamente las cosas raras y extrañas se envuelven en capas de piel complicadas.

En una ciudad moderna y joven como lo es Granada, con una Universidad centenaria cinco veces animada por decenas de miles de estudiantes que vienen de todos los puntos de Andalucía, España, Europa y América (creo que son unos 80.000), con conciertos, funciones teatrales, exposiciones, bares repletos a medianoche cada día de la semana, fiestas en pubs, las mejores discos de tierra adentro de la vieja piel de toro, librerías de viejo por toda partes, comercio local potente y en el que te llaman por tu nombre, barrios consagrados a sus vecinos y un parque Tecnológico de la Salud que nos va a sacar la crisis en cuestión de un rato, anida un espíritu rancio que celebra una fiesta tal día como hoy que se ha convertido en la única de su especie en toda España.

La Toma de Granada fue el final de la Guerra de Granada, «el conjunto de campañas militares que tuvieron lugar entre 1482 y 1492, emprendidas por la reina Isabel I de Castilla y su esposo el rey Fernando II de Aragón en el interior del reino nazarí de Granada, que culminaron con la Capitulaciones de Granada del rey Boabdil, quien había oscilado entre la alianza, el doble juego, la contemporización y el enfrentamiento abierto con ambos bandos y que tuvo como consecuencias la integración en la Corona de Castilla del último reino musulmán de la Península Ibérica finalizándose el proceso histórico de la Reconquista que los reinos cristianos habían comenzado en el siglo VIII y por el cual el papa Alejandro VI reconoció a Isabel y Fernando con el título de Reyes Católicos en1496».

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Y hoy en día la Toma de Granada es una ensalada de banderas preconstitucionales, es decir, fachas, con camisas azules, falangistas, skins, cabezas rapadas, ultraizquierdas, separatistas andaluces, nacionalistas andaluces, separatistas granadinos de Sevilla (la cosa se va complicando cada año), tradicionalistas granadinos que piden que la fiesta sea declarada Bien de Interés Cultural y por la Unesco, militares en uniforme con la bayoneta calada (ahora molan todo, porque se pasan la vida en misiones de paz en el extranjero haciendo una labor altamente satisfactoria), curas, el arzobispo de Granada que ya sabéis cómo se las gasta y los libritos que me publica, el Pendón de Castilla, los turistas que flipan y reflipan, y unos cuantos granadinos que se toman la Toma como algo granaíno y que gritan tres veces «Qué» cuando el concejal de tiurno tremola el Pendón de Castilla y dice esa frase que solo dice «Por los ínlcitos Reyes Católicos..» donde «ínclitos» quiere decir, según la Real Academia de la Lengua Española: «Ilustre, esclarecido, afamado».

Os dejo con un vídeo que grabé en 2008 en el que se ve el ambientillo de esta fiesta singular.

18 comentarios en Por los ínclitos Reyes Católicos

  1. Y yo que creo que si no es por la publicidad que le da al acto Granada Cerrada la cosa no pasaría de ser una fiesta local, a la que acudiría quien quisiera -desde luego no es una fiesta muy popular, sin mayor trascendencia.

  2. LOS DE GRANADA ABIERTA SON BASTANTE CERRADOS

    Ya estamos, como otros años, con la solemne tontería de no aceptar una tradición en la historia local de Granada. Esta gente tan “progresista” de la llamada “Granada abierta” que, año tras año dan ejemplo de ser bastante cerrados en mi opinión, se empeña en reescribir y reinterpretar la historia de finales del XV como si los hechos fueran de ahora. Son más FUNDAMENTALISTAS que la fiesta que dicen combatir. Hasta que esta gente apareció y fueron medianamente aceptadas por el Ayuntamiento las modificaciones en el ritual de la “toma”, nada ocurría. Los que tenemos más de 60 años, no somos franquistas ni nada por el estilo y, es más, construímos la democracia cuando muchos de éstos no habían ni nacido, damos testimonio de ello.

    Por cierto, conocimos a Mayor Zaragoza como rector de la Universidad de Granada, nombrado por un gobierno del Dictador y, teniendo tiempo de sobra, NO SE LE CONOCE MANIFESTACIÓN ALGUNA CONTRA LA FIESTA LOCAL DE GRANADA; tampoco se pronunció en ese sentido cuando presidío la UNESCO y nombrado digitalmente para presidir no se qué fundación “zapateril”, que no es otra cosa que una “mamandurria” más que une a su pingüe pensión, viene a apoyar ahora a todos estos fundamentalistas. Vaya ejemplo de unos y otros. La fiesta de granada debe seguir como siempre y, si hay presencia de violentos e interesados reventadores profesionales, la policía debe hacer su trabajo. Ninguna minoría debe imponerse a la mayoría de granadinos que queremos nuestra fiesta en paz y como siempre ha sido. Faltaría más. elsadday

  3. Le recomiendo mi blog titulado «desde mi terraza»….y, ppor cierto, ¿por qué somos tan «modernos» de poner en inglés lo que se puede poner en español?…caramba con la modernura british o como se diga…elsadday

  4. Por muchos artículos que se hagan ,por muchos que digan que los fachas celebran el dia de la toma de granada ,que se celebra un genocidio ,por mucho que se diga nadie va a cambiar la historia y lo mismo que lleva celebrándose 522 años ,se va a seguir haciendo le pese a quien le pese y si por ir a la plaza del Carmen a responder ¡¡¡¡¡ que ¡¡¡¡¡ se es facha yo estoy orgullosa de serlo ,porque soy albaicinera ,granaina ,andaluza y española y nadie me va a hacer cambiar que esto ocurrio en Granada y no fue una película ni una serie y forma parte de las entrañas de las gentes que hemos nacido en esta preciosa ciudad GRANADA

  5. En se diferencia fe las celebraciones de Almeria o la de Malaga o Baza?
    No es facha ni franquista, es de la gente de Granada, los demas sobran todos.
    La celebracion alternativa con los «progres» np llegaban a 20 personas que quieren salir el la tele.

  6. Yo creo que pedir tolerancia mostrando una radical intolerancia a los símbolos que deberían unirnos (nuestra bandera, nuestros himnos y nuestras fiestas más tradicionales) da una clara muestra de esa peculiaridad que tenemos los españoles de querer ser más que los demás y de no querer al que tenemos al lado. Lo de Cataluña o el País Vasco no es más que un ejemplo del mismo espíritu.
    Querer ver racismo en una fiesta tradicional como el día de la Toma es querer retorcer la historia para acomodarla al interés ideológico de quien se manifiesta. Por eso no extraña que unos ondeen la bandera republicana como «símbolo de democracia» y convivencia, o que el «águila del escudo sea franquista». ¿Alguien se extraña de que Cataluña diga que siempre fue un gran estado conquistado por la fuerza por los bárbaros del estado español liderados por Franco y sus secuaces? Que el «País» Vasco o Cataluña pidan independencia cuando nunca existieron independientes… En fin. Que eso es lo que tenemos.
    En las muchísimas fiestas que hay en España celebrando las victorias cristianas de la reconquista, jamás se ven grupos interesados diciendo que son fiestas racistas. En alguna localidad hasta se ven jinetes portando cabezas cortadas de moros en la punta de sus lanzas. Y todo el que vive allí lo ve normal, como es. Solo un recuerdo de esa victoria. Y nadie, ni árabes ni judíos ni cristianos, habla de racismo, de intolerancia.
    Porque, pregunto a todos esos que enarbolan la bandera de ese antirracismo mal inventado como base ideológica para denostar el festejo: ¿Tendrían los mismos derechos a gritar en contra de su bandera si el festejo recordara la victoria morisca sobre los cristianos? Probablemente, como pasa en muchos países al sur del nuestro, no existiría el debate. Simplemente, porque ellas no tendrían derecho a expresarse y ellos estarían encerrados sin más derechos que ser torturados cuando sus líderes religiosos les tacharan de impuros o contrarios a la ley de Alá. Y que vaya por delante que yo no soy de esos que piensan que todos los árabes son tan intolerantes como a algunos les interesa hacernos ver, igual que creo que los cristianos (los no árabes) no festejamos la Toma como un acto de racismo o desprecio hacia nadie.
    Y lo peor de todo. Que los fanáticos de derechas vean en la fiesta un momento idílico para hacerse con nuestros símbolos, para reivindicarse como los únicos españoles de verdad. Para que muestren sus símbolos franquistas, que tan poco caben en nuestra sociedad como las banderas republicanas. Porque tan intolerantes son unos como los otros. En la misma medida. En eso son exactamente iguales.
    Quien no quiera festejar la Toma de Granada, que no se acerque a la Plaza del Carmen. Y, sobretodo, que no aprovechen para tergiversar el sentido de la fiesta en favor de su ideario político. Igual que hay que respetar las fiestas religiosas (las árabes y las cristianas), las paganas, las que recuerden al franquismo, a la República o a los Reyes Católicos. Si hay algo que debería de unirnos es ese espíritu que nos unió a todos (comunistas, socialistas, conservadores y de derechas, a los andaluces, madrileños, aragoneses, catalanes, vascos, gallegos, canarios, castellanos… a todos) para proclamar la convivencia en paz de todos.
    Que esto se haya olvidado y que ahora nos inventemos la historia a nuestro favor, nace más en los intereses políticos de unos pocos (de esos que odiamos todos los de a pie, pero a los que seguimos a pies juntillas) que en el sentir general de la gente.
    Si la política se dedicara a gobernar en lugar de buscar sus intereses, la convivencia y la tolerancia recibirían el impulso de verdad que tanto unos como los otros están pidiendo con intolerancia.

  7. Creo que va siendo hora de que se establezca de una vez un debate sereno sobre la Toma. Pero eso mucho me temo que en este país es imposible. Sólo haré dos comentarios a tu reflexión en este blog. Primero que la conquista de Granada no fue simplemente el final de una larga cadena de conquistas sino algo mucho más significativo e importante. Políticamente fue un reequilibrio geopolítico frente al Islam después de la feroz y cruenta conquista de Constantinopla por los Turcos. Simbólicamente representa el comienzo en toda la Europa occidental del Humanismo y el final de la bárbara Edad Media.
    Y segundo, que ha sido la única conquista incruenta de una ciudad en la historia de la humanidad . Por ello es la propia Unesco la que debería asumir la Toma como un ejemplo a conmemorar. Y por ello es extraño que un personaje como Federico Mayor Zaragoza, ex rector ex franquista ex miembro del Opus Dei ahora condene la ejemplar Toma de Granada.
    En cuanto a los gritos de los extremistas… es la libertad, amigo mío. Ellos mismos se descalifican y son, afortunadamente, una enorme minoría. De todas maneras, gracias por ofrecernos la oportunidad de manifestar nuestra opinión.

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